¡Ven, acércate, vecino! | Día 8

¿De qué manera estás recordando la venida de Cristo al mundo en esta época navideña? Cada día durante el mes de diciembre, únete a nosotras para aprender acerca de las canciones de Navidad. Síguenos mientras experimentamos Las primeras canciones de Navidad por Nancy DeMoss Wolgemuth, y ábrele la puerta a lo extraordinario.

Amamos contar historias acerca de nuestra vida. Las contamos a nuestros compañeros de trabajo, amigos y en las redes sociales, ¡con fotos también!

¿Y qué de contar nuestro testimonio? Deberíamos sentirnos cómodos contando nuestro viaje de fe dentro de las paredes de la iglesia, pero ¿lo hacemos con aquellos que no tienen su esperanza en Cristo?

Nancy escribe: «Nos da miedo hacer sentir raros o incómodos a otros (o a nosotros mismos). O, quizá, la verdad sea dicha, sientes que cualquier cosa grande que Dios pueda estar haciendo en tu vida ahora, no son nada comparadas por aquellas otras que no son tan grandes que enfrentas ahora».

En el devocional de hoy, encontramos a María abrazando sus temores para exaltar al Señor. En Lucas 1:49 ella dice:

«Porque grandes cosas me ha hecho el Poderoso;y santo es su nombre».

Nancy continúa:

«María probablemente tenía un millón de preguntas sobre por qué estos eventos le ocurrían a ella… pero lo que tenemos por seguro es que María había abrazado sus temores y preocupaciones como una oportunidad para exaltar al Señor. Y no solo sintió alabanza y gratitud en su corazón, sino que lo expresó verbalmente para que otros pudieran escucharlo y ser bendecidos».

María tenía muchas razones para temer, pero de todas formas cantó su testimonio. ¿Cómo cantarás el tuyo?

¿No vas a ser mi vecino?

Muchas vivimos en vecindarios o áreas en las que los vecinos no están muy lejos. Aunque si viviéramos en medio de la nada, generalmente, sabríamos quiénes son las personas que viven más cerca de nosotros.

Y aunque a la mayoría nos resulte fuera de nuestra zona de comodidad simplemente caminar a la puerta del vecino, tocar el timbre y exclamar: «¡Hola, déjame contarte todo sobre mi relación con Jesús!». Hay otras maneras en las que podemos motivar esas conversaciones, especialmente durante la temporada navideña.

El lugar más ocupado en nuestros hogares durante la temporada de navidad es indudablemente la cocina. Preparamos alimentos y manjares para nuestros amigos y familia, así que, ¿por qué no compartir un plato con nuestro vecino?

Quizá puedas invitarlos a tu hogar para comer, o tal vez puedas coordinar con el vecino para llevarles parte de lo que hayas cocinado para cenar.. De cualquier manera, hay algo en sentarse alrededor de la mesa que rebosa el aroma festivo y lleva a conversaciones acerca de nuestra fe.

Cuando nos acercamos para satisfacer nuestras necesidades físicas, encontramos que puede resultar más fácil llenar también las necesidades espirituales. Y, ¿a quién no le gusta compartir una buena conversación acerca de Jesús mientras se come un pedazo de pastel con una taza de café?
Para aprender más acerca de crear un ambiente hospitalario para tus vecinos, escucha estos programas de Aviva nuestros Corazones con Kim Wagner llamados «El corazón de la hospitalidad».

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