La navidad cambia las cosas.
Después de presenciar el anuncio del ángel y la alabanza de la multitud de ángeles, la Biblia dice que los pastores fueron e hicieron lo mismo. Los pastores presenciaron algo magnífico y alabaron al Padre.
Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho. (Lucas 2:20)
Los pastores no fueron los mismos después de encontrarse con el ángel.
Dios «puso fe en sus corazones para seguir creyendo lo que acababan de ver», Escribe Nancy. «Esta era la obra de Dios, todo lo que había sucedido antes de la canción de los ángeles. Y sería Su obra seguir cambiando el corazón de los pastores después de que los ángeles se habían ido y ya no podían oírlos; así como es Su obra seguir cambiándonos después de que hayamos abierto todos los regalos y hayamos guardado todas las decoraciones».
En los versículos 16-17, los pastores visitaron a María, José y Jesús, contándoles lo que el ángel les había revelado acerca del nacimiento del Salvador.
No podían guardárselo para sí mismos. Dios escogió a estos humildes y desconocidos pastores no sólo para ser los primeros en escuchar esta maravillosa noticia, sino también para ser los primeros en compartirla con los demás. A medida que buscamos a Dios y le pidamos que nos cambie, nos dará oportunidades de hablar de este bebé, Él Salvador, nacido para nuestra salvación.
¿Cómo podemos ser como los pastores y seguir compartiendo las noticias del nacimiento de Jesucristo con los demás?
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