Día 17 | Génesis 16-18

¿Cómo vas con tu estudio? ¡Espero que lo estés disfrutando tanto como yo! No hay nada más maravilloso que aprender acerca de Dios a través de las Escrituras. 

En la lectura de hoy podemos ver algunas cosas interesantes: 

    1.Sarai y Agar. Definitivamente la fe y la paciencia van de la mano. Dios nos hace promesas, pero Él escoge el tiempo perfecto para cumplirlas. Sarai comienza a dudar si realmente la promesa de Dios llegaría algún día. Dios se tardaba, de manera que Sarai se impacientó y decide tomar cartas en el asunto, tratando de «ayudar a Dios». 

Dios ya le había hablado a Abram en varias ocasiones. Varias veces le había confirmado Su promesa. Sin embargo, Abram sucumbió ante la solución de Sarai. ¡Qué influencia tenemos las mujeres!

En aquella época había la costumbre de entregar a las siervas a los esposos para procrear hijos, pero aunque ese arreglo era visto como «normal», este no era el plan de Dios para Abram, y la maquinación de Sarai no salió como ella esperaba. El orgullo y los celos no tardaron en surgir en medio de aquella familia.

Y por si fuera poco, luego de seguir su propio entendimiento y llevar a cabo su plan, ¡Sarai culpa a Abram! (16:5).

     2. La circuncisión. Dios reafirma Su pacto con Abram años después y le manda a circuncidarse como signo del pacto de Dios con él. En fe, Abram obedece, probando su fe por sus obras. Si deseas profundizar más en esto, te invito a leer Romanos 4.

    3. La duda de Abraham y Sara. Luego de unos 13 años más esperando por la promesa, Dios les dice que ya se acerca el momento. En esta ocasión Dios marca la ocasión cambiando los nombres a ambos. A Abram le denomina «Abraham» (que significa «padre de muchos»), y a Sarai le llama «Sara» (madre de muchos). Ambos aún eran escépticos y dudaron debido a su edad. Qué maravilloso es Dios que nos recuerda a través de esta historia que no hay nada imposible para Él (18:14). Él es capaz de hacer mucho más abundantemente que lo que pedimos o entendemos (Ef. 3:20 pf.).

En momentos de espera, cuando la duda nos inunda, podemos decir como el salmista:

«Alma mía, espera en silencio solamente en Dios, pues de Él viene mi esperanza». -Salmos 62:5

Para meditar:

• ¿Te has visto en una situación de impaciencia que te impulsa a actuar sin esperar que Dios obre? 
• ¿Estás esperando en Dios en alguna situación? ¿Qué te alienta a esperar?
• ¿Culpas a otras personas cuando las cosas te salen mal?

«Estableceré Mi pacto contigo y con tu descendencia después de ti, por todas sus generaciones, por pacto eterno, de ser Dios tuyo y de toda tu descendencia después de ti». -Génesis 17:7

 

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