Mi maldad y Su santidad

“Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí Señor, porque soy hombre pecador” (Lucas 5:8)

“Santo” lo cantamos durante el culto de adoración, lo leemos repetidas veces en nuestras Biblias, sabes que Dios es tres veces santo como nos sabemos las tablas de multiplicar pero … ¿es la santidad de Dios algo en lo que meditas diariamente? Solemos centrar nuestra atención en atributos de Dios que nos hacen sentir bien, Su bondad, Su misericordia pero no tanto a aquellos que ponen de manifiesto nuestra maldad (como la reacción de Pedro en el versículo con el que abrimos).

¿Qué tanto cambiaría la forma en la que vivo si de manera intencional decido meditar diariamente en la santidad de Dios? ¿Cuántas cosas crees que dejarías de ver, de hacer o incluso de pensar si también lo hicieras? Algo que me parece interesante y que leí a otro autor mencionar es que la Biblia no dice que Dios es amor, amor, amor… ni utiliza ese tipo de énfasis para ninguna otra característica de la naturaleza de Dios. ¡Santo, santo, santo el Señor!

Si queremos ser mujeres más sabias hemos de temer al Señor y este temor es la respuesta que Su Pueblo ha tenido a lo largo de los años hacia Su santidad. Después de todo la razón por la que el Evangelio son buenas noticias es porque Cristo nos libró de la ira de Dios que es alimentada por Su santidad. Santo es lo que Dios es y el Santo de Dios se hizo pecado para hacernos santos y así acercarnos a Él.  Debe haber una respuesta a todo esto en nuestro andar… ¿Recuerdas la expresión de Pedro que vimos arriba? Mira lo que este hombre que vio cara a cara al Santo de Dios dijo inspirado por el Espíritu:

Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais en vuestra ignorancia, sino que así como aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir. 1 Pedro 1:14-15

“Como aquel que os llamó es santo”... Debido a que Dios es santo y “así como Él es santo” nosotras debemos procurar la santidad. Ahora, si somos honestas tendremos que encontrarnos con la realidad de que quizás este no es el tema que más conocemos. Por eso mi invitación este año es a crecer en conocimiento de la santidad de Dios de manera que nos lleve a vivir de manera pura, reverente, santa…

Algunas ideas

  • Durante tu lectura de las Escrituras este año utiliza un resaltador de color especial para marcar todo lo que vayas encontrando sobre la santidad de Dios.
  • Aparta un diario para meditar de forma escrita en estos pasajes.

Lecturas recomendadas:

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