Día 8 | El poder de las palabras | Decir la verdad

Día 8

Decir la verdad

“Orad por nosotros, pues confiamos en que tenemos una buena conciencia, deseando conducirnos honradamente en todo.”
(Hebreos 13:18)

 Hace unos veinte años de un culto en particular en la iglesia, pero aún recuerdo lo miserable que me sentía en ese banco, bajo la pesada mano de la convicción del Espíritu. La realidad es que unos años atrás, siendo estudiante, había mentido acerca de unos reportes semanales que teníamos que entregar a nuestro departamento educativo. Sabía que tenía que ir donde mi profesor y arreglar las cosas.

Debido a mi deseo de ser totalmente veraz en mi hablar, el Señor desde joven me llevó a hacer el siguiente compromiso: hablar la verdad a toda persona, en cualquier situación, no importando el costo. También me he comprometido a que cada vez que falle en decir la verdad, me daré la vuelta y la diré. He tenido que confesar, en privado y en público, haber engañado; como resultado, he experimentado la gran libertad y gozo de tener una conciencia limpia delante de Dios y los demás.

En la medida que la Verdad de Dios entra en nuestros corazones, nos protege de engaño y de pecar con nuestros labios. A veces es difícil decir la verdad. Pero las consecuencias de mentir son, en última instancia, mucho más costosas que las consecuencias de decir la verdad.

 - “Libra mi alma, SEÑOR, de labios mentirosos, y de lengua engañosa.” (Salmo 120:2). La mentira puede ser intentar crear una mejor impresión de lo que honestamente es lo verdadero, quedarnos en silencio cuando escuchamos decir falsedades de otros o cubrir los pecados del pasado. Pide a Dios que te revele cualquier engaño de tu vida.

- ¿Cómo te puede ayudar solicitar a otro creyente que te pida rendirle cuentas para ser más veraz?

- “SEÑOR, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu santo monte?... el que aun jurando en perjuicio propio, no cambia” Salmo 15: 1,4 ¿Por qué desagrada tanto a Dios el que no guardemos nuestras promesas o que fallemos en cumplir nuestras obligaciones financieras?

- ¿Has prometido orar por alguien y luego olvidarlo? ¿Cómo puedes evitar que esto suceda en el futuro?