La pregunta de una mujer universitaria me enervó: «¿Cómo puedo pensar bíblicamente acerca de la feminidad bíblica cuando constantemente escucho que la independencia es poder, que debería determinar mi propio destino, cumplir mis sueños, y que la diferencia de género es sólo una construcción social?» Me desconcerté, porque esta joven se crió en la iglesia y nunca había oído una explicación bíblica de la feminidad.
La feminidad bíblica y la condición de mujer mundana son radicalmente diferentes, al igual que todo lo relacionado con la vida cristiana es contracultural y contrario a la intuición.
Sin una apologética bíblica de feminidad bíblica, cada mujer y los ministerios de mujeres perderán el rumbo.
El Dios trino es un hacedor y guardador de pactos, por lo que cuando creó al hombre y a la mujer a Su imagen, la impronta del pacto fue sellada sobre ellos. El carácter personal y relacional de Dios demandaba que los portadores de Su imagen fueran seres personales, relacionales; por lo tanto dijo: «No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea» (Gen. 2:18).
El diseño ayudador es fascinante. La palabra hebrea traducida como ayudador, ezer, se utiliza con frecuencia para referirse a Dios como nuestro Ayudador. Estos pasajes dan una idea de la función de un ezer.
- Salmo 20:2: «¡Que desde el santuario te envíe ayuda, y desde Sion te sostenga!»
- Salmo 33:20: «Nuestra alma espera al Señor; Él es nuestra ayuda y nuestro escudo»
- Salmo 70:5: «Mas yo estoy afligido y necesitado; oh Dios, ven pronto a mí. Tú eres mi socorro y mi libertador; ¡Señor, no te tardes!»
- Salmo 72:12: «Porque él librará al necesitado cuando clame, también al afligido y al que no tiene quien le ayude»
- Salmo 86:17: «Tú, oh Señor, me has ayudado y consolado»
Cuando el hombre y la mujer pecaron, la mujer perdió su capacidad de ser una verdadera ayuda. En ese momento de desesperación, Dios le dio esperanza. Prometió que de la descendencia de la mujer aplastaría la cabeza de Satanás (Gen. 3:15). Adan afirma y celebra su fe en esta promesa cambiandole el nombre: «Y el hombre le puso por nombre Eva a su mujer, porque ella era la madre de todos los vivientes» (Gen. 3:20). Eva significa dadora de vida. A causa de su rebeldía la mujer se convirtió en una persona que quita la vida, pero debido a la promesa de vida, se convirtió en una dadora de vida. Esto es más que biológico. La vocación redentora de la mujer es ser una dadora de vida en todas las relaciones y circunstancias.
La palabra Ezer es fortaleza, compasión, relación, una palabras que da-vida.
Cuando una iglesia tiene una apologética bíblica para la feminidad, los conceptos fundamentales del diseño de ayudadora y la misión de dar vida de la mujer pueden permear el ministerio de mujeres. Ya sea que el ministerio sea pequeño e informal o grande y bien organizado, puede ser guiado continua e intencionalmente por tres preguntas:
- ¿Estamos siendo ayudadoras u obstaculizadoras?
- ¿Estamos siendo dadoras de vida o quitadoras de vida?
- ¿Estamos equipando a las mujeres para que sean ayudadoras y dadoras de vida?
Alguien les está diciendo a las mujeres y a las niñas lo que significa ser mujeres. ¿Es el mundo o es la iglesia?
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