Mentiras que las mujeres creen sobre la pornografía

Por Jessica Harris

Del Equipo JovenVerdadera.com: ¡Hola chicas! Hemos dedicado la mayoría de nuestras publicaciones este mes al amor y romance. Porque el romance y la sexualidad son ideas de Dios, el enemigo trabaja horas extras para torcerlos. Estamos escuchando más y más de mujeres jóvenes luchando con una curiosidad o una adicción hacia la pornografía. Hemos decidido abordar ese tema de frente al invitar a nuestra amiga Jessica Harris para que escriba como invitada sobre el tema para nosotras. Pueden leer otras publicaciones en esta serie aquí y aquí.

"¿Que es tan mala la pornografía? No es como que estoy teniendo sexo real.

Ella estaba hablando suavemente con su mano frente a su boca, como si no quisiera que las personas a su alrededor escucharan lo que estaba preguntando. Acababa de terminar de compartir mi historia en una conferencia cristiana y de hablar sobre la fortaleza de la pornografía. Como una mujer quien lucha con pornografía, entiendo la vergüenza, estigma y deseo de justificarla. Como adolescente, constantemente me decía a mí misma, “No es sexo, está bien”.

Esa es solo una de las muchas mentiras que creía.

Tal vez no parezca algo muy importante, como si solo son imágenes y videos y palabras. Cometemos el error de pensar que todo tiene que ver con los ojos, diciéndonos “toma el celular y voy a detenerme”. Pero si aún estamos creyendo mentiras, entonces vamos a continuar batallando en otras maneras. Sea que luches con la pornografía, lujuria o fantasía, la batalla tiene lugar primeramente en la mente y en el corazón, no en los ojos.

Nuestras luchas con el pecado tienen que ver con las verdades que estamos o no estamos creyendo sobre Dios y Su Palabra. Cuando no tenemos un cimiento basado en la verdad, podemos encontrar una forma de justificar cualquier cosa. Justificaciones como…

Si estuviera casada, no tendría este problema.

Pensamos que la razón por la que luchamos tanto es porque no se nos “permite” tener sexo. Si estuviéramos en un contexto donde podríamos tener sexo sin tener que preocuparnos de todas esas personas allá afuera juzgándonos, entonces no tendríamos este problema. Nos pintamos a nosotras mismas como las víctimas de nuestras circunstancias, como si no tuviéramos opción. Si las opciones son tener sexo o ver pornografía, creemos que estamos tomando la decisión correcta. Pero esas no son las únicas opciones.

La alternativa a escoger una u otra es escoger dominio propio. La adicción a la pornografía y lujuria no se van con el matrimonio. Muchas mujeres casadas comparten conmigo que en lugar de que el matrimonio hiciera que esas luchas se fueran, las luchas están arruinando su matrimonio. El dominio propio es una parte vital de nuestras vidas y es un fruto del Espíritu. El dominio propio dice, “Quiero, pero voy a esperar”. Lo opuesto es la imprudente búsqueda de placer inmediato que en última instancia nos deja vacías y buscando.

Si no es “sexo” real, no cuenta.

Como adolescente, creía en la abstinencia por razones puramente lógicas, y cuando pensaba en la pornografía siempre pensaba, Bueno, al menos no es sexo. Era más seguro que salir y dormir con un muchacho, arriesgando a un embarazo potencial, ETS, y quien sabe que más. Creo que podría haber pensado que de alguna manera Dios estaba impresionado conmigo. Después de todo, aun soy virgen.

Cometemos el error de pensar que la virginidad es la única cosa que le importa a Dios. Pero el sexo no es lo que nos corrompe, es el pecado. ¿Sabías que cuando la palabra “pureza” es usada en la Biblia, más frecuentemente se está refiriendo a la manera en que adoramos a Dios? No está hablando de que físicamente hemos tenido o no sexo. Está hablado sobre tu amor por Dios, y que somos llamadas a amarlo con todo nuestro corazón, alma y mente (Lucas 10:27).

Es interesante que nuestro cuerpo no se mencione en esa lista. Honrar a Dios con nuestros cuerpos es importante, pero también lo es honrarlo con nuestras mentes y nuestros corazones. La pornografía y la lujuria específicamente afectan estas áreas. Nuestros cuerpos pudieran permanecer “puros”, pero nuestros corazones y mentes pudieran estar llenos de inmundicia. Eso no es lo que Dios desea de nosotras.

Si Dios quisiera que dejara de hacerlo, Él me habría detenido.

No puedo contar el número de veces que dije, “Está bien, Dios. Si Tú no quieres que yo haga esto, entonces necesitar destruir esta página web. Si le doy clic y no funciona, entonces voy a saber que Tú quieres que ya no lo haga”. Esencialmente estaba pidiéndole a Dios que estropeara el Internet para probarme que en realidad Él no quería que yo estuviera viendo pornografía. Cuando el Internet jamás fallo, lo culpaba a Él por mi problema continuo.

La Biblia es clara en Santiago 1 que el pecado sucede, no cuando Dios falla en detenernos, sino cuando somos atraídas por nuestra propia lujuria. El deseo a pecar es algo que tenemos desde el nacimiento. Es por eso que una renovación de nuestro corazón y mente es tan importante. No nos ayuda a parar, no haciendo que nuestras aplicaciones fallen, sino redarguyéndonos y dándonos el poder para cerrar las aplicaciones nosotras mismas.

Dios no quiere tener nada que ver con un” fenómeno” como yo.

Como Cristianas, cuando luchamos con el pecado, especialmente algo tan estigmatizado con la vergüenza como lo es la pornografía, podemos distanciarnos a nosotras mismas a propósito de Dios. Al mismo tiempo, podemos hacer todo lo que esté en nuestro poder para parecer más cerca de Él.

Pudieras estar activa en tu grupo de jóvenes, tener calificaciones perfectas en la escuela, estar en el grupo de adoración o hablar sobre la abstinencia. Sin embargo estas escondiendo este profundo oscuro secreto. No has leído realmente tu Biblia en meses, porque te sientes como una hipócrita. Cuando intentas orar, se siente inútil. Pudieras preguntarte cuanto tiempo Dios va a aguantarte. Tantas chicas me preguntan si Dios se ha ido lejos de ellas. Eso es lo que hace que esta mentira sea posiblemente la más peligrosa de todas. Si has comenzado a creer que Dios se ha alejado de ti, entonces vas a dejar de luchar y posiblemente perder la esperanza.

Hay muchos atributos del carácter de Dios incluyendo justicia, santidad, rectitud, misericordia, compasión y mansedumbre. Todos estos misteriosamente obran en tándem, lo que quiere decir que mientras Él no puede soportar tu pecado, Él aun te ama. Romanos 5:8 nos muestra que El muestra Su amor a nosotras porque Cristo murió por nosotras mientras aún éramos pecadores.

Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Olvidamos, algunas veces, que Dios vino por pecadores. El deja las noventa y nueva ovejas que están perfectamente bien y va a buscar la una oveja que se alejó y se perdió. Nunca vemos una imagen de Él donde Él dice, “¿Sabes qué? Tú te metiste en este problema, ahora tú salte de allí. Yo ya he terminado”. No, no. El anhela que nosotras vengamos a Él  buscando ayuda, buscando sabiduría, buscando perdón. Él no está llevando un registro diciendo, “Una vez más, y ya he acabado contigo”. El no pierde la esperanza. Él es esperanza.

¿Qué mentiras estas creyendo cuando se trata de Dios, amor, sexo y pornografía? ¿Hay áreas en tu vida que necesitan una remodelación de la verdad? ¡La verdad de Dios es la respuesta que nos hace libres!

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