Una imagen de la feminidad bíblica
Carmen Espaillat: ¿Qué viene a tu mente cuando escuchas la frase «mujer bíblica»? Aquí está Holly Elliff.
Holly Elliff: Cuando era una joven e iba a las conferencias, quería huir cuando me parecía que iban a hablar de la feminidad bíblica, porque la imagen que tenía en mi cabeza de una mujer bíblica no era halagadora. No sabía exactamente lo que era, pero yo no quería ser una.
Carmen: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Las verdades fundamentales en las que crees, influyen en todas las demás áreas de tu vida. Cuando el documento, «Manifiesto de la Mujer Verdadera» fue escrito, se sentó un fundamento en la Verdad. Nancy nos ha estado hablando acerca de esto, en la serie titulada, «El Manifiesto de la Mujer Verdadera, Fundamento».
Hoy ella conversa con las esposas de pastores, Kim Wagner y …
Carmen Espaillat: ¿Qué viene a tu mente cuando escuchas la frase «mujer bíblica»? Aquí está Holly Elliff.
Holly Elliff: Cuando era una joven e iba a las conferencias, quería huir cuando me parecía que iban a hablar de la feminidad bíblica, porque la imagen que tenía en mi cabeza de una mujer bíblica no era halagadora. No sabía exactamente lo que era, pero yo no quería ser una.
Carmen: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Las verdades fundamentales en las que crees, influyen en todas las demás áreas de tu vida. Cuando el documento, «Manifiesto de la Mujer Verdadera» fue escrito, se sentó un fundamento en la Verdad. Nancy nos ha estado hablando acerca de esto, en la serie titulada, «El Manifiesto de la Mujer Verdadera, Fundamento».
Hoy ella conversa con las esposas de pastores, Kim Wagner y Holly Elliff.
Nancy: Kim y Holly, he pasado las últimas semanas reflexionando sobre esta serie sobre cómo enseñar el Manifiesto de la Mujer Verdadera, y estos últimos días en que la he estado enseñando, me han traído de vuelta muchos recuerdos, los recuerdos de Mujer Verdadera 2008, cuando este documento fue publicado por primera vez.
Estuvimos en esa conferencia. Empezamos la noche del jueves, y John Piper habló sobre la masculinidad y la feminidad bíblica. Si recuerdan, eso fue una doxología. Si no creías en la masculinidad y la feminidad bíblica antes de llegar ahí, fue tan bueno escucharlo, pudimos ver cómo esto era una gran parte de todo el plan redentor de Dios.
Entonces hablé de cómo vivir nuestras vidas para la gloria de Dios, y también hablaron Mary Kassian, Karen Loritts, y Janet Parshall, y vimos un increíble video de Joni Tada, que había enviado porque ella no pudo estar allí con nosotros. Eso fue la noche del jueves y el día del viernes.
Seis mil mujeres, seis mil doscientas mujeres para ser más exactas; no había ningún asiento vacío en todo el lugar. Estas mujeres fueron impulsadas a ser mujeres verdaderas de Dios.
Pero cuando llegamos a la última sesión en la mañana del sábado. Era ya casi la hora de ir a casa. Les dimos a las mujeres la noche del jueves una copia del Manifiesto de la Mujer Verdadera, y les dijimos: «A lo largo de este fin de semana, queremos que ustedes lean esto, que oren al respecto, y oren sobre cómo podríamos afirmarlo el sábado en la mañana». Así que no solo lo entregamos fríamente, queríamos realmente que ellas lo interiorizaran y que fuera parte de su corazón.
Luego llegamos a la ceremonia, la ceremonia de que hemos hablado en esta serie. Creo que eran unas dieciocho mujeres que subieron a la plataforma de una en una. Tú podías oír los diferentes acentos, de todas partes del país y del mundo. Había un par de acentos irlandeses allí también. Oía a estas mujeres leyendo el manifiesto, y luego a seis mil doscientas mujeres responder y afirmar: «Sí, Señor».
Cuéntennos ustedes acerca de su experiencia sobre aquel día en que lanzamos este manifiesto, ¿qué pensaban ustedes? ¿Cómo estuvo todo esto? Para aquellas que no estuvieron allí, simplemente cuéntennos sus impresiones.
Holly: Fue muy divertido para mí, el hecho de que años antes de ese momento, una noche, en la casa de Nancy sentadas allí en el suelo, con Nancy en su bata de casa…
Nancy: Te encanta contar esa historia, ¿verdad?
Holly: Ese fue un gran momento, pero ese fue el momento a partir del cual inició la conferencia que tuvo lugar en Chicago, en el mismo lugar donde se inició el movimiento feminista. Estar allí y ver a seis mil doscientas mujeres de pie, diciendo con sus propias voces, «creo que esto es verdad», y recuperar parte del terreno que el enemigo tomó hace años y todavía está tomando para quitar mujeres cristianas a esta nación; ver a esas mujeres ponerse de pie y afirmar unidas estas verdades, ver mujeres tomar la decisión de creer esta verdad, llamarla «verdad», y luego ir a casa a vivir esa verdad fue un momento increíble para mí.
Uno de mis recuerdos favoritos fue el momento en el que se dio a conocer el manifiesto, pero luego la confirmación de las mujeres presentes en esa conferencia, creo que fue un momento grandioso.
Como sabemos ahora, este fue un momento que tuvo una gran repercusión y esas repercusiones no han disminuido, sino que se han propagado. Esa fue una de las cosas que le pedimos a Dios que hiciera en la conferencia, que multiplicara lo que ocurrió allí, y hemos visto cómo el Señor comienza a hacerlo.
Kim Wagner: Así es. Nancy, cuando venía de regreso de la conferencia, volando a casa, yo estaba con varias mujeres de mi iglesia que asistieron a la conferencia. Allí nos reunimos con otras mujeres, en ese mismo vuelo, que habían llegado de diversas partes del país.
Yo tomé un tiempo para charlar con algunas, caminé por el pasillo del aeropuerto hablando con algunas de ellas acerca de la conferencia y de cuáles habían sido las impresiones que más las impactaron. Muchas mujeres me comentaron que les encantaron los mensajes, los talleres, pero una mujer tras otra dijo que el momento histórico fue cuando afirmamos el manifiesto –y todas ellas dijeron– que «fue algo que no esperaban, pero fue para ellas algo monumental».
Una de las mujeres con las que hablé era una profesora de historia de escuela primaria, y ella me dijo: «Sé lo importante que es hacer declaraciones históricas, y esto no va a terminar aquí».
Nancy: Una de las cosas que realmente sentí el sábado en la mañana, cuando estábamos afirmando el manifiesto y que fue muy alentadora para mí, porque sé lo contracultural que es esto. Sé que va en contra de lo que es la forma prevaleciente de pensar en el día de hoy, que incluso ha invadido la iglesia.
Pero fue tan alentador ver que realmente hay un remanente de mujeres –y de hombres también, pero éramos solo mujeres en esa conferencia– que lo entendieron y lo abrazaron y que no han optado por lo que la cultura les ofrece. Es como Elías cuando le dijo al Señor en uno de sus momentos de debilidad, «estoy deprimido. Yo soy el único que queda que cree la verdad. Mejor mátame. Solo quiero morirme».
Hay momentos en esta batalla cuando... bueno no puedo decir que he deseado suicidarme, pero hay momentos en que te sientes muy sola, y sientes como que estás nadando en contra de todo el mundo. Sin embargo, Dios le dijo a su siervo Elías en ese momento: «Hay siete mil que no han doblado la rodillas ante Baal» (véase 1 Reyes 19:18). Creo vimos mujeres verdaderas vimos seis mil de ellas. Solo el Señor conoce los corazones, pero había como este sentido entre las mujeres, era casi como un deseo reprimido de afirmar esa verdad.
La cultura nos ha dicho durante mucho tiempo en qué creer, y que creamos en cosas que son contrarias a la Palabra de Dios; y si te atreves a hablar de algo diferente, obtienes que «te corten la cabeza». Hoy tienes que tener la piel bien dura para decir algunas de estas cosas. Así que creo que las mujeres han estado en silencio y han llegado a creer que nadie se aferra a lo que enseña Palabra de Dios, o que hay muy, muy pocos.
Así que cuando vamos a esas secciones del manifiesto donde algunas de las declaraciones, sobre todo las más radicalmente contraculturales, por ejemplo acerca de la permanencia del matrimonio, acerca de la santidad de la vida, las mujeres rompieron en aplausos. Fue como, «finalmente, tenemos permiso para decir: “En esto es en lo que creo”».
Fue realmente vigorizante. Fue electrizante. Y esto que estoy diciendo no es una exageración. Fue como una profunda respuesta que decía desde lo más profundo, «sí, nosotras afirmamos la verdad».
Creo que lo que hizo a favor de nosotras fue como decir: «Ustedes no están solas en esto. ¡Hay otras mujeres!» Sí, somos débiles; sí, somos pocas, en comparación con todo el mundo ahí fuera. Una vez que salimos de allí nos dimos cuenta a través de los blogs y del internet, cuán contracultural es esto. Pero el darse cuenta que en aquel lugar había una gran cantidad de mujeres que representaban a otra gran cantidad de mujeres que estaban en otros lugares, y que realmente tienen un corazón por la verdad y solo necesitan el estímulo y el valor para hablar, para salir y vivirla.
Creo que solo eso fue una cosa emocionante para mí. Fue entonces cuando me di cuenta de que esto no era un asunto de solo Nancy, Kim, Holly y algunas más de nosotras. No, Dios estaba levantando un ejército de mujeres que todavía somos un remanente, aunque seamos una minoría, sin duda, pero que le aman, aman Su reino, y aunque débiles y frágiles, realmente queremos que nuestras vidas hagan una diferencia.
No puedo evitar preguntarme cuántas mujeres que estaban allí y en otras partes. . . Había personas de decenas de países de todo el mundo que lo veían a través de la transmisión en vivo, y también firmaron el Manifiesto de la Mujer Verdadera (y de hecho todavía pueden hacerlo; ahí en el internet es donde estamos recogiendo las firmas). Pero para una gran cantidad de mujeres este documento es realmente un resumen de algo que la Palabra de Dios enseña, y que nunca habían visto que se viviera de manera significativa.
Kim: Así es Nancy. Eso es lo que encuentro tan útil acerca de esto, como vienes enseñando en esta serie. Hubo una mujer aquí en el estudio de grabación que me dijo: «Yo era una feminista antes de encontrarme con Aviva Nuestros Corazones, pero ni siquiera lo sabía».
En los primeros años de mi juventud, amaba al Señor. Amaba Su Palabra, pero no podía expresar lo que era una mujer bíblica. Creo haber escuchado incluso términos que me desanimaban porque lo que me hacía pensar era que se refería a una clase de mujeres débiles.
Nancy: ¿Y tú Holly? ¿Tenías la misma idea? Porque yo sí.
Holly: Bueno Nancy, la verdad, cuando era una joven e iba a las conferencias, quería huir cuando me parecía que iban a hablar de la feminidad bíblica, porque la imagen que tenía en mi cabeza de una mujer bíblica no era halagadora. No sabía exactamente lo que era, pero yo no quería ser una. Tal vez había sido afectada por estos estereotipos negativos. Yo había sido afectada por los postulados del feminismo y no me había dado cuenta de ello.
Amaba al Señor, pero yo no quería ir a esas sesiones. Prefería ir a algo que tuviera que ver con cómo interpretar la Palabra de Dios por mí misma, cómo llegar a ser estudiante de la Palabra de Dios.
Kim: Algo que te sonara más teológico.
Holly: Esas cosas eran un reto, pero yo no quería a alguien que me dijera: «Tienes que pasar el resto de tu vida en tu cocina con el pelo recogido preparando pasteles de crema».
Nancy: Si todas ustedes que nos están escuchando pudieran ver la cara de Holly en este momento. Eso es como imaginarse la peor cosa del mundo.
Holly: Me asustaba pensar que eso era lo que estaba llamada a ser.
Kim: A mí me gustó mucho cómo John Piper iluminó la verdad a través de su mensaje. Esta es la verdad, que una teología débil hace a las mujeres débiles. La realidad es que vivir la verdad de la Palabra de Dios requiere una gran fortaleza de carácter, una gran resistencia, una gran perseverancia, requiere negarme a mí misma, tener coraje y tener sabiduría.
Holly: Creo que los comentarios de las mujeres más jóvenes que asistieron a la conferencia de Mujer Verdadera –mujeres que tal vez tienen la misma impresión que tuve yo sobre la feminidad bíblica cuando era más joven– esas mujeres se están dando cuenta de que esto no es acerca de enmarcarlas en un tipo particular de mujer. Se trata de ser quien he sido llamada a ser como mujer bajo la autoridad de Dios, creyendo que la Palabra de Dios es verdad.
Eso va a jugar un papel en mi vida diferente de lo que hará en la vida de otras, pero yo afirmo que voy a ser la mujer que Dios me ha llamado a ser, y que no van a ser simplemente palabras en un pedazo de papel. Será un estilo de vida.
Creo que parte de lo que vivimos en Mujer Verdadera, es que las mujeres comenzaron a darse cuenta de que se trata de un llamado a vivir de una manera que afectará a las generaciones futuras.
Kim: Sí y creo que lo que está ayudando a las mujeres, es que pueden ver estas verdades impresas en blanco y negro; y ahora ellas puedan enseñarlas. También hay artículos escritos en el blog de Mujer Verdadera que las mujeres pueden leer y pueden imprimir. «Muy bien, así es como luce, y es por eso que debo hacerlo», las lleva de nuevo a las Escrituras, y «así es como debo vivirlo».
Holly: Así es. Creo que ahora el mayor reto ha salido de esto… luego de firmar el documento durante la conferencia de Mujer Verdadera, o en línea, o tal vez si estuviste en la República Dominicana y tenías algunas hermanas que estaban en la conferencia, y leíste el manifiesto y lo firmaste en tu país... Ahora el reto es ver cómo luce en nuestra cultura que una mujer diga: «Yo soy una mujer verdadera o yo deseo ser una mujer verdadera, ser una mujer de Dios; pero ¿cómo impacta esto el día a día en mi vida en cómo amo a mi marido, en cómo vivo como cristiana soltera, en cómo crío a mis hijos? ¿Cómo afecta esto mi vida diaria?»
Nancy: Eso es lo que vamos a estar desarrollando en el resto de este manifiesto mientras hablamos sobre principios específicos, afirmaciones específicas y puntos específicos. Habiendo pasado estos días introduciendo estas enseñanzas, hemos dicho que las mujeres cristianas debemos «desear honrar a Dios viviendo vidas contraculturales que reflejen la belleza de Cristo y de Su evangelio en nuestro mundo». Ahora, me parece inspirador. Me resulta motivacional. Me parece que nos da una visión, pero ¿cómo lucirá esto?
Somos mujeres en diferentes etapas de la vida, y por eso no hay manera en que podamos hacer esto de manera exhaustiva, porque las mujeres somos diferentes– pero ¿cuáles son algunas de las formas prácticas, en las que puede una mujer reflejar la belleza de Cristo y de Su evangelio en nuestro mundo?
Vamos a partir de estas declaraciones teológicas como base, para darle un poquito de cuerpo. Somos mujeres en diferentes etapas de la vida. Estamos ministrando a mujeres. Ahora yo quisiera que ustedes me ayuden a pintar un cuadro de cómo luciría esto en la práctica para esas mujeres.
Kim: Se trata de tomar decisiones difíciles basadas en las Escrituras. He compartido esto antes en Aviva Nuestros Corazones, pero, para mí, va más allá de solo verlo en las Escrituras o tener conocimiento de esto. Es llevarlo a la práctica en casa en la forma en que trato a mi marido y a mis hijos. He compartido cómo en mis primeros años de matrimonio, yo era una mujer testaruda, fuerte y obstinada en lo que yo creía, con un sentido muy dogmático de las cosas, y no aplicaba mucho de las verdades de las Escrituras, y sus aspectos santificantes como la gracia, la gentileza, la humildad, la bondad...
Nancy: Definitivamente hay una diferencia en la forma de expresar esas opiniones.
Kim: Sí, sí la hay. Así que por eso, no muchos años después de nuestro matrimonio, recuerdo que mi esposo me miró y me dijo: «Ya no te amo». Hubo un tiempo en nuestro matrimonio donde ambos lo dijimos –no públicamente– pero ambos sabíamos que la única cosa que nos mantenía unidos era nuestro compromiso con Cristo.
Pero entonces Dios comenzó la transformación en mi corazón y en mi vida, y mucho de ello fue simplemente vivir aplicando la verdad de las cosas que leemos aquí en el manifiesto, en mi propia vida; fue ahí que empecé a ver mi matrimonio cambiar. Comencé a ver mi matrimonio transformarse. Estoy viviendo hoy un matrimonio transformado, y me entusiasma mucho ver lo que Dios ha hecho en nuestro hogar, en mi vida. Esta es una de las razones por la que me veo motivada a compartir estas verdades con las mujeres. La verdad de Dios es poderosa es transformadora.
Holly: Transformación, creo que es una palabra que nos viene a la mente cuando pensamos no solo en la conferencia Mujer Verdadera y su impulso, sino en la realidad de lo que debe ocurrir ahora que estas verdades se han puesto en marcha. No es algo que simplemente acabo de firmar, sino que se trata de cómo vivo esas verdades. Es algo que yo elijo hacer dentro de las cuatro paredes de mi casa, así que, ya sea que esté en una conferencia de Mujer Verdadera o parada en mi casa, mi vida es la misma, es algo que yo elijo hacer. No es que vivamos en esta burbuja de Mujer Verdadera donde. . .
Nancy: ¿Que tú crees Holy? Vamos a empezar a vender eso, burbujas de Mujer Verdadera.
Holly: Sí, si existiera, me gustaría tener mi propia burbuja.
Nancy: Pero nunca vas a poder tenerla con todos esos hijos y nietos que tienes.
Holly: Lo sé Nancy, pero lo que significa es que al vivir la vida igual que nuestros vecinos inconversos que pudieran estar lidiando con los mismos problemas de la vida, tenemos una perspectiva distinta a través de la que vemos la vida. Esta afecta las elecciones que hacemos, la forma en que nos relacionamos con los demás, cómo nos relacionamos los unos con los otros. Estamos viviendo frente a ellos el ejemplo de vida cristiana que Dios quiere que tengamos.
Kim: Sí, nuestros vecinos no creyentes deberían mirar nuestras vidas y decir: «Yo sé que ella ama a su marido por la forma en que lo trata. Yo sé que ella es intencional en amar y en formar a sus hijos». Ellos deben ser capaces de ver y reconocer esto en nosotras, así que nosotras tenemos que ser el testimonio del poder de Cristo.
Nancy: Eso es interesante. Me encontré preguntándome recientemente, cuando respondo a la presión y a las circunstancias que están fuera de mi control, «¿es diferente mi respuesta en esta situación a la de una mujer que no conoce al Señor?»
Kim: Debería serlo.
Nancy: Debería serlo, pero muchas veces no es así. Ahí es donde este manifiesto, este documento, me llama de nuevo a esos principios fundamentales. No es que algo en este manifiesto sea diferente de lo que hay en las Escrituras. Es que me invita de nuevo a resaltar y a poner en su lugar, la soberanía de Dios, esas reglas soberanas de las que hemos estado hablando una y otra vez en esta primera parte.
Si aconsejáramos nuestro corazón de acuerdo con la verdad de que Él es Dios y no nosotras, que Él tiene el derecho de tomar la decisión final, entonces eso afectaría la manera en que debo manejar el estrés, el dolor, las buenas y las malas noticias, si fuera el caso. Tantas veces me encuentro reaccionando en formas que son tan naturales en lugar de sobrenaturales, y es ahí donde digo: «Este no es el comportamiento de una mujer verdadera. Este no es el comportamiento de una verdadera hija de Dios. Esta es la misma forma en la que cualquiera en el mundo respondería de manera natural si no tuviera el poder y la Palabra de Dios, que yo tengo, así que puedo responder de manera diferente».
Holly: Hablo con mis hijos todo el tiempo sobre el dominio propio. Por supuesto, cuando son jóvenes deben aprender a practicar el dominio propio o el control interno, pero como creyentes, si no aprendemos que el centro de control es el Espíritu Santo en nuestra vida, entonces posiblemente no podremos vivir los principios de este manifiesto, porque no podremos hacerlo en nuestra carne. No podemos hacerlo apartados de Dios. No podemos hacerlo si no permitimos el obrar de Su Espíritu en nuestras vidas.
Así que en aquellos momentos en los que sabemos que estamos fuera de la perfecta voluntad de Dios, lo que pasa es que a medida que maduramos y crecemos, tal vez la primera vez me tome dos días regresar a lo que yo sé que es cierto, pero mientras más permanezco en el camino, me puede llegar a tomar algunos segundos responder.
Pero cuanto más rápido tenga oídos para escuchar cuando Dios le pide a mi espíritu y a mi corazón volverse a Él, rendir mi corazón, aconsejar mi corazón, como dices, conforme a Su Palabra; entonces a medida que crezco y maduro en el Señor, me arrepiento más rápidamente. Respondo con mayor rapidez, así que mi vida, puede ser diferente en diez años, de lo que luce ahora. Pero en el transcurso de mi vida, hay una progresión. Si alguien la observa, esta apunta hacia Cristo.
Ninguna de nosotras nunca será la mujer perfecta, pero debemos ser mujeres que estén buscando constantemente ser semejantes a Cristo. Cuanto más vivamos, mientras más avancemos en cada etapa de nuestras vidas, Dios será más y más glorificado por cómo vivamos. Ese es parte del propósito para el cual estamos aquí, para ser conformadas a la imagen de Cristo, es por eso que estamos todavía aquí en la tierra.
Nancy: Espero que hayas abrazado ese llamado y que estés comprometida a permanecer en el proceso de aprender lo que significa glorificar a Cristo al convertirte en una mujer verdadera de Dios.
Una forma de comenzar es mediante la lectura personal del Manifiesto de la Mujer Verdadera. Puedes leerlo en línea en AvivasNuestrosCorazones.com. Entonces, si estás de acuerdo con el mensaje de ese documento, y tienes un corazón para vivir y proyectar la imagen de Cristo, quiero animarte a agregar tu nombre a este documento mediante el proceso de firma en línea que vas a encontrar en AvivaNuestrosCorazones.com.
En ese caso, ¿podrías no solo vivir este mensaje sino además compartirlo con otras? El movimiento sigue extendiéndose y nos gozamos en ver a tantas y tantas mujeres abrazar las verdades de la Palabra de Dios con relación a su género.
Carmen: Así es Nancy.
Queremos continuar llamando a más y más mujeres a libertad, plenitud, y abundancia en Cristo, que es lo que nos permite modelar la feminidad bíblica a un mundo que rechaza a su Creador.
Dios nos dice en Colosenses, capítulo 2:
«Por tanto, de la manera que recibisteis a Cristo Jesús el Señor, así andad en Él; firmemente arraigados y edificados en Él y confirmados en vuestra fe, tal como fuisteis instruidos, rebosando de gratitud. Mirad que nadie os haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo» (v.6-8).
Conoce cómo se aplica esto a tu vida, y únete a un ejército de mujeres que quieren andar arraigadas en la Palabra de Dios. Te invitamos a ser parte de la conferencia Mujer Verdadera 2020. Los días 13 y 14 de marzo, en Monterrey México. ¡Inscríbete hoy!
Nancy: Gracias Carmen. De hecho, una mujer nos escribió:
«Estoy muy gozosa de informarles que exactamente a un año de que tenga lugar la Conferencia Mujer Verdadera 2020 en Monterrey, México; ¡un grupo de nueve hermanas de mi iglesia acabamos de comprar nuestros boletos de avión en una buena promoción! Es algo que Dios permitió pues al iniciar este día no sabíamos que terminaría con esta bendición».
¡Anímate tú también! Reúne un grupo de hermanas o invita a tus hijas, y juntas busquemos a Dios para que en Su gracia andemos arraigadas en la verdad.
Carmen: ¿Cómo es posible vivir como mujeres verdaderas de Dios en medio de tanta oscuridad? Mañana, Nancy retomará la conversación con Holly Elliff y Kim Wagner para ayudarnos a responder esta pregunta. Te esperamos aquí en Aviva Nuestros Corazones.
Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss de Wolgemuth, un ministerio que tu apoyo hace posible, es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras son tomadas de La Biblia de las Américas a menos que se indique lo contrario.
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