
Peligros en la crianza
La crianza, aunque es un proceso constante y desafiante, tiene repercusiones eternas y es una oportunidad invaluable para guiar a nuestros hijos de una manera que honre al Señor. ¡Escucha más en el episodio de hoy!
Frases destacadas del episodio de hoy:
¿Cómo podemos estar apercibidas de que hay peligros para nuestros hijos o para nosotras mismas?
- Como mamás, Dios nos ha dado la responsabilidad y el privilegio de proteger y guiar a nuestros hijos. Aunque es una tarea hermosa, a veces es difícil.
- Debemos estar alertas y tener una mente clara para poder tener cuidado de nosotras mismas y de nuestra vida espiritual, para que entonces, con los ojos espirituales abiertos, podamos ver los peligros que nos amenazan y así podamos advertirles a nuestros hijos, y ellos puedan avanzar con Dios como escudo y protección.
- Uno de los blancos favoritos de nuestro enemigo son las almas de nuestros hijos. …
La crianza, aunque es un proceso constante y desafiante, tiene repercusiones eternas y es una oportunidad invaluable para guiar a nuestros hijos de una manera que honre al Señor. ¡Escucha más en el episodio de hoy!
Frases destacadas del episodio de hoy:
¿Cómo podemos estar apercibidas de que hay peligros para nuestros hijos o para nosotras mismas?
- Como mamás, Dios nos ha dado la responsabilidad y el privilegio de proteger y guiar a nuestros hijos. Aunque es una tarea hermosa, a veces es difícil.
- Debemos estar alertas y tener una mente clara para poder tener cuidado de nosotras mismas y de nuestra vida espiritual, para que entonces, con los ojos espirituales abiertos, podamos ver los peligros que nos amenazan y así podamos advertirles a nuestros hijos, y ellos puedan avanzar con Dios como escudo y protección.
- Uno de los blancos favoritos de nuestro enemigo son las almas de nuestros hijos. Así que, si nosotras no estamos conscientes de que están en juego sus almas inmortales, ¿cómo podremos actuar en beneficio de ellos para la gloria de Dios?
- El hecho de poder concentrarnos en nuestros hijos y en su crianza, es importante. Si Dios te ha concedido el enorme privilegio de cuidar de tu esposo y de tus hijos, ¡dale gracias y aprovecha cada oportunidad que tienes por delante!
- Como madres creyentes, anhelamos llegar a la ciudad celestial, y de la misma manera, oramos y buscamos que de los hijos que el Señor nos dio, no se pierdan ninguno.
- Cuando nuestra mente está dividida y con muchos afanes, perdemos de vista muchos detalles importantes del día a día de la crianza.
- En este mundo de tantas distracciones, cuando tienes muchos frentes abiertos, tendemos a descuidar lo que es más cercano para nosotras: las personas con quienes vivimos. Pídele al Señor que te dé la perspectiva correcta.
Tres peligros en la crianza que están enlazados entre sí:
Peligro #1: Falta de límites
- No dar instrucciones claras en las vidas de nuestros hijos.
- Dios es un Dios de orden: como seres creados a Su imagen y semejanza, funcionamos mejor siguiendo estructuras y reglas en las diferentes esferas de la vida.
- Hoy se está viviendo una crianza muy enfocada en lo que el niño quiere, o cómo se sienta, o lo que lo complace. Es común que no haya reglas claras y que los niños gobiernes y los padres no ejerzan su autoridad dada por Dios.
- Debemos involucrarnos en establecer reglas claras de acuerdo a la edad de nuestros hijos, los valores familiares cristianos, y a la sabiduría de Dios.
Peligro #2: Permisividad
- Este peligro se ve cuando conocemos los límites solo intelectualmente, pero no tomamos las acciones de lugar.
- Fallamos en corregir la desobediencia y no aplicar el castigo requerido, y así deshonramos a Dios.
- La crianza es una batalla diaria que requiere consistencia, atención de tu parte, enfoque y disciplina.
- Hoy más que nunca tendemos a esa debilidad emocional que quiere evitar la confrontación, porque hemos sido permeadas por todas las filosofías de la crianza en esta época.
- Estamos llamadas a alinear a nuestros hijos con lo que Dios declara en Su Palabra: lo que es bueno y lo que es malo, y llevar las situaciones hasta donde Dios quiere que las llevemos, no solo en la teoría, sino en las acciones de lugar con amor, firmeza y coherencia.
Peligro #3: Descuido
- Descuidamos lo que es realmente importante.
- Dios nos ha confiado la crianza de nuestros hijos por un breve tiempo. ¡No hay tiempo que perder!
- Las almas de nuestros hijos son eternas y no sabemos los años que Dios les dé en esta vida, ¿qué estás haciendo por ellos? No descuides el llamado, el ministerio que Dios te ha puesto en las manos.
- Como madres estamos llamadas a ser protectoras y guías espirituales. Cada día tomamos cientos de decisiones sobre los límites, correcciones y prioridades.
- A través de la oración, reflexión y la meditación de la Palabra de Dios, podemos mantener nuestras mentes claras y enfocadas para discernir los peligros que acechan a nuestros hijos y actuar de acuerdo con la voluntad de Dios.
- El viaje de la maternidad es un desafío constante, pero tiene repercusiones eternas y es un gran privilegio.
- Si mantienes tu visión espiritual clara, podrás proteger a nuestros hijos estando alerta a esos peligros que no son visibles a simple vista.
- Esfuérzate en la gracia y en llevar adelante ese llamado glorioso que el Señor te dio. Él ha prometido ayudarnos, ha prometido Su presencia, Su guía y Su dirección.
- Dios nos recuerda que tenemos en Él todo lo necesario para hacer de esta labor un deleite, además de un esfuerzo constante en el poder y en la gracia de Su Espíritu Santo.
Pasajes bíblicos para ser alentada:
«Por tanto, tengan cuidado cómo andan; no como insensatos sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos». —Efesios 5:15-16
«Porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios…». —2 Corintios 10:4
«Pues Su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad…». —2 Pedro 1:3
«Si alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada». —Santiago 1:5
«…críenlos en la disciplina e instrucción del Señor». —Efesios 6:4
Recursos recomendados:
Episodio, Sé fiel en entrenar a tus hijos
Episodio, ¡No temas disciplinar!
Episodio, El peligro de un corazón dividido
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