Mamá, ¡edifica tu hogar!
Mamá, la obra que tú estás haciendo ¡es muy importante y estratégica para el Reino! No te dejes desanimar por los mensajes y las ideologías del mundo que quieren desenfocarte, distraerte y debilitar tus esfuerzos. Sigue adelante con tu vista puesta en el Señor.
Veamos juntas cómo el ejemplo de la vida de Nehemías, mientras reedificaba los muros de Jerusalén, puede ser de bendición para nosotras hoy 👇🏼
«Cuando Sanbalat se enteró de que estábamos reedificando la muralla, se enfureció y se enojó mucho. Y burlándose de los judíos, habló en presencia de sus hermanos y de los ricos de Samaria, y dijo: «¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿La restaurarán para sí mismos? ¿Podrán ofrecer sacrificios? ¿Terminarán en un día? ¿Harán revivir las piedras de los escombros polvorientos, aun las quemadas?». Tobías el amonita estaba cerca de él, y dijo: “Aun lo que están edificando, si un zorro saltara sobre …
Mamá, la obra que tú estás haciendo ¡es muy importante y estratégica para el Reino! No te dejes desanimar por los mensajes y las ideologías del mundo que quieren desenfocarte, distraerte y debilitar tus esfuerzos. Sigue adelante con tu vista puesta en el Señor.
Veamos juntas cómo el ejemplo de la vida de Nehemías, mientras reedificaba los muros de Jerusalén, puede ser de bendición para nosotras hoy 👇🏼
«Cuando Sanbalat se enteró de que estábamos reedificando la muralla, se enfureció y se enojó mucho. Y burlándose de los judíos, habló en presencia de sus hermanos y de los ricos de Samaria, y dijo: «¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿La restaurarán para sí mismos? ¿Podrán ofrecer sacrificios? ¿Terminarán en un día? ¿Harán revivir las piedras de los escombros polvorientos, aun las quemadas?». Tobías el amonita estaba cerca de él, y dijo: “Aun lo que están edificando, si un zorro saltara sobre ello, derribaría su muralla de piedra”. Oye, oh Dios nuestro, cómo somos despreciados. Devuelve su oprobio sobre sus cabezas y entrégalos por despojo en una tierra de cautividad. No perdones su iniquidad, ni su pecado sea borrado de delante de Ti, porque han desmoralizado a los que edifican. Y edificamos la muralla hasta que toda la muralla estaba unida hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar». –Nehemías 4:1–6
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Tú, como mamá, estás ocupada construyendo algo precioso mientras edificas un hogar y construyes una familia criando, entrenando y discipulando almas que serán la iglesia del futuro.
«Hacíamos el trabajo con la mitad empuñando lanzas desde el despuntar del alba hasta que salían las estrellas. En aquel tiempo dije también al pueblo: “Cada hombre con su ayudante pase la noche dentro de Jerusalén, para que nos sirvan de centinela por la noche y de obrero por el día”. Ni yo, ni mis hermanos, ni mis criados, ni los hombres de la guardia que me seguían, ninguno de nosotros se quitó la ropa; cada uno llevaba su arma aun en el agua». –Nehemías 4:21–23
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Debemos estar continuamente recordando la verdad de la Palabra de Dios y ser parte de un cuerpo que nos anime en esta carrera.
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Debemos traer cautivo todo pensamiento y argumento que se levante contra la sabiduría de Dios en este llamado de la maternidad.
«Cuando se les informó a Sanbalat, a Tobías, a Gesem el árabe y a los demás enemigos nuestros que yo había reedificado la muralla y que no quedaba ninguna brecha en ella (aunque en aquel tiempo yo no había asentado todavía las hojas en las puertas), Sanbalat y Gesem enviaron a decirme: “Ven, reunámonos en Quefirim en el llano de Ono”. Pero ellos tramaban hacerme daño. Y les envié mensajeros, diciéndoles: «Yo estoy haciendo una gran obra y no puedo descender. ¿Por qué ha de detenerse la obra mientras la dejo y desciendo a ustedes?». –Nehemías 6:1–3
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Tú estás involucrada en una gran obra de construcción. Si eres una mujer sabia según la palabra de Dios, estarás edificando y no derribando (Prov. 14:1).
Recomendaciones prácticas mientras estás en tu labor como madre de edificar:
- Ora continuamente por tu esposo, por cada uno de tus hijos y por ti misma.
- Encomiéndate a Dios cada día mientras pones manos a la obra. Es una obra que requiere sacrificio, demanda energía y enfoque, por lo tanto, pídele a Dios que te fortalezca con su gracia y que te dé un Espíritu agradecido y gozoso en medio de tu labor.
- Mantente alerta a los ataques del enemigo. Muchas veces el ataque viene de afuera (mensajes, malos consejos, ideologías que no son de Dios), pero también de nuestro propio corazón engañoso. Guarda tu corazón y tu mente.
- Ora por tener un Espíritu autogobernado, por dominio propio. Pide a Dios que te ayude a someter tus emociones al dominio de Su Espíritu y que te dé un Espíritu afable y apacible para no ser fácilmente irritada.
- Haz todo – aun las labores más ordinarias – con la gloria de Dios en mente. No hay labor pequeña en tu hogar, todas son gloriosas cuando las hacemos para Él.
Así que, ¡manos a la obra mamá! Sigue adelante, sigue divirtiéndote, sigue haciendo esta hermosa labor que Dios te ha encomendado. Esfuérzate y no desmayes porque hay recompensa para tus obras, esa es una promesa con la que puedes contar.
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