«¡Es que no sé ni por dónde comenzar!» No menosprecies los pequeños esfuerzos
Muchas mamás se sienten ahogadas en medio de la rutina diaria: la cocina, la limpieza y mantenimiento del hogar, las múltiples tareas, compromisos y oportunidades que se presentan. Se sienten abrumadas con listas interminables que no parecen nunca completar, y con sueños o deseos que nunca parecen materializarse.
Pensando en esas mamás, pensando en ti, hoy queremos animarte con un principio que vemos a través de toda la Escritura, en múltiples historias y relatos de obrar de Dios. Se trata del impacto de las pequeñas cosas: los pequeños inicios, los pequeños lugares, los pequeños actos de servicio, la obediencia en cosas pequeñas, los primeros pasos que conducen a grandes impactos con el tiempo. ¡Acompáñanos!
Frases destacadas del episodio de hoy:
El profeta Zacarías animaba al pueblo que había estado desterrado en Babilonia diciéndoles que ahora era tiempo de regresar. El pueblo estaba temeroso y desanimado. Zorobabel había comenzado los cimientos …
Muchas mamás se sienten ahogadas en medio de la rutina diaria: la cocina, la limpieza y mantenimiento del hogar, las múltiples tareas, compromisos y oportunidades que se presentan. Se sienten abrumadas con listas interminables que no parecen nunca completar, y con sueños o deseos que nunca parecen materializarse.
Pensando en esas mamás, pensando en ti, hoy queremos animarte con un principio que vemos a través de toda la Escritura, en múltiples historias y relatos de obrar de Dios. Se trata del impacto de las pequeñas cosas: los pequeños inicios, los pequeños lugares, los pequeños actos de servicio, la obediencia en cosas pequeñas, los primeros pasos que conducen a grandes impactos con el tiempo. ¡Acompáñanos!
Frases destacadas del episodio de hoy:
El profeta Zacarías animaba al pueblo que había estado desterrado en Babilonia diciéndoles que ahora era tiempo de regresar. El pueblo estaba temeroso y desanimado. Zorobabel había comenzado los cimientos del templo, pero la obra permanecía inconclusa. El profeta les anima recordándoles que no se trata de su poder ni de sus fuerzas, sino que debían de contar con el poder del Espíritu. Les dice en Zacarías 4:6–7:
«No es por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales. Nada impedirá el camino de Zorobabel, ni siquiera una montaña gigantesca, ¡pues se convertirá en llanura delante de él! Y cuando Zorobabel coloque la última piedra del templo en su lugar, la gente gritará: “¡Dios lo bendiga! ¡Dios lo bendiga!”».
Dios mismo bendeciría la obra de Sus manos y les ayudaría a concluir la construcción. Él continuó diciéndoles en los versículos 9-10: «Zorobabel es quien colocó los cimientos de este templo y él los terminará. Así ustedes sabrán que el Señor de los Ejércitos Celestiales me envió. No menosprecien estos modestos comienzos, pues el Señor se alegrará cuando vea que el trabajo se inicia…».
- ¿Qué obra o trabajo te está pidiendo Dios completar ahí en medio de tu hogar, de tu familia?
- Dios te recuerda hoy: «No es por tu poder ni por tu fuerza. ¡Yo estoy contigo y yo te ayudaré!» Da ese primer paso y comienza lo que Dios te ha encomendado.
- Dios puede hacer grandes cosas a través de tu pequeño talento, de tu poco tiempo, tu poco conocimiento, de tus pocas fuerzas o pobre motivación. Recuerda, Dios no está pensando en tu éxito, sino en tu fidelidad, aun en las cosas pequeñas tienes por hacer.
- Tu poco esfuerzo, un poco de tiempo diario dedicado a «esa» tarea tan difícil que te abruma, un poco de trabajo, un primer paso en la dirección correcta, tiene un gran alcance con el tiempo.
- Un pequeño esfuerzo hoy tiene grandes repercusiones en el futuro.
- La fidelidad diaria, manifestada en pequeños actos de obediencia y de fe a través del tiempo, produce una gran cosecha.
Recursos recomendados:
- Audio-blog, «Madres agotadas, un Dios fiel»
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