Aprendiendo de la paternidad de Dios: ¿cómo disciplina Dios a Sus hijos?

Temas: Crianza , Familia , Maternidad

Como mamá, tienes la encomienda de parte de Dios de levantar una generación para Él. ¿Estás disciplinando a tus hijos en el temor del Señor? Acompáñanos junto a Laura González De-Chávez para recibir consejo de la Palabra del Señor.

Frases destacadas del episodio de hoy:

Desafortunadamente, hoy en día la autoridad no es respetada en casi ningún ámbito de la vida. Todo inicia cuando los niños respetan o no la autoridad en su hogar. Cuando esta no se modela en la relación esposo y esposa, tampoco se les enseñará a los hijos. Así que, no debe sorprendernos que el mundo está viviendo una anarquía donde no se respeta ninguna autoridad.
El ser humano quiere ser su propia autoridad, su propio Dios, y nunca ha sido esto tan obvio como los tiempos que estamos viviendo. Nadie quiere sujetarse ni rendir cuentas; nadie quiere ser estorbado y todos desean hacer lo que …

Frases destacadas del episodio de hoy:

Desafortunadamente, hoy en día la autoridad no es respetada en casi ningún ámbito de la vida. Todo inicia cuando los niños respetan o no la autoridad en su hogar. Cuando esta no se modela en la relación esposo y esposa, tampoco se les enseñará a los hijos. Así que, no debe sorprendernos que el mundo está viviendo una anarquía donde no se respeta ninguna autoridad.
El ser humano quiere ser su propia autoridad, su propio Dios, y nunca ha sido esto tan obvio como los tiempos que estamos viviendo. Nadie quiere sujetarse ni rendir cuentas; nadie quiere ser estorbado y todos desean hacer lo que se siente bien, o lo que está bien ante sus propios ojos.
La rebeldía es lo opuesto a la sumisión o sujeción. Es una independencia obstinada o testaruda; una actitud arrogante hacia la autoridad. Es la actitud contraria a nuestro Señor Jesucristo, quien es nuestro modelo; es la actitud de Satanás.
Dios responde ante la desobediencia y la falta de sujeción a Su autoridad con consecuencias duras y dolorosas, y podemos ver algunos ejemplos de ello a lo largo de las Escrituras. Para cada acto de rebeldía, desobediencia y de no seguir al Señor, hay una consecuencia dolorosa.
Como mamá, tú demuestras tu deleite en tu hijo, así como el Señor muestra su deleite en ti como Su hija, cuando lo disciplinas, porque lo amas.
Dios disciplina a Sus hijos desobedientes, y eso se ve mayormente en las circunstancias duras y dolorosas. Lo hace para quebrantar su voluntad rebelde y volverlos a Él, y lo hace por amor; porque nos ama, pues se deleita en nosotros y nos trata como a hijos.
Como padres, tenemos la encomienda de parte de Dios de levantar una generación para Él, y aunque no tenemos la capacidad de salvar a nuestros hijos porque solo Dios tiene esa capacidad, podemos entrenarlos para obedecer a través de las herramientas de disciplina que Dios ha establecido en Su Palabra.
El punto de inicio es el temor a Dios. Como padres, estamos llamados a controlar y gobernar nuestros hogares y a entrenar a nuestros hijos para obedecer, criándolos, entrenándolos con firmeza y amor en dominio propio y sumisión a la autoridad.
Donde se practique la disciplina bíblica, ese es un hogar estable que glorifica a Dios.

Pasajes bíblicos para ser alentada:

«Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios; teniendo apariencia de piedad».

-2 Timoteo 3:1-5

«“Hijo Mío, no tengas en poco la disciplina del Señor, ni te desanimes al ser reprendido por Él. Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo”.

Es para su corrección que sufren. Dios los trata como a hijos; porque ¿qué hijo hay a quien su padre no discipline? Pero si están sin disciplina, de la cual todos han sido hechos participantes, entonces son hijos ilegítimos y no hijos verdaderos. Además, tuvimos padres terrenales para disciplinarnos, y los respetábamos, ¿con cuánta más razón no estaremos sujetos al Padre de nuestros espíritus, y viviremos? Porque ellos nos disciplinaban por pocos días como les parecía, pero Él nos disciplina para nuestro bien, para que participemos de Su santidad. Al presente ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza. Sin embargo, a los que han sido ejercitados por medio de ella, después les da fruto apacible de justicia».

-Hebreos 12:5-11

«Hijo mío, no rechaces la disciplina del Señor, ni aborrezcas Su reprensión, porque el Señor ama a quien reprende, como un padre al hijo en quien se deleita».

-Proverbios 3:11-12