Día 98 | 2 Samuel 23 – 24

«Después que David contó el pueblo le pesó en su corazón. Y David dijo al Señor: “He pecado en gran manera por lo que he hecho. Pero ahora, oh Señor, te ruego que quites la iniquidad de Tu siervo, porque he obrado muy neciamente”».. -2 Samuel 23:10

Hoy terminamos el Segundo libro de Samuel. Cada historia nos ha dejado enseñanzas a nuestra vida y nos ha permitido conocer más el carácter de nuestro Dios.

Los valientes de David

¡Me encantaría que los 37 que se mencionan en el capítulo 23 versículo 39 pudieran tener una historia detallada en las Escrituras! Los primeros que se mencionan aquí en el capítulo 23 tal vez no fueron los más conocidos por la gente de su tiempo o por nosotras, ya que no leemos acerca de ellos en ningún otro lugar, pero se mencionan como grandes a los ojos del Señor.

Enfoquémonos en algunos de ellos:

• Joseb Basebet: Mató a 800 hombres en una ocasión. Definitivamente, me hace pensar en un superhéroe.
• Eleazar: Cuando todo Israel huyó de los filisteos, él se levantó y los atacó hasta que su mano estuvo cansada y pegada a la espada. A través de este hombre, el Señor trajo la victoria. El resto de los hombres de Israel solo regresaron para participar de las ganancias.
• Sama: Defendió la comida del pueblo de Dios protegiendo un campo de lentejas de los filisteos. Cuando estuvo bajo ataque, hirió a todos los filisteos.

Estos hombres poderosos fueron héroes para David. Él no era el único. Probablemente, fue algo bueno para David el ser humillado y que no llegara a su cabeza que era el único poderoso en la batalla. Vemos que la fe y la devoción de David a Dios empoderaron a otros hombres para ser vencedores.

• ¿Cómo te ha permitido Dios levantar a otras personas a través de tu ministerio?

El censo lleva a la peste

¿Por qué Dios pediría a David que hiciera un censo que lo haría pecar? Este pecado de David causó la muerte de 70 mil hombres, ese fue el castigo de Dios contra Israel. En 1 Crónicas 21:1 dice: «Satanás se levantó contra Israel y provocó a David a hacer un censo de Israel». Entonces, ¿quién lo hizo? ¿Quién incitó a David a pecar? ¿Dios o Satanás? Santiago 1 versículo 13 dice: «Que nadie diga cuando es tentado: “Soy tentado por Dios”. Porque Dios no puede ser tentado por el mal y Él mismo no tienta a nadie». Entonces, Dios no nos tienta, pero sí nos prueba. Tal vez como Job, Dios permitió que Satanás tentara a David. 

En última instancia, lo que sucede no es solo el castigo por haber hecho enojar a Dios contra Israel, sino también que el corazón de David sigue siendo cincelado; así lo vemos al final del capítulo 24 versículos 10 y 24, y también al final de su vida. ¡Que incluso cuando nosotras nos acerquemos al final de nuestra vida, dejemos que el Señor cincele nuestro corazón para que sea más como el Suyo!

• ¿Cómo respondes cuando la Escritura es confusa o no pareciera «clara»?
• ¿Alguna vez te has sentido tentada? ¿Y probada? ¿De qué? ¿Cómo respondiste?

¿Te consideras valiente? ¿Por qué sí o por qué no?

¿Cómo resumes la vida de David en este libro en una oración?

¿Encuentras alguna promesa o mandamiento o verdad que apunta a Cristo?

¿Qué verdad de este pasaje puedes aplicar a tu vida hoy?

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