Día 70 | Jueces 1 – 3
Hoy iniciamos el libro de los Jueces, y veremos una nueva etapa en la vida del pueblo de Israel. Dios era su rey, pero ellos eligieron desobedecer y Dios tuvo que levantar jueces para liberarlos. Si tienes la Biblia Devocional Mujer Verdadera te recomiendo leer la introducción del pastor Sugel Michelen para que tengas una idea panorámica del libro.
1. Es increible como somos que pronto se nos olvidan los hechos poderosos de Dios e ignoramos sus recomendaciones y mandamientos. ¿Recuerdas cómo exhorto Josué al pueblo antes de morir?
Lee de nuevo el capítulo 23 del libro de Josué para refrescar tu memoria.
- A la luz de este capítulo, ¿que ves al pueblo hacer cuando muere Josué?
2. Los hijos de Israel consultaron a Dios después de la muerte de Josué. Le preguntan quién iría a pelear contra los cananeos. El Señor contestó muy claramente: «Judá subirá; he aquí que …
Hoy iniciamos el libro de los Jueces, y veremos una nueva etapa en la vida del pueblo de Israel. Dios era su rey, pero ellos eligieron desobedecer y Dios tuvo que levantar jueces para liberarlos. Si tienes la Biblia Devocional Mujer Verdadera te recomiendo leer la introducción del pastor Sugel Michelen para que tengas una idea panorámica del libro.
1. Es increible como somos que pronto se nos olvidan los hechos poderosos de Dios e ignoramos sus recomendaciones y mandamientos. ¿Recuerdas cómo exhorto Josué al pueblo antes de morir?
Lee de nuevo el capítulo 23 del libro de Josué para refrescar tu memoria.
- A la luz de este capítulo, ¿que ves al pueblo hacer cuando muere Josué?
2. Los hijos de Israel consultaron a Dios después de la muerte de Josué. Le preguntan quién iría a pelear contra los cananeos. El Señor contestó muy claramente: «Judá subirá; he aquí que yo he entregado esa tierra en sus manos». (v. 70:2).
- ¿Qué es lo que hace Judá inmediatamente? (v70:3)?
Tan pronto muere Josué los hijos de Israel empiezan a actuar de acuerdo a su propia prudencia.
«Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento». –Proverbios 3:5 (NBLA).
- Evalúa tu vida y tus elecciones. ¿En qué áreas estás actuando de acuerdo a tu propio entendimiento y no estás confiando en Dios?
3. Una y otra vez leemos cosas como: «más no terminaron de arrojar a los que habitaban allí» o «los hicieron tributarios, más no los arrojaron».
- Lee otra vez Éxodo 34:12-16. ¿Cuál fue la advertencia de Dios en esa ocasión?
Tal y como les advirtió Josué (Josué 24:19), ellos no hicieron lo que Dios les mandó, sino que empezaron a transigir aquí y allá. Estos pueblos terminaron siendo para ellos lazo y tropiezo (v. 1:34), «por azote para sus costados y espinas para sus ojos» (Josué 23:13 pf). Los enemigos que pensaban que habían hecho tributarios o que habían subyugado, terminan controlandolos a ellos.
El pecado que no confesamos, minimizamos, ignoramos o secretamente acariciamos igualmente nos acosa y nos impide correr la carrera de la fe. No solo nos destruye a nosotros y nos hace inefectivas para el reino, sino que destruye familias e iglesias.
«Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe». –Hebreos 12:1-2a (NBLA)
4. En este libro vemos la misericordia de Dios, que aun ante la desobediencia del pueblo (u obediencia parcial) y apostasía les da nuevas oportunidades y los libra de sus enemigos, permaneciendo fiel a Su pacto. Hasta el mismo Ángel del Señor (otra teofanía de Cristo de las varias que hemos visto hasta aquí) les habla en un momento dado y les recuerda lo que debían hacer. Ellos lloran arrepentidos (vv. 2:1-5) para más adelante caer en lo mismo.
A través de todo el libro de jueces veremos este ciclo: el pueblo peca olvidándose del Señor, viene el juicio, opresión, servidumbre, ellos claman y viene la liberación a través de instrumentos débiles y falibles (ver 1 Corintios 1:27-28). Una y otra vez el Señor muestra paciencia y gracia hacia este pueblo rebelde y desobediente. ¡Gracias a Dios por esos años de reposo entre ciclos! (vv. 3:11; 3:30)
5. Un versículo en particular llamó mi atención: «También toda aquella generación fue reunida a sus padres [la generación de Moisés, Josué, Eleazar, etc.] y se levantó otra generación después de ellos que no conocía al Señor, ni la obra que Él había hecho por Israel». (v. 2:10).
Dos observaciones:
- No es lo mismo seguir un líder (a Josué o a un juez o libertador que Dios levantara en un momento dado) que seguir a Dios mismo.
Evalúa tu fe. ¿A quién sigues? ¿A un pastor? ¿A una iglesia en particular? ¿A una denominación? Tu fe debe estar en Cristo solamente.
- ¿Que te enseña este texto sobre la importancia de ser intencionales en pasar el legado de la fe de una generación a otra?
Hemos visto esto suceder una y otra vez: la primera generación abraza y vive el evangelio, la segunda lo asume, y la tercera lo olvida.
«Una generación alabará Tus obras a otra generación, y anunciará Tus hechos poderosos». –Salmos 145:4 (NBLA)
No podemos darnos el lujo de asumir que nuestra fidelidad a Cristo va a continuar en las futuras generaciones. Esto es algo que debe ser muy intencionalmente modelado y enseñado, sin dejar caer el bastón. Cada generación debe conocer a Dios personalmente. Y el pasar la fe comienza en el hogar. Son los padres y las madres los responsables de pasar el legado de la fe a los hijos. Sigamos el ejemplo de Josué:
«Pero yo y mi casa, serviremos al Señor». –Josué 25:15
6. Lee Jueces 3:6 y compáralo con la exhortación que vemos en el texto de Josué 23:12-13.
- ¿De qué forma desobedeció el pueblo de Israel y cómo crees que eso contribuyó a que ellos comenzaran a adorar dioses paganos?
«No estén unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas?». –2 Corintios 6:14 (NBLA)
- ¿Estás considerando algún «yugo desigual» en tu propia vida, o estás viviendo las consecuencias de estar en uno?
- ¿Qué advertencia o enseñanza obtienes de estos relatos?
7. A final de cuentas, ¿cuál era la causa de la opresión y aflicción del pueblo? (v. 3:7)
Nosotros no nos olvidamos de Dios de la noche a la mañana, sino que vamos dando pasos que nos van alejando poco a poco.
- Examina tu propia vida. ¿Te has estado acercando o alejando de Dios? No hay término medio.
Recuerda: Nuestro llamado como hijas de Dios es ser luz en medio de esta «generación perversa y torcida», no ser parte de ella (ver Fil 2:15; Efesios 5:8-16).
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