Día 68 | Josué 18 – 21
En la lectura de hoy continúa la repartición de la tierra. Gad, Rubén y la media tribu de Manasés habían elegido tierras al oriente del Jordán, y el resto de las tribus debía tomar posesión de sus tierras en el occidente, a excepción de los levitas que debían esperar la repartición que les tocaría en medio de todas las demás heredades.
1. Tomar posesión de la tierra requiere valentía y diligencia.
Josué tiene que animar a las 7 tribus (Benjamín, Simeón, Zabulón, Isacar, Aser, Neftalí, y Dan) para que avancen a tomar posesión de las tierras que el Señor les había dado (vv. 18:2-3).
Esto me hace pensar que muchas veces somos indiferentes y negligentes con lo que sabemos que Dios nos pide hacer. Ciertamente en ocasiones el llamado pudiera ser difícil, pero Él nos ha dado todo lo que necesitamos para una vida de piedad (ver 2 Pedro 1:3). …
En la lectura de hoy continúa la repartición de la tierra. Gad, Rubén y la media tribu de Manasés habían elegido tierras al oriente del Jordán, y el resto de las tribus debía tomar posesión de sus tierras en el occidente, a excepción de los levitas que debían esperar la repartición que les tocaría en medio de todas las demás heredades.
1. Tomar posesión de la tierra requiere valentía y diligencia.
Josué tiene que animar a las 7 tribus (Benjamín, Simeón, Zabulón, Isacar, Aser, Neftalí, y Dan) para que avancen a tomar posesión de las tierras que el Señor les había dado (vv. 18:2-3).
Esto me hace pensar que muchas veces somos indiferentes y negligentes con lo que sabemos que Dios nos pide hacer. Ciertamente en ocasiones el llamado pudiera ser difícil, pero Él nos ha dado todo lo que necesitamos para una vida de piedad (ver 2 Pedro 1:3).
Medita en el siguiente versículo y reflexiona en tu propia vida:
«A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado». (Stgo. 4:17)
- ¿Puedes pensar en algo que el Señor te ha dado convicción a través de Su Espíritu que debes hacer y has estado ignorando?
2. Josué recibe su heredad después que todos los demás se repartieron las suyas (vv.19:49-50).
- Siendo Josué el líder, ¿qué te enseña esto acerca del liderazgo según la Palabra de Dios?
«No hagan nada por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás». –Filipenses 2:3-4
3. Entre estas ciudades de los levitas (48 en total), se señalaron «ciudades de refugio», tres a cada lado del Jordán, donde una persona podía huir para escapar de alguien que buscaba venganza por algún crimen involuntario. Allí el acusado encontraba una especie de «asilo» o protección hasta que pudiera volver a su ciudad.
Las ciudades de refugio apuntaban a Cristo, quien es hoy un mejor refugio donde podemos acogernos cuando venimos a Él en arrepentimiento y fe.
- Las ciudades estaban repartidas de tal forma que fueran accesibles desde todas las regiones, al igual que Cristo que está cercano al pecador arrepentido. No solo podemos correr a Él, sino que es Él quien nos busca a nosotros (ver Lucas 19:10).
- Cristo es una mejor ciudad de refugio porque estas ciudades albergaban a la persona temporalmente, mientras que Cristo nos ofrece un refugio eterno.
«¡Cuán preciosa es, oh Dios, Tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se refugian a la sombra de Tus alas». –Salmos 36:7 (NBLA)
- Los que corrían a la ciudad de refugio debían presentarse delante de los ancianos y exponer su caso, y más adelante comparecer ante un juicio delante de la congregación (vv. 20:4, 6). A diferencia de ellos nosotros no tenemos que esperar un juicio… sabemos que somos culpables delante de Dios. Pero cuando estamos en Cristo pasamos de muerte a vida y somos libres de condenación (ver Juan 5:24).
«Por tanto, ahora no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu». –Romanos 8:1 (NBLA)
- ¡Cristo es nuestra ciudad de refugio! ¿Has puesto tu confianza en Él?
- ¿Es Él tu refugio?
«Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Y si alguien peca, tenemos Abogado para con el Padre, a Jesucristo el Justo.Él mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero». –1 Juan 2:1-2 (NBLA)
4. Dios cumple sus promesas (vv. 21:43-45). ¡Dios es fiel! Tu puedes confiar en Su Palabra.
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