Día 60 l Deuteronomio 29-30
Mientras estaban en Moab, y en preparación para entrar a la tierra prometida, Dios vuelve a recordar Su pacto con Israel y le confirma Sus propósitos (29:12-15).
Moisés le recuerda al pueblo las grandes cosas y señales que sus ojos han visto, la fidelidad de Dios, y el llamado del pueblo a elegir el camino de la bendición y no el de la maldición (29:2-9). Dios siempre cumpliría su parte del pacto, pero como hombres y mujeres caídos el pueblo tendería a no cumplir la suya.
1. «A Moisés dio a conocer Sus caminos, y a los israelitas Sus obras.» (Sal 103:7 NBLA). Medita en este verso a la luz de los versículos 29:2-4.
En tus propias palabras, ¿qué era lo que el pueblo no había entendido?
2. Moisés advierte al pueblo que deben cuidarse de la tentación de adorar ídolos cuando lleguen a la tierra prometida (29:16-18; 30:17-18). Aun …
Mientras estaban en Moab, y en preparación para entrar a la tierra prometida, Dios vuelve a recordar Su pacto con Israel y le confirma Sus propósitos (29:12-15).
Moisés le recuerda al pueblo las grandes cosas y señales que sus ojos han visto, la fidelidad de Dios, y el llamado del pueblo a elegir el camino de la bendición y no el de la maldición (29:2-9). Dios siempre cumpliría su parte del pacto, pero como hombres y mujeres caídos el pueblo tendería a no cumplir la suya.
1. «A Moisés dio a conocer Sus caminos, y a los israelitas Sus obras.» (Sal 103:7 NBLA). Medita en este verso a la luz de los versículos 29:2-4.
En tus propias palabras, ¿qué era lo que el pueblo no había entendido?
2. Moisés advierte al pueblo que deben cuidarse de la tentación de adorar ídolos cuando lleguen a la tierra prometida (29:16-18; 30:17-18). Aun las más pequeñas concesiones o compromisos pudiera desviarlos.
¿Cuáles son esos ídolos que tienden a alejarte de Dios y de Su voluntad para ti?
3. Moisés advierte al pueblo del autoengaño (29:19). Nunca debemos descansar en nuestra propia fortaleza e ignorar el poder que tiene el pecado para engañarnos y seducirnos.
¿Te ha pasado en alguna ocasión que pensaste que eras más fuerte de lo que en realidad eras y coqueteaste con el pecado sin considerar las consecuencias?
4. Moisés advierte al pueblo de las consecuencias de apartarse de los caminos de Dios: sufrir la ira de Dios (29:22-28).
Quizás nos resulte incomprensible la ira de Dios pero nuestra responsabilidad no es elucubrar sobre lo que no entendemos, sino obedecer lo que conocemos (v. 29:29). No somos responsables de juzgar la palabra del Señor, sino de obedecerla.
5. Conociendo la inclinación natural del hombre a desobedecer, Dios establece las condiciones para la restauración la bendición. ¿Cuál era esa condición? (ver vv 30:1-3)
Para poder obedecer a Dios era necesario volverse al Señor con todo el corazón y con toda el alma (v. 30:2,10).
¿Te has convertido al Señor con todo tu corazón y toda tu alma?
¿Has abrazado o has rechazado la vida abundante que el Senor te ofrece? No hay lugar neutral. O abrazas los mandamientos de Dios o los rechazas. Todas vamos a sufrir las consecuencias de nuestras elecciones.
Lee el versiculo 30:6.
¿Que entiendes por un corazón circuncidado?
Porque no es judío el que lo es exteriormente, ni la circuncisión es la externa, en la carne. Pues es judío el que lo es interiormente, y la circuncisión es la del corazón, por el Espíritu, no por la letra; la alabanza del cual no procede de los hombres, sino de Dios. (Romanos 2:28-29 NBLA)
Al igual que para los judíos de aquel tiempo, la Palabra está cerca de nosotros hoy para cumplirla, pero más aún, esta dentro de nosotros, escrita en las tablas de nuestro corazón. Para obedecer a Dios necesitamos una «cirugia» de corazon. Solo así podremos desear hacer (y podremos hacer) Su voluntad (Fil 2:13).
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