
Día 58 | Deuteronomio 24 – 26
En la porción de hoy seguimos leyendo sobre leyes que amparaban a las mujeres en general, a las viudas, los pobres, los extranjeros y los huérfanos. Estas leyes cuidaban de los más vulnerables y desvalidos de la sociedad. Dios estableció leyes contra la opresión, de manera que se les tratase generosa, justa y honestamente.
1. Lee el versículo 24:5. ¿No te asombra ver cómo Dios toma en cuenta el fortalecimiento del matrimonio? ¿Qué te enseña esto en cuanto al valor que tiene el matrimonio para Dios?
2. Lee los versículos 25:1-10. Esta es la llamada «Ley del Levirato». Veremos una ilustración clara de esto cuando lleguemos al libro de Rut. Booz accede casarse con Rut al ser su pariente más cercano.
Para los judíos era importante preservar el nombre familiar, pero esto también garantizaba que la viuda no quedará desvalida o desamparada. Un «pariente redentor» era el pariente más cercano …
En la porción de hoy seguimos leyendo sobre leyes que amparaban a las mujeres en general, a las viudas, los pobres, los extranjeros y los huérfanos. Estas leyes cuidaban de los más vulnerables y desvalidos de la sociedad. Dios estableció leyes contra la opresión, de manera que se les tratase generosa, justa y honestamente.
1. Lee el versículo 24:5. ¿No te asombra ver cómo Dios toma en cuenta el fortalecimiento del matrimonio? ¿Qué te enseña esto en cuanto al valor que tiene el matrimonio para Dios?
2. Lee los versículos 25:1-10. Esta es la llamada «Ley del Levirato». Veremos una ilustración clara de esto cuando lleguemos al libro de Rut. Booz accede casarse con Rut al ser su pariente más cercano.
Para los judíos era importante preservar el nombre familiar, pero esto también garantizaba que la viuda no quedará desvalida o desamparada. Un «pariente redentor» era el pariente más cercano que estuviese dispuesto a casarse con ella y mantenerla.
Cristo es nuestro maravilloso pariente Redentor, quien no solo estuvo dispuesto, sino que es el único capaz de redimirnos completamente. Lee Tito 2:14: «Él se dio por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad y purificar para Sí un pueblo para posesión Suya, celoso de buenas obras».
Cristo asumió nuestra deuda y la pagó con Su vida.
3. Debemos recordar las obras poderosas de Dios a nuestro favor. Moisés llama al pueblo a recordar su historia y las obras poderosas de Dios a su favor. Al llegar a la tierra prometida no debían olvidar de dónde Dios les había traído, y debían ser generosos con lo que habían recibido, dando alegremente sus primeras cosechas.
Lee los versículos 26:15-19. Moisés resume el pacto que Dios había hecho con el pueblo antes de llegar a la tierra prometida.
- ¿Cómo te ayuda meditar en la fidelidad pasada de Dios?
- ¿Cómo respondes ante esa fidelidad?
- ¿Das por sentado las bendiciones de Dios?
Él quiere que reconozcas que todo viene de Su mano y quiere que seas generosa con quienes lo necesitan, dando con liberalidad, así como Él te da.
- ¿Cómo puedes bendecir a otros a través de lo que Dios te ha dado a ti? Leamos:
«El que se apiada del pobre presta al Señor, y Él lo recompensará por su buena obra». –Proverbios 19:17
- A la luz de la lectura de hoy, ¿meditas frecuentemente en la obra redentora de Cristo a tu favor?
- ¿Cómo respondes ante una salvación tan grande?
¿Sabías que la animosidad de Esaú hacia su hermano menor, Jacob, fue mantenida por su descendiente Amalec? (versículos 17-19)
¿Dónde más observas este patrón en el cual el hermano mayor no acepta la bendición de Dios sobre el hermano menor? (Por ejemplo, Caín y Abel).
¿Quién es nuestro hermano mayor y cómo es nuestro ejemplo? Lee Hebreos 2:11.
Termina dando gracias a Dios por Su Palabra y Su obra redentora.
«El Señor tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y ordenanzas. Cuidarás, pues, de cumplirlos con todo tu corazón y con toda tu alma». - Deuteronomio 26:16
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