
Día 4 | Génesis 12 – 15
Estamos iniciando la historia de Abraham que tiene implicaciones importantes para la historia de redención. ¿Qué encontraste? Te comparto mis notas de hoy:
1. La fe de Abram:
- Cuando Dios lo llama a salir de su tierra y dejar atrás su parentela, él sale sin vacilar. Dios no le dijo exactamente adónde iba (le dijo que le mostraría más adelante) y aun a ciegas, él obedeció.
- Dios le había hecho grandes promesas a Abram; lo había llamado a él (no a Lot). Sin embargo, al tener que separarse de Lot, en lugar de reclamar su derecho a elegir, Abram dejó que fuera Dios quien escogiera su parte. Él confió en Dios.
- Cuando defendió a Lot y obtuvo la victoria, el rey de Sodoma le propuso que se quedara con todos los bienes, pero él rehusó la oferta y prefirió dar los diezmos a Melquisedec (una Cristofanía, o manifestación de Cristo …
Estamos iniciando la historia de Abraham que tiene implicaciones importantes para la historia de redención. ¿Qué encontraste? Te comparto mis notas de hoy:
1. La fe de Abram:
- Cuando Dios lo llama a salir de su tierra y dejar atrás su parentela, él sale sin vacilar. Dios no le dijo exactamente adónde iba (le dijo que le mostraría más adelante) y aun a ciegas, él obedeció.
- Dios le había hecho grandes promesas a Abram; lo había llamado a él (no a Lot). Sin embargo, al tener que separarse de Lot, en lugar de reclamar su derecho a elegir, Abram dejó que fuera Dios quien escogiera su parte. Él confió en Dios.
- Cuando defendió a Lot y obtuvo la victoria, el rey de Sodoma le propuso que se quedara con todos los bienes, pero él rehusó la oferta y prefirió dar los diezmos a Melquisedec (una Cristofanía, o manifestación de Cristo encarnado).
- Años después, sin descendencia, Abram se preguntaba cómo sería posible que la promesa de Dios se cumpliera, pero Dios le recordó Su promesa y Abram le creyó. Esta fe le fue contada por justicia, lo cual es el corazón del evangelio (v. 15:6).
Abram no tuvo que «ver para creer». Él creyó la promesa de Dios aun sin ver una descendencia. Dios hizo un pacto con él, y a Abram solo le tocaba creer.
La fe obedece a Dios independientemente de las circunstancias o consecuencias, y no tiene temor al hombre. La obediencia trae bendición.
Nosotras somos justificadas por nuestra fe, mediante la fe en Cristo Jesús.
¿Vives por fe? ¿Le crees a Dios? ¿Confías en Sus promesas?
2. La elección de Lot:
A diferencia de Abram, Lot se dejó llevar por lo que veía. Sus ojos codiciaban la buena tierra que veía y acampó en Sodoma, una región donde el pecado imperaba. Él sufrió las consecuencias de su decisión en la vida de su familia.
- ¿En qué basas tus decisiones, en lo que sabes que agrada a Dios o en tus deseos? ¿Has acampado muy cerca de «Sodoma» en algún área de tu vida?
3. El temor de Abram y la obediencia de Sarai:
Abram, un hombre que confió en Dios y le obedeció sin importar las consecuencias, en un momento anduvo por vista, temió por su vida y puso a Sarai en peligro al decir que era su hermana. Asombrosamente, Sarai se sujetó a la decisión de su esposo aunque él la colocó en una situación vulnerable. Dios protegió a Sarai de la mala decisión de su esposo.
- ¿Qué te enseña esta historia sobre tus propios temores a la hora de someterte a tu esposo imperfecto?
Déjanos en la sección de comentarios lo que fue tu reflexión personal de la lectura de hoy. ¡Seamos animadas las unas con las otras!
«Y Abram creyó en el Señor, y Él se lo reconoció por justicia». -Génesis 15:6
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