
Día 37 | Números 5 – 6
Hoy vemos una forma extraña de revelar el adulterio, pero como sabemos, es un pecado oculto que el Señor sí lo sabe y lo pone en evidencia.
El capítulo 5 nos enseña la ley de Dios para verificar si la acusación del esposo es certera o no. El enfoque se centra en los celos y en revelar si son verdaderos o falsos.
Dios es justo. En un mundo donde se piensa que la Biblia es injusta hacia las mujeres, esta ley nos comprueba diferente.
- Cuando los celos y la sospecha no pueden demostrarse, tenemos una prueba clara del asunto.
- El esposo no podía acusar injustamente a su esposa solo por su palabra.
- Si se demuestra su culpabilidad por este método, no habría lugar para la duda.
En los casos de hoy sobre la infidelidad, el juez determinaría si había pruebas o no. De no quedar claro, esto causaría tensión en …
Hoy vemos una forma extraña de revelar el adulterio, pero como sabemos, es un pecado oculto que el Señor sí lo sabe y lo pone en evidencia.
El capítulo 5 nos enseña la ley de Dios para verificar si la acusación del esposo es certera o no. El enfoque se centra en los celos y en revelar si son verdaderos o falsos.
Dios es justo. En un mundo donde se piensa que la Biblia es injusta hacia las mujeres, esta ley nos comprueba diferente.
- Cuando los celos y la sospecha no pueden demostrarse, tenemos una prueba clara del asunto.
- El esposo no podía acusar injustamente a su esposa solo por su palabra.
- Si se demuestra su culpabilidad por este método, no habría lugar para la duda.
En los casos de hoy sobre la infidelidad, el juez determinaría si había pruebas o no. De no quedar claro, esto causaría tensión en el matrimonio y provocaría que los vecinos y amigos murmuraran y desconfiaran. Sin embargo, esta ley dada por el Señor, no dejaría lugar a dudas en la mente de nadie y traería la paz al matrimonio y a las relaciones.
El «Manual del estudiante del Antiguo Testamento» dice:
«Por lo tanto, en un mundo donde los derechos de las mujeres a menudo fueron abusados, el Señor proporcionó un medio para proteger sus derechos, así como para ver que el mal fuera eliminado y se hiciera justicia».
¿Quién es la primera persona en la Escritura en la que piensas cuando lees el capítulo seis sobre el voto nazareo? Sansón ¿verdad?
«Entonces el ángel del Señor se le apareció a la mujer, y le dijo: “Tú eres estéril y no has tenido hijos, pero vas a concebir y a dar a luz un hijo. Ahora pues, cuídate de no beber vino ni licor, y de no comer ninguna cosa inmunda. Porque vas a concebir y a dar a luz un hijo. Él no pasará navaja sobre su cabeza, porque el niño será nazareo para Dios desde el seno materno”». -Jueces 13:3-5
Vemos el voto nazareo en dos formas en la Escritura, por ejemplo:
- Un voto para toda la vida que hizo Sansón, Samuel, Juan el Bautista.
- Aquellos que hicieron un voto por un cierto período de tiempo (parece ser que este fue el uso general del voto).
Cualquier hombre o mujer podría hacer este voto. El voto sería un deber voluntario especial para el Señor que lo apartaba. Habría ciertas restricciones, como no comer ni beber nada de vino, no acercarse a un cadáver, no cortarse el pelo. Cuando terminara el voto, debía haber una ofrenda de sacrificio.
- Si hoy hacemos un voto al Señor, no es necesario que cumplamos con las normas nazaritas. Pero hay un principio aquí que podemos aprender: diferenciarnos de los demás y practicar la disciplina de negar la carne y cultivar una mente espiritual.
- ¿Has hecho un voto al Señor?
Antes de terminar nuestra lectura, notemos la bendición sacerdotal en los versículos 22 al 27. ¿Qué resalta a tu atención en estos versículos? Personalmente, el versículo 27: «Así invocarán Mi nombre los israelitas, y Yo los bendeciré». ¡Qué promesa! Una que hoy es nuestra gracias a Cristo. Cuando invoques a Dios, Él te bendecirá. ¿Cómo puedes estar segura? Porque Dios es fiel y porque ya ha enviado a Cristo, por quien eres bendecida eternamente.
Cristo, como el mejor Moisés, intercede por nosotras orando porque Dios nos bendiga nos guarde, tenga misericordia de nosotras y nos dé paz.
¿Cómo consideras que Cristo te ha bendecido? Lee Efesios 1:3.
¿Qué hiciste para merecer tal bendición? Responde leyendo Romanos 5:8. Él lo hizo todo.
Responde en adoración y oración al Señor.
«El Señor alce sobre ti Su rostro, y te dé paz. Así invocarán Mi nombre sobre los israelitas, y Yo los bendeciré». -Números 6:26-27
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Recursos del Episodio
Serie – El Señor te bendiga y te guarde
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