Día 300 | Lucas 17 – 18
Al leer este evangelio no puedo evitar imaginar como acontecían todos estos relatos. Imagino a los discípulos caminando largas distancias por lugares áridos junto a Jesús escuchando sus enseñanzas acerca de Su Padre y preparándolos para la tarea que tendrían más adelante.
Durante su camino a Jerusalén, al pasar por algunas aldeas, Jesús les enseña a estos hombres a cuidarse de no ofender o de hacer tropezar a otros, les hablaba del perdón y la disposición de perdonar a quienes pecan contra ellos.
Uno de los apóstoles le dice «aumenta nuestra fe», y el Señor les habla del poder de la fe. Aunque ellos tenían la oportunidad de aprender todos estos temas de la boca del mismo Jesús, me alegro de que nosotras podamos hacerlo también a través de Su Palabra, así que veamos que aprendemos de Jesús hoy y cuáles son los temas sobresalientes en estos capítulos:
Humildad al …
Al leer este evangelio no puedo evitar imaginar como acontecían todos estos relatos. Imagino a los discípulos caminando largas distancias por lugares áridos junto a Jesús escuchando sus enseñanzas acerca de Su Padre y preparándolos para la tarea que tendrían más adelante.
Durante su camino a Jerusalén, al pasar por algunas aldeas, Jesús les enseña a estos hombres a cuidarse de no ofender o de hacer tropezar a otros, les hablaba del perdón y la disposición de perdonar a quienes pecan contra ellos.
Uno de los apóstoles le dice «aumenta nuestra fe», y el Señor les habla del poder de la fe. Aunque ellos tenían la oportunidad de aprender todos estos temas de la boca del mismo Jesús, me alegro de que nosotras podamos hacerlo también a través de Su Palabra, así que veamos que aprendemos de Jesús hoy y cuáles son los temas sobresalientes en estos capítulos:
Humildad al servir: El deber de un siervo es cumplir la tarea asignada, sin jactancia, sino con humildad, así como Cristo nos modela como lo dice en Filipenses 2:7; «sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres».Jesús es nuestro máximo ejemplo de un siervo humilde. Enfocado en cumplir la tarea asignada. Él en humillación cumplió la tarea que le encomendó Su Padre. Nosotros, siervos inútiles, somos llamados a servirle a Él.
- ¿Es ese mi corazón al servir, humilde como el de Cristo? Debo recordarme en todo momento la humildad con que Cristo sirvió, e imitarlo.
Sé agradecido: la parábola de los 10 leprosos (vv. 11-19) eran 10 los que pedían ser sanados, y lo fueron, pero solo uno al verse limpio de la lepra se volvió a Jesús, le glorificó y le alabó con corazón agradecido y por su fe fue salvo (v.19). La gratitud debe ser una parte íntegra del corazón del cristiano.
El reino y la segunda venida del Señor: Es en el evangelio de Lucas donde más referencias encontramos acerca del reino, en esta ocasión (vv. 20-21) Jesús revela ante la pregunta de los fariseos de cuándo vendría su reino, que Su reino estaba ahí frente a ellos, pero no comprendieron ni le reconocieron, así mismo, les comienza a hablar de lo que vendría, lo que acontecerá para que ese reino se estableciera, pero no entendieron. Estando también ahí sus discípulos, les habla de la segunda venida (vv. 22- 28), cuando venga el Señor a instituir Su reino, tema que analizaremos más adelante, por ahora solo reflexionemos al respecto.
- ¿Esperamos anhelantes hoy el día que venga el Señor? ¿Estás lista si hoy fuera ese día?
Oración: El capítulo 18 también abarca diversas parábolas como la viuda y el juez, el fariseo y publicano, en las cuales les enseñaba acerca de la oración, orar sin cesar, aun inoportunamente, sin desmayar, con perseverancia, llevando a Él nuestras peticiones sabiendo que Él no es como este juez, sino que Él es justo y está atento a las oraciones de sus santos. Que la oración debía ser en humildad, sin jactancia ni menosprecio pidiendo por nosotros mismos, no sea que nuestro propio yo nos estorbe al orar.
Jesús bendice a los niños: Jesús trató a todos con dignidad y respeto, no hizo distinción ni con los niños, como a veces nosotros lo hacemos. ¿Reflexionamos, pensamos y actuamos igual que como Él lo hizo con los niños tratandolos con la misma atención e interés que a un adulto? ¿Los bendecimos y los consideramos tratandolos con dignidad y respeto, como Él lo hizo?
El joven rico: Un joven rico le llamó bueno a Jesús, cosa sorprendente pues a los rabinos podrían llamarlos maestros, pero bueno era una palabra reservada para Dios, sin embargo este joven llama a Jesús bueno, pero al explicarle Jesús lo que debía hacer para seguirlo, el joven se puso triste y rehusó hacerlo, pensó que la salvación podía ganarla con sus obras, pero era una relación con el Salvador la que hacía falta, reconocerlo como Dios (bueno) no le bastó, pues amó otras cosas antes que a Él.
- ¿Es para nosotras la relación con Cristo prioridad?
El ciego de Jericó: Este hombre, al cual Marcos llama Bartimeo (Marcos 10:46), clamó con persistencia a Jesús por misericordia, creyendo que Él era capaz de sanarlo, y así fue y glorificó al Señor. Mateo menciona que eran dos los ciegos, sin embargo éste, no solo fue sanado, sino que su fe le salvó y él glorifica a Dios.
¡Esta última historia resume los temas a meditar hoy: orar con fe, perseverancia y glorificar siempre al Señor!
Sigamos caminando con Jesús a través de este evangelio, ¡feliz día!
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