Día 288 | Marcos 10 – 11
Capítulo 10
Muchas veces, según nuestros deseos egoístas, queremos torcer o manipular la voluntad de Dios; esto está expresado claramente en las Escrituras, pero tenemos que entender que Dios no es hijo de hombre para cambiar. Él es perfecto, no comete errores y es infinitamente sabio, santo y bueno; por lo que a nosotras nos corresponde someternos, confiar y caminar en fe.
- ¿Estás tratando de torcer Su voluntad o te estás rindiendo en obediencia?
A veces no queremos venir delante de Dios o hablar en oración con Él porque creemos que lo estamos importunando; pero que hermoso es saber que Dios es un buen padre que ama, disfruta y se deleita en sus hijos. Nunca seremos una molestia para nuestro Buen, Buen padre. A Dios le agrada que vengamos a Él con la confianza, sencillez de corazón e inocencia como la de un niño.
- ¿Te presentas delante de Dios con …
Capítulo 10
Muchas veces, según nuestros deseos egoístas, queremos torcer o manipular la voluntad de Dios; esto está expresado claramente en las Escrituras, pero tenemos que entender que Dios no es hijo de hombre para cambiar. Él es perfecto, no comete errores y es infinitamente sabio, santo y bueno; por lo que a nosotras nos corresponde someternos, confiar y caminar en fe.
- ¿Estás tratando de torcer Su voluntad o te estás rindiendo en obediencia?
A veces no queremos venir delante de Dios o hablar en oración con Él porque creemos que lo estamos importunando; pero que hermoso es saber que Dios es un buen padre que ama, disfruta y se deleita en sus hijos. Nunca seremos una molestia para nuestro Buen, Buen padre. A Dios le agrada que vengamos a Él con la confianza, sencillez de corazón e inocencia como la de un niño.
- ¿Te presentas delante de Dios con sencillez de corazón?
Hermanas, Dios nos ama profundamente, pues somos las obras de sus manos y verdaderamente le interesa la total devoción de nuestros corazones. No veamos la vida eterna como una «posesión más» sino como «La posesión más preciada» pues es una relación personal con Dios, nuestro creador, el Rey de Reyes y Señor de Señores.
- ¿Es tu relación con Jesús lo más valioso para ti?
Dios nos repite Sus palabras como una forma de amar, cuidar y preparar nuestros corazones para las pruebas; su objetivo es que recordemos que Él es Dios y descansemos en Su soberanía. Nos repite porque sabe que somos olvidadizas y fácilmente sobrecogidas por las emociones del momento.
- ¿Estás meditando una y otra vez en Su palabra o le das una rápida lectura porque ya te la sabes?
El verdadero liderazgo, el de Jesús, es uno que nace desde la actitud del corazón y permea cada área de nuestra vida; Su mismo centro es el servicio y la humildad, no el orgullo ni la fama. Su motivación no es la posición sino el servir.
A pesar de que algunas personas quizá nos desmotiven a orar por un determinado asunto, vemos en estos versículos que Dios no ignora nuestro clamor persistente, sino que nos escucha y recompensa nuestra fe en Él. Persistimos porque confiamos en que Él es Dios y puede obrar en nuestro favor. ¿Estás cansada de orar por esa situación o persona? Persiste, permanece y espera.
Capítulo 11
Lo que determina el triunfo o el éxito en nuestras vidas, es cumplir en el tiempo fijado por Dios, sus propósitos, con el llamado y la misión que Él tiene para cada una; no si llegamos a comprar una casa propia o si llegamos a una posición gerencial de una empresa o si tenemos varios carros.
- ¿Está tu vida siendo verdaderamente exitosa?
Muchas veces no entendemos o no le encontramos la lógica a las instrucciones del Señor para nuestras vidas, pero, lo que Él espera es obediencia basada en la confianza de quien Él es y no en nuestro raciocinio.
«Id a la aldea enfrente de vosotros, y tan pronto como entréis en ella, encontraréis un pollino atado, en el cual nadie se ha montado todavía; desatadlo y traedlo. Y si alguien os dice: “¿Por qué hacéis eso?”, decid: “El Señor lo necesita”; y enseguida lo devolverá acá». –Marcos 11:2-3
- ¿Está siendo tu falta de entendimiento un obstáculo para tu obediencia a Dios o estás obedeciéndole por fe?
La higuera era «frondosa» llena de hojas, pero sin frutos, esto nos muestra que lo que verdaderamente importa es que nuestras vidas muestren los frutos del Espíritu (amor, alegría, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza) y no solamente que consumamos muchos recursos y tengamos mucho conocimiento.
- ¿Te estás conformando con la cantidad de conocimiento que adquieres o también le estás pidiendo a Dios que produzca sus frutos en ti?
Recordemos que Jesús vino a dar testimonio de la verdad, a mostrarnos el verdadero corazón de Dios y a enderezar todo lo que estaba torcido por el hombre; por lo que nos recuerda que la casa de Dios, el templo, fue creado principalmente para la oración, para buscar Su rostro, para escuchar Su voz, para abrir nuestros corazones a Él, para encontrarnos con Él.
- ¿Cuál es tu motivación principal al visitar la iglesia?
Cuando oramos y hablamos la palabra de Dios (Su voluntad) con fe y un corazón limpio, Dios mismo respaldará Su palabra, actuará conforme a ella, porque Él es fiel y verdadero.
Nuestros corazones son como una carta abierta delante de Dios. Al venir a Su presencia con nuestras dudas y preguntas, examinemos el motivo y la actitud con que las hacemos; Él es Dios y merece nuestra reverencia y respeto.
- ¿Presentas a Dios tus preguntas con humildad o desafiando Su autoridad y Señorío?
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