Día 287 | Marcos 8 – 9
Capítulo 8
Para mostrar compasión no tenemos que disponer de muchos recursos, sino de un corazón transformado y confiado en el amor y la providencia de Dios. Dios nos está llamando a rendir no solamente lo poco que tenemos sino también a rendir nuestra inseguridad, incredulidad, egoísmo y orgullo.
- ¿Son tus finanzas un pretexto para poder ayudar a otros?
Una y otra vez Jesús nos llama a no preocuparnos por lo que habremos de comer o de beber, pues nuestro Padre celestial conoce bien nuestras necesidades y fielmente suplirá cada una de ellas como hasta ahora lo ha hecho. En cambio, sí nos llama a prestar atención al cuidado de nuestros corazones.
- ¿Te estás preocupando e invirtiendo más tiempo en lo material que en el cuidado de tu corazón?
Aunque Jesús se movía y enseñaba entre las multitudes, lo que realmente le interesaba era un encuentro y relación con esa …
Capítulo 8
Para mostrar compasión no tenemos que disponer de muchos recursos, sino de un corazón transformado y confiado en el amor y la providencia de Dios. Dios nos está llamando a rendir no solamente lo poco que tenemos sino también a rendir nuestra inseguridad, incredulidad, egoísmo y orgullo.
- ¿Son tus finanzas un pretexto para poder ayudar a otros?
Una y otra vez Jesús nos llama a no preocuparnos por lo que habremos de comer o de beber, pues nuestro Padre celestial conoce bien nuestras necesidades y fielmente suplirá cada una de ellas como hasta ahora lo ha hecho. En cambio, sí nos llama a prestar atención al cuidado de nuestros corazones.
- ¿Te estás preocupando e invirtiendo más tiempo en lo material que en el cuidado de tu corazón?
Aunque Jesús se movía y enseñaba entre las multitudes, lo que realmente le interesaba era un encuentro y relación con esa persona que se acercaba a Él. Nuestro Dios es un Dios personal que nos conoce y nos llama por nuestro nombre, para que le conozcamos, creamos y seamos Sus testigos.
Jesús sabía lo que sus discípulos creían acerca de Él, pero al preguntarles, les puntualizó la importancia no de lo que los otros creen, sino de lo que tú personalmente crees acerca de Él; pues de esto dependerá tu vida, tu salvación, tu llamado, tu santificación.
- Y para ti ¿Quién es Jesús?
Recordemos que el reino de Dios no se rige por nuestros valores, formas de pensar u objetivos terrenales y temporales, el reino de Dios se rige por Dios, por Su voluntad, Sus propósitos que son mucho más altos que los nuestros y para estar alineadas debemos de guardar Su Palabra en nuestra mente y corazón.
El que quiere conocer y seguir a Jesús verdaderamente... debe vaciarse de sí mismo, de su orgullo, de su egoísmo, de sus prejuicios, de sus dudas y darle ese espacio al Señor. No hay forma de que Jesús ocupe Su lugar en nuestros corazones si están llenos de nosotros mismos. El conocer a Jesús, la salvación de nuestras almas es incomparablemente más valioso que cualquier otra cosa. Esto me recuerda a aquella frase de Jim Elliot: «No es un tonto el que da lo que no puede conservar, para ganar lo que no puede perder».
Capítulo 9
En cada una de las revelaciones que Dios hace de sí mismo y de Su carácter a nuestras vidas, es con el objetivo de que le conozcamos, de prepararnos para las pruebas y diferentes etapas de la vida, de santificarnos. Disfrutemos la revelación, pero vayamos más allá de las emociones y valoremos estas verdades caminando en ellas por fe y por amor a nuestro Dios.
- ¿Cómo te están llevando a la acción esas hermosas y poderosas revelaciones que Dios ha dado a tu vida a través de Su palabra?
Que hermoso es nuestro Dios, sensible a nuestra condición y verdaderamente interesado en relacionarse y enseñar a sus hijos. En estos versículos puedo apreciar que:
- Jesús valora las preguntas y se deleita en responder, en enseñar.
- Jesús valora la sinceridad y la transparencia de nuestros corazones, y se deleita en ayudar.
- Él pudo haber rechazado la solicitud de ayuda al padre del endemoniado, pero no lo hizo; en cambio, le motivó a creer, mostrándole que nada es imposible para Dios, que nada ni nadie puede limitar su obrar.
- ¿Tratas de aparentar delante de tu Dios o te presentas delante de Él con todas tus dudas y debilidades?
Parte de la misión de Jesús en su primera venida era mostrar el carácter de Dios y los valores de su Reino, los cuales son totalmente opuestos con los de este mundo, el cual es un reino caído y corrompido por el pecado.
En el reino de Dios:
- El primero es el último y el servidor de todos.
- Los niños son de alta estima para Dios; «el que reciba a un niño como este en mi nombre, a mí me recibe».
- Las obras del Reino no son exclusivas de una determinada denominación sino de todo aquel que cree, confía y vive bajo el Señorío de Cristo y Su palabra.
- Lo eterno, el guardar tu alma es lo realmente valioso, es lo que realmente importa.
- ¿Están tus acciones verdaderamente valorando a los más inocentes e indefensos, y priorizando la humildad y el servicio a los demás?
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
Únete a la conversación