Día 281 | Mateo 23 – 24
Jesús denuncia a los escribas y fariseos
Si algo Jesús repudia y condena es el orgullo espiritual y la hipocresía religiosa. Jesús enseña a sus discípulos a no imitar el ejemplo de estos líderes espirituales. Les llamaba «camada de víboras» que no escaparían el juicio del infierno:
- Eran hipócritas; no vivían lo que enseñaban, y solamente se preocupaban por su reputación, aunque por dentro estaban llenos de inmundicia y pecado.
- Hacían todo para obtener reconocimiento y ser vistos.
- Abusaban y no cuidaban de las viudas.
- Eran ciegos, guiando a otros ciegos. Eran incapaces de ver la maldad de su propio corazón.
- El templo y las ofrendas eran más importantes que el Dios del templo.
- Hacían alarde de su supuesta devoción a Dios, eran quisquillosos con los rituales externos, diezmaban de las cosas pequeñas, pero eran negligentes con sus responsabilidades morales, y perdían de vista la justicia, la misericordia y la …
Jesús denuncia a los escribas y fariseos
Si algo Jesús repudia y condena es el orgullo espiritual y la hipocresía religiosa. Jesús enseña a sus discípulos a no imitar el ejemplo de estos líderes espirituales. Les llamaba «camada de víboras» que no escaparían el juicio del infierno:
- Eran hipócritas; no vivían lo que enseñaban, y solamente se preocupaban por su reputación, aunque por dentro estaban llenos de inmundicia y pecado.
- Hacían todo para obtener reconocimiento y ser vistos.
- Abusaban y no cuidaban de las viudas.
- Eran ciegos, guiando a otros ciegos. Eran incapaces de ver la maldad de su propio corazón.
- El templo y las ofrendas eran más importantes que el Dios del templo.
- Hacían alarde de su supuesta devoción a Dios, eran quisquillosos con los rituales externos, diezmaban de las cosas pequeñas, pero eran negligentes con sus responsabilidades morales, y perdían de vista la justicia, la misericordia y la compasión.
- No escuchaban a los profetas, más bien los mataban… como también terminaron haciéndolo con Jesús.
Jesús exhortaba a sus discípulos a no buscar reconocimiento, a no permitir que le llamen por títulos (Maestro, Padre) sino que vivieran vidas humilladas; que fueran siervos unos de otros… Todo lo contrario al ejemplo de los líderes espirituales de su época.
Evalúa las acusaciones de Jesús contra los líderes religiosos y examina tu propia vida. ¿Puedes identificar algunas de estas cosas en tu propia vida?
Tengamos cuidado de la «levadura» de los fariseos y escribas; cuidémonos de no pecar de hipócritas pensando que «ya hemos llegado» o creyéndonos mejor o más santas que otras por «nuestras buenas obras».
¿Cuál es el remedio para la hipocresía? Ser honestas con Dios y con los demás:
«Y este es el mensaje que hemos oído de Él y que les anunciamos: Dios es Luz, y en Él no hay ninguna tiniebla. Si decimos que tenemos comunión con Él, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad. Pero si andamos en la Luz, como Él está en la Luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús Su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a Él mentiroso y Su palabra no está en nosotros». –1 Juan 1:5-10
¿Cuándo será el fin?
Hoy vemos que los discípulos le preguntan a Jesús algo que nosotras también nos preguntamos: ¿Cuál será la señal de la venida de Jesús? ¿Estamos cerca del fin? Creo que mirando la condición del mundo hoy todas pensaríamos que es un evento inminente.
Jesús les recomendó estar atentos, sin embargo, no debían turbarse, ya que no podrían saber con certeza cuándo ocurriría. Solo les dijo que estuvieran atentos a las señales. Los días antes del fin lucirán como dolores de parto. Se van intensificando a medida que el parto se acerca. Las señales del fin se irán haciendo cada vez más frecuentes; entre ellas:
- Guerras.
- Hambrunas.
- Terremotos.
- Tribulación.
- Falsos profetas, engañadores.
- Aumento de la maldad, lo cual nos hará cada vez más insensibles.
No obstante a todos estos eventos, el evangelio seguirá expandiéndose. Jesús les advierte que no se dejen engañar porque estas cosas van a estar sucediendo continuamente, y les anima a perseverar hasta el fin. Ni siquiera Jesús mismo sabe cuándo exactamente será el fin, únicamente el Padre lo sabe. Lo que sí está claro es que los tiempos antes de este evento serán de mucha tribulación, y los únicos que van a perseverar son los verdaderos hijos de Dios, los escogidos.
Jesús pudiera regresar en cualquier momento. La Palabra dice que «todo ojo le verá». Hace años yo me preguntaba, ¿cómo puede ser esto? Hoy en día con lo conectado que está el mundo al punto que podemos ver eventos en vivo desde cualquier parte del planeta, puedo entender que ese evento lo veremos todos.
Él vuelve, y cuando regrese no vendrá en humildad para buscar y salvar a los perdidos. Esta vez vendrá a anunciar el juicio venidero. Como sus siervas y discípulas debemos estar atentas, vivir fielmente haciendo lo que Él nos ha encomendado hacer, listas para su repentina llegada.
«Por tanto, velen, porque no saben en qué día viene su Señor». –Mateo 24:42
«Por tanto, Yo vengo pronto, y Mi recompensa está conmigo para recompensar a cada uno según sea su obra... El que testifica de estas cosas dice: “Sí, vengo pronto”. Amén. Ven, Señor Jesús». –Apocalipsis 22:12, 20
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