Día 278 | Mateo 17 – 18
¡Sigamos aprendiendo de Jesús hoy, hermanas!
El círculo íntimo de Jesús
Entre los doce discípulos, vemos que Pedro, Jacobo y Juan tuvieron la increíble experiencia de ser testigos de la transfiguración. Allí no solo vieron a Jesús resplandeciendo, su supremacía y el agrado del Padre sobre Él, sino que vieron a Moisés y a Elías. ¿Te imaginas esa experiencia? Debe ser algo que nos cambie para siempre, ¿no crees? ¡Si había alguna duda de la deidad de Jesús esto debe haberlos convencido para siempre!
Por algún motivo estos tres apóstoles fueron elegidos para esta experiencia debido a su cercanía con Él.
- ¿Estás cerca de Jesús por medio de Su Palabra?
«La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto». –Salmos 25:14 (RV60)
«Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero los he llamado …
¡Sigamos aprendiendo de Jesús hoy, hermanas!
El círculo íntimo de Jesús
Entre los doce discípulos, vemos que Pedro, Jacobo y Juan tuvieron la increíble experiencia de ser testigos de la transfiguración. Allí no solo vieron a Jesús resplandeciendo, su supremacía y el agrado del Padre sobre Él, sino que vieron a Moisés y a Elías. ¿Te imaginas esa experiencia? Debe ser algo que nos cambie para siempre, ¿no crees? ¡Si había alguna duda de la deidad de Jesús esto debe haberlos convencido para siempre!
Por algún motivo estos tres apóstoles fueron elegidos para esta experiencia debido a su cercanía con Él.
- ¿Estás cerca de Jesús por medio de Su Palabra?
«La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto». –Salmos 25:14 (RV60)
«Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero los he llamado amigos, porque les he dado a conocer todo lo que he oído de Mi Padre». –Juan 15:15
Señor, aumenta nuestra fe
Si alguien estaba cerca de Jesús y eran testigos de sus milagros eran los discípulos. ¿Te imaginas ser discipulado por el mismo Jesús? Y sin embargo ellos dudaron en ocasiones y les faltó fe. El mismo Jesús los reprende y les dice que si tuvieran un poquito de fe solamente (¡como un grano de mostaza!) podrían mover montañas.
- ¡Pidamos a Dios que aumente nuestra fe para creer que Él puede hacer grandes cosas!
«Tengan cuidado, hermanos, no sea que en alguno de ustedes haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del Dios vivo». –Hebreos 3:12
«Y sin fe es imposible agradar a Dios. Porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe, y que recompensa a los que lo buscan». –Hebreos 11:6
Ser cristianos no nos exime de obedecer la ley de los hombres
Aunque no somos ciudadanos de este mundo debemos recordar que es nuestro deber cumplir la ley de los hombres. Lo hacemos por el testimonio cristiano, para no blasfemar su nombre entre los no creyentes. Jesús era el Hijo del dueño del templo, pero se sometió a la ley de los judíos.
«Paguen a todos lo que debían: al que impuesto, impuesto; al que tributo, tributo; al que temor, temor; al que honor, honor». –Romanos 13:7
Seamos como niños
Los niños son ingenuos. Ellos confían ciegamente en sus padres y creen todo lo que sus padres les dicen. Creen en las promesas que sus padres les hacen, y dependen completamente de ellos. Así nos quiere Dios en nuestra relación con Él. Si los padres humanos aman a sus hijos y les proveen y protegen, ¿cuánto más nuestro Padre Celestial?
Él nos pastorea personalmente
El amor de nuestro Padre es personal e individual. Así como Él atesora a una oveja que se pierde y la busca dejando las 99, así nos atesora y pastorea a cada una individualmente. Ninguna es más importante que otra ante Sus ojos.
Guardemonos unos a otros del pecado
Muchas veces no sabemos cómo lidiar con el hermano o hermana que peca. Hablamos de él o ella a sus espaldas, o ignoramos su pecado. Sin embargo, Jesús dejó instrucciones claras acerca de cómo debemos manejar estas situaciones:
- Si reprendes y la persona te escucha y se arrepiente, ¡ganaste al hermano! Ahí termina el asunto.
- «Hermanos míos, si alguien de entre ustedes se extravía de la verdad y alguien le hace volver, sepa que el que hace volver a un pecador del error de su camino salvará su alma de muerte, y cubrirá multitud de pecados». –Santiago 5:19-20
- Si no se arrepiente, debes volver a hablarle acompañado de uno o dos testigos. Si no se arrepiente, debes llevar el caso delante de la iglesia o congregación.
- Si se rehúsa escuchar a la iglesia debes considerarlo como un no creyente, y tratarlo como tal.
La vida cristiana se vive en comunidad, y tratar con el pecado del otro es imprescindible para mantener la salud y santidad de la iglesia. Debemos ser inclusivos en las vidas de los demás para ayudarnos a vivir en santidad.
Los hermanos debemos de ser intencionales en intervenir para ayudar a resolver los conflictos dentro de la iglesia y restaurar al hermano o hermana en su relación con Dios.
Escoge perdonar
Dios nos perdona aún cuando somos sus enemigos. Hemos sido ofensores que recibimos su misericordia. Él cubre nuestro pecado y lo echa en el fondo del mar para no tomarlo en cuenta jamás. Él quiere que nosotros hagamos lo mismo con las personas que nos ofenden.
En algún momento cada una de nosotras se hará la pregunta: ¿cuánto debo soportar? ¿Cuántas veces debo perdonar? Y la respuesta de Jesús sigue siendo la misma para nosotros hoy: debemos escoger perdonar siempre. Jesús modelo que el perdón es ilimitado.
A veces elegimos no perdonar para «castigar» al ofensor, pero al final esa falta de perdón es como un veneno que nos produce un cáncer en el alma. Terminamos siendo nuestros propios verdugos.
- ¿Hay alguien que necesites perdonar? Libera tu alma, hermana, y limpia tu corazón de resentimientos.
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