Día 273 | Mateo 5 – 7
La porción del día de hoy corresponde al conocido «Sermón del monte». Son 3 capítulos llenos de enseñanzas y sabiduría. Es muchísimo lo que podemos aprender, te compartiré a continuación algunas reflexiones. ¡Compártenos las tuyas en los comentarios!
Hay un asunto que noto en general en estos 3 capítulos, y es que cuando Jesús está enseñando se enfoca mucho en el corazón. Como seres humanos nos resulta muy sencillo seguir una lista de reglas de cosas que debemos y no debemos hacer. Al hacer esto nos convertimos en moralistas, pues solamente seguimos reglas. Esto siempre ha sido muy común, sin embargo Jesús enseña que aún más que obedecer las reglas y normas, está la actitud de nuestro corazón.
Aquí algunos puntos que quiero resaltar de la lectura de hoy:
Jesús es el cumplimiento de la ley (Mateo 5:17-20)
De este espacio quiero resaltar lo que dice el versículo 17:
«No …
La porción del día de hoy corresponde al conocido «Sermón del monte». Son 3 capítulos llenos de enseñanzas y sabiduría. Es muchísimo lo que podemos aprender, te compartiré a continuación algunas reflexiones. ¡Compártenos las tuyas en los comentarios!
Hay un asunto que noto en general en estos 3 capítulos, y es que cuando Jesús está enseñando se enfoca mucho en el corazón. Como seres humanos nos resulta muy sencillo seguir una lista de reglas de cosas que debemos y no debemos hacer. Al hacer esto nos convertimos en moralistas, pues solamente seguimos reglas. Esto siempre ha sido muy común, sin embargo Jesús enseña que aún más que obedecer las reglas y normas, está la actitud de nuestro corazón.
Aquí algunos puntos que quiero resaltar de la lectura de hoy:
Jesús es el cumplimiento de la ley (Mateo 5:17-20)
De este espacio quiero resaltar lo que dice el versículo 17:
«No piensen que he venido para poner fin a la ley o a los profetas; no he venido para poner fin, sino para cumplir».
Me encanta que Jesús menciona esta hermosa realidad. No sabemos lo que pensaba la multitud que lo escuchaba mientras hablaba, pero sabemos que el Señor conoce lo que hay en el hombre (Juan 2:25). Quizá había alguno que se cuestionaba el porqué Jesús hablaba como hablaba. Y entonces aclaró que no había venido para poner fin a los profetas y a la Ley, antes bien para cumplirla.
El pueblo de Israel por más que se esforzaba no era capaz de cumplir con la ley que se les había dado, y entonces, cuando no había esperanza, vino Jesucristo, no para poner fin a la ley, sino para cumplir lo que nosotros en nuestras fuerzas no podemos.
Ustedes han oído… pero yo les digo (Mateo 5:21-48)
Esta es una frase que vemos en el resto del capítulo 5. Cuando Jesús les enseñaba decía «ustedes han oído...» y seguido de eso citaba el Antiguo Testamento, particularmente la Ley, y después decía «... pero yo les digo» (énfasis añadido).
En esta porción es donde más veo que Jesús se enfoca en hablarles de la actitud del corazón. Del corazón de la ley y no la ley en sí misma. Tomemos de ejemplo Mateo 5:21-25.
«Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: “No matarás” y: “Cualquiera que cometa homicidio será culpable ante la corte”. Pero Yo les digo que todo aquel que esté enojado con su hermano será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: “Insensato” a su hermano, será culpable ante la corte suprema; y cualquiera que diga: “Idiota”, será merecedor del infierno de fuego» (énfasis añadido).
Jesús les está recordando que ciertamente irá a juicio aquel que cometa homicidio. Y pienso en mí y creo que me hubiera sentido orgullosa de no cometer homicidio, de ser una buena persona que no procura la muerte de nadie. Sin embargo, Jesús trasciende de esto y dice, si tú en tu corazón te has enojado contra tu hermano, eres culpable de juicio. ¡Ouch!
Hace esto mismo al hablar del adulterio; la ley dice «no cometerás adulterio» pero el corazón de la ley te dice que «cuando miras a una mujer para codiciarla, ya adulteraste con ella en el corazón», y sigue con el divorcio, los juramentos y el amor hacia los enemigos.
- Pidamos al Señor lo que pedía David: «Escudríñame, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis inquietudes. Y ve si hay en mí camino malo, y guíame en el camino eterno». –Salmos 139:23-24
El orgullo (Mateo 6:1-18)
Aquí Jesús les está enseñando sobre la limosna, la oración, y el ayuno, y hay una frase que se repite en estas 3 enseñanzas, Él menciona «... y tu padre que está en lo secreto...».
Quise ponerle al encabezado de esta porción «el orgullo» porque creo que muchas veces nos sentimos orgullosas de lo bueno que hacemos. Podemos llegar a enaltecernos de las ofrendas que damos, o enaltecernos de las oraciones estructuradas que oramos y quizá alguna que otra se ha mudado el rostro al momento de ayunar. Jesús dice, haz estas cosas en secreto, para que tu Padre que ve en lo secreto te recompense en público.
Al final estas cosas son para gloria del nombre de Dios, aunque ciertamente podemos dar testimonio de las mismas, no hay razón para enaltecernos.
- ¿Está siendo tu motivación al orar, ofrendar o ayunar, una motivación correcta?
- «¿Quién puede discernir sus propios errores? Absuélveme de los que me son ocultos». –Salmos 19:12
- En esta porción también está la oración del Padre Nuestro, si quieres profundizar en este tema te invito a escuchar esta serie de Aviva Nuestros Corazones: «El Padre Nuestro»
El dinero y nuestro afán (Mateo 6:19-34)
Me llama mucho la atención como inicia esta porción en Mateo 6:19 y como finaliza el capítulo. Si tuviera que resumirlo lo pondría de esta manera:
- No hagas tesoros en esta tierra sino en el cielo (6:19-21).
- Pues no puedes tener como Señor a Dios y también al dinero (Mateo 6:24).
- ¿Los dos puntos anteriores te preocupan? ¿Crees que te causará inestabilidad económica y no tendrás para comer o vestir? No debe ser así, pues si tu Padre celestial provee para las plantas y los animales, ¿cómo no va a proveer para ti?
Ciertamente tenemos un apego particular a las cosas terrenales, de alguna manera tener posesiones nos causa estabilidad, pero querida hermana(o) esto no debe ser así. Busquemos primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Cristianos en verdad (Mateo 7:13-28)
La última porción del capítulo 7 para mí resulta en un llamado a ser intencionales en pedirle al Señor que nos mantenga firmes en Jesús. A caminar por el camino creyendo que a pesar de las circunstancias, Él en misericordia y amor ha preparado ese camino para que andemos en Él.
- Oración: Señor, concédenos andar en tu verdad, que tu Espíritu guíe nuestro camino y así edifiquemos nuestra casa en la roca firme e inconmovible que es Cristo. Danos sabiduría para no ser sabios en nuestra propia opinión sino temer a Jehová y apartarnos del mal, pues sabemos que esto es medicina a nuestro cuerpo y refrigerio a nuestros huesos (Pr. 3:7-8). ¡Amén!
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