Día 246 | Ezequiel 37 – 39
Hoy vemos que Ezequiel profetiza la futura reunificación de Israel y Judá, que se habían dividido en los días de Roboam. Dios los establecería de nuevo en su tierra, establecería Su pacto eterno con ellos, y habitaría en medio de ellos.
La Palabra del Señor da vida
Dios habla a Ezequiel y le manda profetizar sobre huesos secos, sobre cadáveres ya en forma de esqueletos. Estos huesos eran representativos de la condición espiritual del pueblo de Israel. No había vida alguna en ellos. Pero el obrar de Dios a través de las palabras proféticas proferidas por Ezequiel dieron vida a estos huesos, y luego Él sopla Su espíritu en ellos y les da vida espiritual, formando un gran ejército.
Esto es ilustrativo de lo que el Espíritu Santo hace en medio nuestro cuando regenera a las personas y les da nueva vida espiritual. Dios está hoy mismo levantando muertos, dándoles …
Hoy vemos que Ezequiel profetiza la futura reunificación de Israel y Judá, que se habían dividido en los días de Roboam. Dios los establecería de nuevo en su tierra, establecería Su pacto eterno con ellos, y habitaría en medio de ellos.
La Palabra del Señor da vida
Dios habla a Ezequiel y le manda profetizar sobre huesos secos, sobre cadáveres ya en forma de esqueletos. Estos huesos eran representativos de la condición espiritual del pueblo de Israel. No había vida alguna en ellos. Pero el obrar de Dios a través de las palabras proféticas proferidas por Ezequiel dieron vida a estos huesos, y luego Él sopla Su espíritu en ellos y les da vida espiritual, formando un gran ejército.
Esto es ilustrativo de lo que el Espíritu Santo hace en medio nuestro cuando regenera a las personas y les da nueva vida espiritual. Dios está hoy mismo levantando muertos, dándoles vida, y reconciliándoles con Él (ver Efesios 2:1-10). Sin esa obra de Su poder somos literalmente como «muertos en vida», huesos secos que necesitan ser vivificados, regenerados, avivados.
- ¿Te sientes en un desierto árido o desesperanzada? Permite que Su palabra sea un refrigerio para tu alma cansada y tu corazón sea avivado por el poder de Su Espíritu. Exponte a Su Palabra y pídele a Dios que Él vivifique tu corazón.
- «Postrada está mi alma en el polvo; vivifícame conforme a Tu palabra». –Salmos 119:25
- Ora que Dios envíe un avivamiento a las iglesias en todo el mundo; que «sople Su espíritu» sobre los huesos sin vida que necesitan ser vivificados, que se levante un ejército de hombres y mujeres llenos de Su espíritu para llevar a cabo Su obra en esta tierra.
Dios es nuestro Guerrero Victorioso
En estos capítulos se predice una batalla contra Gog, un enemigo que surgiría en el futuro de Israel, procedente de la tierra de Magog. Vendría a batallar contra Israel junto con dos aliados: Mesec y Tubal cuando el pueblo regresara a su tierra. Estos eran pueblos aliados de Tiro.
Hay una batalla similar a esta profetizada en Apocalipsis (20:8), pero esta parece ser una batalla futura. Los comentaristas no conocen bien la identidad de estos enemigos Gog y Magog. Se predice la victoria del pueblo de Dios y la devastadora derrota de este «enemigo» (¿Satanás y sus fuerzas del mal quizás?), para la gloria del nombre, la santidad y el poder de Dios.
Algunas cosas no están del todo claras en estos libros proféticos. Pero algo si sé: Dios conoce los planes del enemigo aun miles de años antes de que sucedan, y Él ya tiene la victoria asegurada.
«Ningún arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se alce contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos del Señor, y su justificación procede de Mí», declara el Señor». –Isaías 54:17
El Señor es nuestro defensor. Él vindica a Su pueblo por amor a Su nombre.
- ¿Qué enemigos se levantan hoy delante de ti que te atemorizan? Confía en Dios. Encomienda tu causa a Él.
- «Encomienda al Señor tu camino, confía en Él, que Él actuará». –Salmos 37:5
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