Día 245 | Ezequiel 34 – 36
Los falsos pastores y el buen Pastor
Dios acusa a los pastores de Israel de buscar satisfacerse a sí mismos en lugar de preocuparse por el bienestar del pueblo. Usaban su posición para ganancias personales. Esto había conducido a la apostasía y dispersión del pueblo.
Hoy en día estos falsos pastores existen. Es triste ver que el llamado pastoral se ha profesionalizado; se ha convertido en una posición ejecutiva, en lugar de un llamado divino. Tristemente, muchos están en la obra por los beneficios que pueden obtener de las ovejas.
Lee Hechos 20:13-38 y observa un ejemplo de un pastor fiel.
Si tienes pastores fieles, da gracias a Dios por ellos y obedece el mandato de Hebreos:
«Obedezcan a sus pastores y sujétense a ellos, porque ellos velan por sus almas, como quienes han de dar cuenta. Permítanles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería …
Los falsos pastores y el buen Pastor
Dios acusa a los pastores de Israel de buscar satisfacerse a sí mismos en lugar de preocuparse por el bienestar del pueblo. Usaban su posición para ganancias personales. Esto había conducido a la apostasía y dispersión del pueblo.
Hoy en día estos falsos pastores existen. Es triste ver que el llamado pastoral se ha profesionalizado; se ha convertido en una posición ejecutiva, en lugar de un llamado divino. Tristemente, muchos están en la obra por los beneficios que pueden obtener de las ovejas.
Lee Hechos 20:13-38 y observa un ejemplo de un pastor fiel.
Si tienes pastores fieles, da gracias a Dios por ellos y obedece el mandato de Hebreos:
«Obedezcan a sus pastores y sujétense a ellos, porque ellos velan por sus almas, como quienes han de dar cuenta. Permítanles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para ustedes». –v. 13:17
Dios mismo prometió rescatar a su pueblo de los falsos pastores. Él prometió reunirlos y cuidarlos personalmente. Cristo es ese Gran Pastor (Heb. 13:20-21), el Mesías, que nos ama, nos busca, nos rescata, nos apacienta, nos restaura, nos fortalece, nos guía, y nos alimenta. Él ha hecho con nosotros un pacto eterno; Él es nuestra paz y nuestra seguridad.
- ¿Conoces al Gran Pastor? ¿Tienes una íntima comunión con Él a través de Su Palabra?
Dios disciplina y luego restaura a Sus hijos
El pueblo de Dios se había descarriado; había olvidado al Señor y había adorado ídolos y cometido abominaciones. Él los esparció por las naciones, pero ahora Él mismo promete restaurarlos, sacarlos de los pueblos donde estaban esclavizados y devolverlos a casa.
¡Cómo ama el Señor a los Suyos! ¡Cuánta misericordia! ¿Notaste las imágenes visuales en estos capítulos que hablan de restauración?
- Podrán acampar seguros en lugares silvestres sin temor.
- Enviaré lluvias de bendición.
- Cosechas abundantes de grano y fruto; nunca más sentirán hambre
- El pueblo se llenará de gente; abundarían los rebaños
- Árboles frutales, campos fértiles y cultivados que antes estaban baldíos (¡una tierra parecida al jardín del Edén!)
Estas profecías se cumplieron en parte cuando los judíos regresaron después del cautiverio en Babilonia, pero tendrán su perfecto cumplimiento en el futuro reinado de Cristo.
- Es interesante notar, que en los últimos años los judíos continúan regresando a su tierra, y aun siendo un lugar sumamente árido es conocido por su abundante fertilidad.
Dios haría esto por amor a Su nombre, no porque el pueblo lo mereciera. Esto es GRACIA.
A pesar de que ellos habían deshonrado a Dios y profanado Su nombre, Él ofreció recogerlos y llevarlos de regreso a casa, rociarlos con agua pura para lavar su inmundicia y ponerles un nuevo corazón y un nuevo espíritu para que pudieran obedecer Sus mandamientos.
Dios ha provisto un camino de regreso a Él a través del sacrificio de Cristo. No hay futuro para aquellos que insisten en vivir en pecado, pero aquellos que lo confiesan y abandonan, hallarán misericordia (Prov. 28:13)
Solo una obra regeneradora del Espíritu Santo (un nuevo nacimiento) puede santificar los corazones, transformarlos y dirigirlos a obedecer la perfecta voluntad de Dios. Y cuando somos rociados con Su sangre, Él pone en nosotros un nuevo corazón que desea obedecerlo; nos da libertad, plenitud y vida abundante en Cristo. Cristo se convierte en nuestro Buen Pastor que camina con nosotras. Él es nuestra fuente de paz y seguridad.
- Lee Juan 3:1-14. ¿Has nacido de nuevo?
- ¿Es Cristo tu Buen Pastor?
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