Día 22 | Éxodo 25 – 28
Seguramente en algún momento de nuestra vida a todas nos ha tocado mudarnos. Eso es todo un acontecimiento. Y si fueras a una casa nueva o si construyes una, el evento es aún más emocionante.
Dios es un Dios de detalles. Podemos ver miles de ejemplos en la Palabra de cuán cuidadoso ha sido en dejar un sinnúmero de ellos, pero los descritos en los capítulos de hoy son para dejar sin aliento a cualquier pintor de cualquier museo famoso o a cualquier arquitecto que haya pisado la tierra.
Porque nos encontramos a un Dios que se tomó el tiempo para diseñar hasta el más mínimo detalle, no solo de cómo luciría el Tabernáculo, sino también de sus utensilios, altares y hasta las vestiduras de los sacerdotes. Mientras leía, trataba de visualizar cómo se compararía a algo actual, pero no pude visualizar nada similar.
¿Por qué crees que Dios se …
Seguramente en algún momento de nuestra vida a todas nos ha tocado mudarnos. Eso es todo un acontecimiento. Y si fueras a una casa nueva o si construyes una, el evento es aún más emocionante.
Dios es un Dios de detalles. Podemos ver miles de ejemplos en la Palabra de cuán cuidadoso ha sido en dejar un sinnúmero de ellos, pero los descritos en los capítulos de hoy son para dejar sin aliento a cualquier pintor de cualquier museo famoso o a cualquier arquitecto que haya pisado la tierra.
Porque nos encontramos a un Dios que se tomó el tiempo para diseñar hasta el más mínimo detalle, no solo de cómo luciría el Tabernáculo, sino también de sus utensilios, altares y hasta las vestiduras de los sacerdotes. Mientras leía, trataba de visualizar cómo se compararía a algo actual, pero no pude visualizar nada similar.
¿Por qué crees que Dios se tomó el tiempo de diseñar este Tabernáculo de forma tan detallada? ¿Por qué crees que no lo dejó a consideración o sabiduría del pueblo?
¿Qué te enseña esto en cuanto al estándar de Dios y la forma como Él quiere ser adorado?
Dios es un Dios que no deja cabos sueltos, no es un Dios que improvisa, nada lo sorprende. Él es soberano. Dios buscaba enseñar al pueblo que todo esto apuntaba a Él, apuntaba a Su santidad, y que siempre debían andar delante de Él en rectitud.
Esto también me lleva a pensar en el contraste que vemos en el Nuevo Testamento. En el Tabernáculo solo el Sumo Sacerdote podía tener acceso al Lugar Santísimo, pero ahora a través de la obra redentora de Cristo tenemos acceso al trono de la gracia. Te invito a ver este contraste en Hebreos 4:16. Antes el pueblo miraba de lejos, con temor y solo una persona podía entrar, pero ahora mira lo que dice el texto:
«Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna». –Hebreos 4:16
Dios nos recuerda que hoy podemos venir a su trono y recibir gracia de Él, pero también Él demanda de nosotros una vida de santidad. Medita en el siguiente versículo y comparte acerca de este mandato:
«Porque escrito está: “Sean santos, porque Yo soy santo”». –1 Pedro 1:16
Por lo tanto, no solo ahora tenemos un mejor Sacerdote en Cristo, sino que Él nos ha vestido con Sus ropas. Lee Efesios 4:24 para meditar en esto. Además, ahora nosotras somos el templo de Dios, lee 2 Corintios 3:16 para meditar en cómo esto moldea tu forma de vivir. Dios está en ti todo el tiempo y te ve, te conoce completamente. ¿De qué manera esta verdad te ayuda a cuidar tu cuerpo y tu alma de manera integral? Concluye este día con una oración de gracias a Dios por quién es Él.
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