Día 194 | Eclesiastés 9 – 12
El Creador y Soberano decretó que la paga del pecado es la muerte. Justos e injustos han de pasar por ella. Esta es la «gran niveladora» de la humanidad. Llega a todos sin importar la edad, estatus, riquezas, prestigio o logros alcanzados. La esperanza solo la encontramos en lo que Cristo prometió: «el que cree en Mí, aunque muera, vivirá». –Juan 11:25. ¿Cómo impacta tu vida esta promesa?
Mientras la muerte llega, hay cosas por hacer «debajo del sol». Entre ellas: Gozar la vida que nos ha sido dada en todos los aspectos. Trabajar con empeño y excelencia. Guardarnos de locuras. Seguir cultivando la sabiduría recordando que esta no es garantía de éxito, ni goza del aprecio de muchos. Evitar toda negligencia y necedad. Tener en cuenta que el prosperar o no viene de Dios. Y, sí se es joven, gozar de la juventud, recordando que esto también es vanidad …
El Creador y Soberano decretó que la paga del pecado es la muerte. Justos e injustos han de pasar por ella. Esta es la «gran niveladora» de la humanidad. Llega a todos sin importar la edad, estatus, riquezas, prestigio o logros alcanzados. La esperanza solo la encontramos en lo que Cristo prometió: «el que cree en Mí, aunque muera, vivirá». –Juan 11:25. ¿Cómo impacta tu vida esta promesa?
Mientras la muerte llega, hay cosas por hacer «debajo del sol». Entre ellas: Gozar la vida que nos ha sido dada en todos los aspectos. Trabajar con empeño y excelencia. Guardarnos de locuras. Seguir cultivando la sabiduría recordando que esta no es garantía de éxito, ni goza del aprecio de muchos. Evitar toda negligencia y necedad. Tener en cuenta que el prosperar o no viene de Dios. Y, sí se es joven, gozar de la juventud, recordando que esto también es vanidad (capítulos 9-11).
El capítulo 12:2-8 exhorta a vivir dicha juventud: «acordándose» o «haciendo memoria» del Creador, antes de que llegue la vejez, la cual es descrita poéticamente.
Podrías preguntarte: si todo lo visto en este libro es vanidad, ¿vale la pena vivir?
El Predicador, luego de todas sus observaciones, nos enseña que sí vale la pena vivir, pero a la manera de Dios.
Vivir conforme a Dios incluye: Reconocer que la sabiduría humana es fútil. Oír a los sabios que enseñan palabras verdaderas. Temer a Dios y guardar Sus mandamientos. Lo último a recordar, es que todos daremos cuentas al Creador.
Sabemos que quedamos muy cortas ante tales cosas, pero si hemos creído que:
- Cristo es Sabiduría de Dios.
- Maestro y Predicador Perfecto.
- La Verdad y la Vida.
- Quien guardó a cabalidad todos los mandamientos a favor nuestro, de forma tal que ahora nuestro deleite es obedecerlos, no tendremos temor de dar cuentas de nuestros malos actos. En la cruz, ¡Él los canceló todos!
A la luz de lo aprendido: ¿cómo evalúas la vida y todo cuanto sucede «debajo del sol»?
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
Únete a la conversación