Día 191 | Proverbios 29 – 31
Introducción
«Duro de cerviz» cuando escucho este término del Antiguo Testamento tiendo rápidamente a asociarlo con los israelitas del exilio. Nunca conmigo misma, pero al leer la advertencia en Proverbios 29:1 «el duro de cerviz, será destruido», debo parar y reflexionar.
Ser de dura cerviz, es endurecerse contra Dios, consentir la necedad, la terquedad de nuestro corazón, caminar en nuestra propia sabiduría, ir totalmente en contra de Dios. En 1 Samuel 2: 25 leemos: «si un hombre peca contra otro, Dios mediará por él; pero si un hombre peca contra el Señor, ¿quién intercederá por él?» y por supuesto, la respuesta es ¡nadie! Ya nos ha advertido el Señor en Prov. 1:24 «porque he llamado y habéis rehusado oír, he extendido mi mano y nadie ha hecho caso». Prov. 6:15 «Por tanto su desgracia vendrá de repente; al instante será quebrantado, y no habrá remedio». Oh Señor qué tremendo sería …
Introducción
«Duro de cerviz» cuando escucho este término del Antiguo Testamento tiendo rápidamente a asociarlo con los israelitas del exilio. Nunca conmigo misma, pero al leer la advertencia en Proverbios 29:1 «el duro de cerviz, será destruido», debo parar y reflexionar.
Ser de dura cerviz, es endurecerse contra Dios, consentir la necedad, la terquedad de nuestro corazón, caminar en nuestra propia sabiduría, ir totalmente en contra de Dios. En 1 Samuel 2: 25 leemos: «si un hombre peca contra otro, Dios mediará por él; pero si un hombre peca contra el Señor, ¿quién intercederá por él?» y por supuesto, la respuesta es ¡nadie! Ya nos ha advertido el Señor en Prov. 1:24 «porque he llamado y habéis rehusado oír, he extendido mi mano y nadie ha hecho caso». Prov. 6:15 «Por tanto su desgracia vendrá de repente; al instante será quebrantado, y no habrá remedio». Oh Señor qué tremendo sería estar lejos y en contra del Dios vivo.
Hay dos tipos de personas que se nos describen en este proverbio, que son peores que los necios: el «sabio en su propia opinión» (Prov 26:12), que por supuesto rechaza la sabiduría de Dios y el «ligero de palabra», aquel que habla lo que bien le parece, ignorando la Palabra de Dios. Por el contrario, el sabio confía en Dios, y solo habla Su Palabra. El Señor es temible, si, pero no hay nadie más en quien debemos depositar toda nuestra confianza que en Él.
Abramos nuestros ojos y oídos, y dispongamos nuestro corazón a amar Su sabiduría y Su palabra. Pongamosla en acción, sigamos los consejos, aceptemos sus amonestaciones y vivamos una vida que refleje reverencia y confianza en Dios y Su Palabra. Su Palabra es la que nos instruye, es a través de ella que podremos tener fe, porque la fe es por el oír y el oír por la palabra de Dios (Romanos 10:17), y es lo único mediante lo cual nuestra mente y corazón podrán ser renovados y alejados de la necedad que nos lleva a la destrucción. No hay nada más necio que no confiar en Dios.
¿Cuán seriamente tomas las advertencias del Señor? ¿Cuánto anhelas andar en Su sabiduría? ¿Confías en el hoy?
Proverbios 30
A este versículo se le ha llamado «el más difícil» de todo el libro de Proverbios. ¿Quién es «Agur, hijo de Jaqué», es un nombre o es un adjetivo? Algunos han sostenido que Agur es otro nombre de Salomón; pero no es muy probable, ya que nada en la Biblia lleva a esa conclusión. Parece que Agur era un hombre sabio, o algunos dirán que este nombre significa «compilador».
Por otro lado, Agur puede ser una persona, aunque algunos no lo sostienen por que no aparece en otro lugar en la Biblia, sin embargo, no es raro que solo aparezca aquí mencionado, así sucede también con varios profetas del Antiguo Testamento como: Habacuc, Hageo, y Abdías, que no son mencionados en otros libros.
Con relación al nombre de Itiel (que aparece dos veces) y al de Ucal, algunos los consideran que no son nombres propios, sino que significan «Este hombre declaró, estoy fatigado, oh Dios; estoy fatigado, oh Dios, y estoy cansado». Esto parece que concuerda bien con el texto que le sigue.
¿No te parece que el inicio de este capítulo es semejante al libro de Job? Recuerda cuando Dios desafía a Job con una serie de preguntas que tienen la finalidad de demostrar la grandeza del Señor, comparada con las limitaciones de la mente y de la capacidad del hombre. «¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia…» (Job 38:4).
Hoy por hoy, mucha gente niega la infalibilidad de la Biblia; sin embargo, las propias Escrituras afirman en muchos lugares que así es, «infalible», por lo que tenemos certeza en la Palabra de Dios, con todas sus promesas y advertencias, sus mandamientos y afirmaciones. Es ahí donde debemos acudir en primer lugar, en nuestras necesidades y problemas. Es ahí donde podemos ver realmente cuán grande es nuestro Dios.
En esta época en la que vivimos, a veces los logros humanos son de gran asombro, y nos impactamos con los avances tecnológicos, de comunicación, etc. Eso nos da la falsa visión de que el humano es infalible. Sin embargo, en los últimos meses hemos visto la realidad de cuán débiles, pequeños y frágiles somos en comparación con la omnipotencia y la omnisciencia de nuestro Creador. En este tiempo percibir nuestra fragilidad, nos ayuda a tener una visión adecuada de la vida, y cuán grande es nuestra dependencia de Dios (aun sin creerlo).
Agur hace dos peticiones a Dios en esa dependencia que expresa ante Dios, que son las mismas oraciones que hoy podríamos poner ante el Señor: Oh Dios hazme una persona piadosa. y mantenme honesta, dependiente y con un corazón humilde que reconozca tu sabiduría, oh Señor que tu me hagas permanecer fiel. Oh mi Dios, Hemos visto que la maldad existe en nosotros, nuestro corazón persiste en el pecado, pero cuanto amor manifiestas al ser un Dios fiel con aquel que te busca y reconoce, aquel que espera en tus tiempos y cree en tu bondad.
Cuan hermoso podría lucir nuestro corazón si este fuera humilde y dependiente del Dios vivo, santo y poderoso
Proverbios 31
Estos últimos proverbios son mensajes prácticos de conducta moral, aplicables a la vida, destinados a los hijos, a los jóvenes y a todo hombre o mujer de Dios que quiere vivir bajo juicios morales basados en amor a Dios y al prójimo, cumpliendo el contenido de la ley y los mandamientos.
Cuando incorporamos estos proverbios a nuestra vida hacemos lo mismo, amamos a Dios y le obedecemos, amamos al prójimo y modelamos la vida que al morir Cristo compró a alto precio; una vida redimida, que muestra la paz, la sensatez y la cordura que no seríamos capaces de mostrar fuera de Él.
Finalmente hemos llegado al acróstico de proverbios dirigido o dedicado a la mujer ejemplar, virtuosa. Cuanto batalla mi corazón con esta imagen. A veces lucho con verla tan lejana y diferente, pero otras me entusiasma saber que este es un llamado a mi vida, que no sería posible lejos de Cristo, pero ¿no es todo posible para Dios?
En todos estos versículos hay uno que me entusiasma cada mañana (lo tengo en un recuadro en la pared junto a mi cama) «Se reviste de fuerza y dignidad y afronta segura el porvenir».
Solo en ti, Cristo, de ti vendrá hoy la fuerza que necesitaré para ser la mujer que tu me llamas a ser; aun en mi debilidad, encontraré fortaleza, ese será mi vestido hoy, ¡tu fuerza! (2 Cor 12:10). Podré ser responsable, sobria y respetuosa de mi y de otros, abrazaré mi diseño y mi llamado, aun cuando sea cansado y difícil. Porque tu eres quien me fortalece, quien me levanta, sé que es posible, estoy lista Señor para enfrentar este día junto contigo, en ti y para ti, porque Tú, y solo tú, me vistes de dignidad, soy tu hija, y tu me has puesto nombre. Este día puedo esperar con alegría y seguridad mi futuro.
Tu palabra es verdadera, así que, mujeres, levantémonos y edifiquemos el cuerpo de Cristo, ahí donde Él nos ha llamado y seamos esas mujeres que Dios creó para reflejar Su gloria.
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