Día 19 | Éxodo 15 – 18

¡Cuán rica es la Palabra de Dios! Tiene tanto que enseñarnos. ¡Es un verdadero océano lleno de perlas preciosas!

1. Cuando el pueblo de Dios experimenta la liberación de Dios, irrumpe en alabanzas.

La obra de Dios en nuestra vida, Su redención debe llenarnos de regocijo. Dios nos ha salvado, liberado y nos guía en esta peregrinación hasta llevarnos a nuestra morada eterna. Experimentar Su bondad y Su fidelidad debe mover nuestros afectos a la adoración y servirlo.

• ¿Quién era el objeto principal de adoración en el cántico de Moisés y María, el instrumento humano (Moisés) o Dios?
• ¿Cuál es el tema central de este cántico de alabanza? (ver 15:18) ¿Qué significa esto para ti?
• ¿Te regocijas de los hechos portentosos de Dios en tu propia vida?

2. ¡Cuán fácilmente pasamos de la alabanza a la queja! Siempre nos resultará más fácil alabar a Dios cuando las cosas van bien, pero ¿cómo reaccionas cuando las cosas no son como esperabas? 

Hace falta mucha fe y confianza en la bondad y fidelidad de Dios para cantar y regocijarnos cuando estamos en gran necesidad. 

• ¿Cómo responde Dios ante la falta de fe y las quejas continuas de los judíos? ¿Qué te enseña esto acerca de la paciencia de Dios?
• Lee el 16:8. En última instancia, ¿sus quejas eran contra quién?

Murmurar contra Dios es un reflejo de ingratitud en nuestro corazón. Nuestras quejas solo revelan que no hemos creído en Su bondad, Su fidelidad y Sus promesas, y que no estamos contentas con lo que Él ha dispuesto darnos.

La vida en este mundo caído consta de buenos y malos tiempos, de momentos amargos y otros dulces. Sin embargo, Dios ha prometido estar con nosotros en cada uno de ellos. Él endulza aún los lugares amargos con Su presencia. Es por Su presencia que podemos estar contentas.

Cada circunstancia difícil es una oportunidad de aprender a confiar en Dios y cultivar la fe.

• Lee Filipenses 4:10-13. ¿Qué lección podemos aprender del apóstol Pablo?
• Como hijas de Dios, ¿qué estamos llamadas a hacer en lugar de quejarnos? (Lee Filipenses 4:4-7)

3. Lo que el maná era para los judíos en el desierto, lo es Jesús para nosotros hoy. Él es nuestro Pan de Vida.

Recoger el maná diariamente era una lección práctica diaria para el pueblo judío acerca de la provisión fiel de Dios y de su necesidad de depender totalmente de Él. Dios nos da exactamente lo que necesitamos cada día. 

Es uno de los principios fundamentales de la vida cristiana: vivir por fe.

• ¿Qué similitud puedes ver entre el maná y el alimento diario de la Palabra de Dios?

¡Te animo a ir más profundo! Busca los siguientes versículos: 

• Job 23:12
• Salmo 119:103
• Mateo 4:4
• 1 Pedro 2:2
• 1 Corintios 3:1-2
• Hebreos 5:11-14

4. Dios nos invita a clamar a Él en todo tiempo, muy especialmente durante las batallas de la vida.

En el momento de la batalla contra Amalec, Moisés estuvo orando en la montaña. Dios nos llama a clamar a Él por liberación y también a interceder los unos por los otros. Él es el único que puede ayudarnos.

• Lee Hebreos 4:14-16. ¿Cómo alienta tu alma saber que Cristo está orando por ti en este mismo momento?

5. Dios no te llama a hacerlo todo.

Todas tenemos responsabilidades, llamados, estamos en diferentes etapas de la vida y tenemos diversas áreas de influencia a nuestro cargo. Como mujeres, muchas veces tomamos más cargas que las que Dios quiere que tomemos y terminamos exhaustas. Moisés estaba haciendo todo el trabajo solo y Jetro pudo ver lo que él no estaba viendo.

• ¿Te sientes exhausta? Considera buscar el consejo de alguna hermana que te conozca y escuche su sabiduría. Muchas veces cuando estamos ahogadas no podemos discernir la voluntad de Dios. Busca el consejo de Dios y de otros.

6. Moisés asigna líderes para que lo ayuden a llevar la carga.

• Lee el 18:21. ¿Cuáles características deben tener estos líderes? 
• Ora que Dios levante líderes con estas características en los hogares y las iglesias.

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