Día 184 | Proverbios 4 – 7
Ayer vimos que el Señor instruye a los niños a obedecer a sus padres y la responsabilidad que eso implica a quienes tenemos hijos de instruir a nuestros hijos en la palabra. Pues bien, ahora en el capítulo cuatro, esos niños han crecido y ahora son jóvenes y a esos jóvenes les instruye a escudriñar la palabra de Dios.
Salomón nos muestra que cuando los niños están pequeños, están bajo nuestra completa responsabilidad, y es nuestro deber enseñarles la palabra, pero en la medida que van creciendo, ellos solos deben comenzar a buscar al Señor, amar su palabra y obedecerla cómo lo hacían con sus padres cuando eran pequeños.
Como padres cometemos muchos errores, y es por eso que una de las cosas más importantes que debemos enseñar a nuestros hijos cuando son pequeños es a tener temor del Señor, es decir, que ellos sepan que aunque nosotros fallamos, Dios …
Ayer vimos que el Señor instruye a los niños a obedecer a sus padres y la responsabilidad que eso implica a quienes tenemos hijos de instruir a nuestros hijos en la palabra. Pues bien, ahora en el capítulo cuatro, esos niños han crecido y ahora son jóvenes y a esos jóvenes les instruye a escudriñar la palabra de Dios.
Salomón nos muestra que cuando los niños están pequeños, están bajo nuestra completa responsabilidad, y es nuestro deber enseñarles la palabra, pero en la medida que van creciendo, ellos solos deben comenzar a buscar al Señor, amar su palabra y obedecerla cómo lo hacían con sus padres cuando eran pequeños.
Como padres cometemos muchos errores, y es por eso que una de las cosas más importantes que debemos enseñar a nuestros hijos cuando son pequeños es a tener temor del Señor, es decir, que ellos sepan que aunque nosotros fallamos, Dios no falla, que cuando nosotros no vemos, Dios si ve, que cuando ellos actúan a nuestras espaldas, Dios conoce todas las cosas, el temor de Dios es saber que estamos bajo sus alas, bajo su refugio y que delante de él todos necesitamos de su gracia. Debemos enseñarles a ser sabios y tener buen juicio.
Algunos beneficios de la sabiduría:
- Aférrate a ella y te protegerá, te guiará a gran honra.
- Ámala y ella te cuidará.
- Te da sentido común y buen juicio.
- Si la exaltas ella te exaltará.
- Te coronará de gracia.
- Te guiará a la vida verdadera.
«Hijo mío, presta atención a mis palabras;
Inclina tu oído a mis razones.
Que no se aparten de tus ojos;
Guárdalas en medio de tu corazón». –v. 20, 21
Capítulo 5
Estudiando el libro de proverbios con mis hijos, tuve que pedir sabiduría a Dios para explicarle a mi hijo de 10 años este capítulo y tuve que hablar de las mujeres que son necias y de cómo en momentos de la vida puede toparse con ellas, como padres tenemos que ser muy creativos para saber cómo ilustrar ciertos temas a nuestros hijos, acorde a su edad y por eso es necesario también conocer la palabra, porque entonces podemos echar mano de otros pasajes que nos ayuden a ilustrar lo que estamos estudiando, así que recurrí a la historia de Sansón y cómo se dejó engañar por una mujer necia. Finalmente este capítulo me dio la pauta para enseñarle cómo es una mujer sabia, y qué es lo que él debe valorar en una mujer y cómo debe saber esperar y guardar su corazón para ella, y aprovechamos para orar por sabiduría para cuando sea el tiempo.
Yo sé que podemos hacer estudios profundos sobre cada pasaje, pero el objetivo de este reto, es que como mujeres nos sentemos a leer la Biblia juntas y podamos compartir maneras prácticas en las que la palabra nos lleva de la mano cada día.
Capítulo 6
Este capítulo nos enseña a ser diligentes, a trabajar, a no ser perezosos y nos da muchos consejos prácticos sobre cómo ahorrar, ser previsivos, aprovechar el tiempo, etc.
No sé si has notado que hay una generación de jóvenes perezosos, poco esforzados, que no les gusta trabajar, yo he visto muchos, y es nuestro deber formar en nuestros hijos un sentido de responsabilidad, de diligencia, de trabajo, de esfuerzo, y muchas veces es más fácil resolverles todo para no estar en conflicto, pero necesitamos ser motivadores y movilizadores, no permitirles que se acomoden ni se acostumbren a tenerlo todo sin esfuerzo, el mundo necesita de hombres y mujeres esforzados, que se gasten para que el reino de los cielos siga avanzando contra viento y marea. No podemos darnos el lujo de ser perezosos.
Capítulo 7
Luego alerta a los jóvenes sobre la mujer necia y comienza recordando la necesidad de ser sabios, les dice que deben atarse al dedo la sabiduría, a escribirla en la tabla de su corazón, a tenerla como si fuera su hermana y luego vemos por qué, y es que la mujer necia, la mujer ajena, al primero que considera es al joven falto de entendimiento, dice una versión que cuando ella miraba por la ventana veía a un joven sin seso. Este joven sin sabiduría se dejó engañar, mientras que más adelante nos deja ver que el joven que es sabio cuando ve el peligro sale corriendo. Me recuerda a José y la esposa de Potifar, José era un joven sabio y supo cuando debía salir corriendo, y supo cuándo quedarse y esperar. Pero solo la sabiduría puede guiar al joven en la dirección correcta.
Hasta este punto hemos podido identificar varios personajes: El sabio, el necio, el joven sin seso, el perezoso, el diligente, el que obedece, el negligente, el que confía en la palabra, el que se apoya en su propio entendimiento, la mujer sabia, la mujer necia, entre otros. ¿Te identificas con alguno de ellos? ¿De qué manera práctica has usado las enseñanzas de este libro?
¡Únete a la conversación! Escribe tus comentarios, y entre todas animémonos a continuar en este reto, aprendiendo juntas de la palabra de Dios.
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