Día 183 | Proverbios 1 – 3
Salomón es el autor de la mayor parte de este libro y el tema central es la sabiduría.
La RAE (Real academia de la lengua española) define la palabra sabiduría de la siguiente manera:
Sabiduría:
- Grado más alto del conocimiento.
- Conducta prudente en la vida o en los negocios.
- Conocimiento profundo en ciencias, letras o artes.
La sabiduría va mucho más allá del conocimiento, pues el conocimiento sin sabiduría se convierte en vanidad y necedad, mientras que la sabiduría toma decisiones, basadas en el conocimiento, y actúa de manera coherente con las decisiones tomadas.
Antes de comenzar, es importante resaltar, que nosotras leemos este libro conociendo la historia completa, sabiendo que nuestro salvador se hizo hombre y murió por nosotros y que vivió una vida perfecta en nuestro lugar y es por esa gracia que podemos caminar a la luz de este libro, porque la sabiduría en lugar de condecorarnos …
Salomón es el autor de la mayor parte de este libro y el tema central es la sabiduría.
La RAE (Real academia de la lengua española) define la palabra sabiduría de la siguiente manera:
Sabiduría:
- Grado más alto del conocimiento.
- Conducta prudente en la vida o en los negocios.
- Conocimiento profundo en ciencias, letras o artes.
La sabiduría va mucho más allá del conocimiento, pues el conocimiento sin sabiduría se convierte en vanidad y necedad, mientras que la sabiduría toma decisiones, basadas en el conocimiento, y actúa de manera coherente con las decisiones tomadas.
Antes de comenzar, es importante resaltar, que nosotras leemos este libro conociendo la historia completa, sabiendo que nuestro salvador se hizo hombre y murió por nosotros y que vivió una vida perfecta en nuestro lugar y es por esa gracia que podemos caminar a la luz de este libro, porque la sabiduría en lugar de condecorarnos como grandes cristianas que andan correctamente, nos hace más humildes, sabiendo que no es posible andar perfectamente delante de Dios, mas por la obra de Cristo en la cruz es que podemos acudir delante del padre, clamando por sabiduría y entonces es por Su gracia que aprendemos a andar sabiamente, es decir, con humildad.
Necesitamos ser sabias, para que nuestro conocimiento no exceda nuestra práctica, y este libro nos ayuda a entenderlo mejor, pues nos muestra cómo debe lucir una vida que ama la sabiduría, es como un espejo, donde podemos ver si realmente estamos poniendo en práctica lo que hemos aprendido.
En este libro hay diferentes tipos de personas con las que podemos identificarnos, es como un test de personalidad, que nos va a ayudar a ver cómo es nuestra conducta y al mismo tiempo nos da las pautas para saber cómo corregir lo que no sabemos hacer o de qué manera enfrentar una situación en particular.
En esta primera parte del libro encontraremos las instrucciones para leerlo y la importancia de conocer y procurar la sabiduría.
Si eres madre, el libro de proverbios es una de las mejores herramientas que el Señor nos dejó en la palabra para enseñarnos de manera práctica cómo instruir a nuestros hijos.
Este capítulo nos dice que los proverbios fueron escritos para enseñarnos cómo debemos vivir, como actuar en diferentes circunstancias que se nos presentan, pues es necesario que el pueblo de Dios sea entendido y viva de una manera honrada, justa y digna.
Entender la sabiduría de este libro:
- Convierte en sabio al simple.
- Advierte a los jóvenes de los peligros que va a encontrar en el camino.
- A los sabios les da mayor sabiduría.
Pero para todas estas cosas nos da la pauta más importante y está en el verso siete:
«El temor del Señor es el principio de la sabiduría».
¡La sabiduría habla! Es decir que es una persona y nosotras sabemos quién es y la respuesta ella encontramos en 1 Corintios 1:24 que dice:
«Sin embargo, para los llamados, tanto judíos como griegos, Cristo es poder de Dios y sabiduría de Dios».
¡Cristo es la sabiduría! Y esto debemos tenerlo presente durante toda la lectura, pues necesitamos saber que no es en nuestras propias fuerzas que podemos andar sabiamente, sino que necesitamos ser renovadas en nuestro hombre interior para que entonces podamos ver a Cristo como aquél que cumplió la ley perfectamente.
Para entender los proverbios necesitamos sabiduría, es decir que no es un libro que debemos tomar aislado del resto de las escrituras, sino que en diferentes situaciones necesitamos ver qué nos enseña la palabra de Dios en todo su contexto para entonces poder saber cómo aplicar la enseñanza de un verso en particular.
«Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre».
Esta es probablemente una de las expresiones que más encontramos en los primeros capítulos, y como padres quisiéramos que nuestros hijos entendieran este principio, pero hay algo muy importante que no podemos perder de vista y es el punto que quiero resaltar hoy:
- ¿Cual es tu enseñanza como madre?
Queremos que nuestros hijos aprendan a seguir nuestras enseñanzas, pero ¿estamos instruyendo a nuestros hijos en la palabra de Dios, o en nuestro propio entendimiento?
Meditemos en estas palabras durante el día, y oremos al Señor para que nos de la sabiduría que necesitamos cada día y que en su palabra podamos encontrar esos tesoros que Él ha dejado para que podamos andar en una vida sincera delante de Él, sabiendo que Él mismo nos ayudará y sustentará.
«Bienaventurado el hombre que halla sabiduría
Y el hombre que adquiere entendimiento.
Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata,
Y sus utilidades mejor que el oro fino.
Es más preciosa que las joyas.
Y nada de lo que deseas se compara con ella». –Proverbios 3:13, 15
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