El Salmo 119 es el capítulo más largo de toda la Biblia y sin lugar a duda es uno de mis favoritos. Si ya lo leíste te diste cuenta que toma aproximadamente veinte minutos para leerlo si no tomas ninguna pausa. :) ¿Viste que está dividido en veintidós partes? Es porque cada una de ellas inicia con una letra del alfabeto hebreo, por eso muchos le llaman el ABC de la Palabra de Dios.
Este largo salmo está repleto de alabanzas a la Palabra de Dios. Aquí encontramos un extenso listado de sus beneficios junto a exhortaciones a reverenciarla y a guardarla con todo el corazón.
Hay un millón de formas en las que nos podemos acercar a este salmo, pero quiero compartirte mi favorita. Te confieso que cuando no siento deseos de leer la Biblia, una de las prácticas que me ayudan a despertar mi corazón es escuchar este …
El Salmo 119 es el capítulo más largo de toda la Biblia y sin lugar a duda es uno de mis favoritos. Si ya lo leíste te diste cuenta que toma aproximadamente veinte minutos para leerlo si no tomas ninguna pausa. :) ¿Viste que está dividido en veintidós partes? Es porque cada una de ellas inicia con una letra del alfabeto hebreo, por eso muchos le llaman el ABC de la Palabra de Dios.
Este largo salmo está repleto de alabanzas a la Palabra de Dios. Aquí encontramos un extenso listado de sus beneficios junto a exhortaciones a reverenciarla y a guardarla con todo el corazón.
Hay un millón de formas en las que nos podemos acercar a este salmo, pero quiero compartirte mi favorita. Te confieso que cuando no siento deseos de leer la Biblia, una de las prácticas que me ayudan a despertar mi corazón es escuchar este salmo en audio. Recordar los beneficios de la Palabra de Dios me ayuda a reconocer mi necesidad y alinea mis afectos a la Verdad.
Por eso aquí comparto contigo esos beneficios para que al igual que yo, los conviertas en motivos de oración. Dile al Señor:«abre mis ojos para que pueda ver que solo en tu Palabra encuentro ______________». Aquí algunos de los beneficios que el salmo nos ofrece para que llenes el espacio en blanco con cada uno de ellos.
- Bendición y gozo (119:1–2, 122).
- Pureza (119:9).
- Protección contra el pecado (119:11, 29, 121).
- Consuelo en el dolor (119:28).
- Libertad (119:45).
- Esperanza (119:49).
- Consuelo y avivamiento (119:50).
- Razones para cultivar un corazón agradecido (119:62).
- Instrucciones y sabiduría (119:98–100, 24).
- Alimento dulce (119:103): la palabra de Dios es más dulce que la miel.
- Luz para nuestro andar (119:105).
- Refugio (119: 114).
- Sustento para nuestra esperanza (119:116).
- Deleite (119:70, 103, 111).
- Paz (119:165).
- Rescate (119: 170).
- Amor y salvación (119:41, 149).
- Misericordia (119:132).
¡No cesemos de orar que Dios nos permita ver los maravillosos beneficios que se encuentran en su Palabra! Ese es el tipo de oración a la que Dios siempre dice que sí. Él nos responderá y renovará nuestro amor por su Verdad. Puedo dar testimonio de que Él lo ha hecho en mí. Lee o escucha este Salmo una y otra vez.
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