Día 153 | Job 17 – 20
Hoy nos encontramos a Job describiendo de una manera gráfica su dolor y al leerlo no pude sino pensar en el dolor que sintió nuestro Señor Jesucristo en la cruz. Ciertamente Job sufrió sin saber exactamente la razón, a él no le preguntaron si estaba dispuesto a sufrir y pasar por todo lo que le pasó… pero nuestro salvador si, ¿has pensado en eso? ¿Qué te hace sentir que Jesús sabía exactamente lo que le vendría y aún así lo hizo? ¡Por amor a ti y a mí! ¿No es maravilloso?
Al final del capítulo 17 Job dice que no sabe dónde está su esperanza, que no sabe si se irá al Seol con él, pero cuando veo las palabras de Isaías en el capítulo 53:5
«Pero Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, y por Sus heridas hemos …
Hoy nos encontramos a Job describiendo de una manera gráfica su dolor y al leerlo no pude sino pensar en el dolor que sintió nuestro Señor Jesucristo en la cruz. Ciertamente Job sufrió sin saber exactamente la razón, a él no le preguntaron si estaba dispuesto a sufrir y pasar por todo lo que le pasó… pero nuestro salvador si, ¿has pensado en eso? ¿Qué te hace sentir que Jesús sabía exactamente lo que le vendría y aún así lo hizo? ¡Por amor a ti y a mí! ¿No es maravilloso?
Al final del capítulo 17 Job dice que no sabe dónde está su esperanza, que no sabe si se irá al Seol con él, pero cuando veo las palabras de Isaías en el capítulo 53:5
«Pero Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, y por Sus heridas hemos sido sanados».
Mi corazón se llena de esperanza porque sé que mi redentor vive y sé dónde está mi esperanza.
- ¿Dónde está puesta tu esperanza el día de hoy?
En el capítulo 18, Bildad en su segunda ronda de discursos, reacciona ante lo dicho por Job y reconoce que él padece el castigo justo para los malvados, y hace una descripción de quien es un impío. Aunque es cierto lo descrito allí, él no aplicó sabiduría, sino simplemente se guió por lo que él entendía que era obvio. Nunca se detuvo para preguntarse, ¿qué quiere Dios hacer en todo este proceso? Bildad estaba simplemente reaccionando ante lo que su limitada visión podía percibir y atacaba a su amigo sin compasión y sin tomar en cuenta lo que él acababa de decir. Mientras Job descargaba su corazón delante de ellos él solo estaba pensando en que era lo que iba a responder sin detenerse siquiera a reflexionar… ¿Cuántas veces hemos sido Bildad en la vida de otra persona? ¿Cuántas veces preferimos ganar un argumento aún signifique destruir el corazón de tu amigo? Que Dios nos ayude a ser más prontos a escuchar y menos prontos a hablar cuando estamos ante el sufrimiento de una persona.
Job responde en el capítulo 19 diciendo que en un mundo sin justicia ni amigos, el justo lo único que puede hacer es esperar la acción de nuestro Salvador. Me causó tristeza profunda este capítulo. Él se siente aplastado, angustiado, contó las veces que lo han insultado y lo peor es que les pregunta si no siente vergüenza del daño que le han hecho.
«Tengan piedad, tengan piedad de mí, ustedes mis amigos, porque la mano de Dios me ha herido. ¿Por qué me persiguen como Dios lo hace, y no dejan ya de saciarse de mi carne?» –Job 19: 21-22
Luego de decir todo lo que siente viene una de las porciones que trajó aliento a mi corazón, donde sé que aunque te insulten, no te entiendan, no te comprendan, seas criticado hay esperanza, ¡mi Redentor vive!: «Yo sé que mi Redentor vive, Y al final se levantará sobre el polvo. Y después de deshecha mi piel, Aun en mi carne veré a Dios; Al cual yo mismo contemplaré, Y a quien mis ojos verán y no los de otro». –Job 19: 25-27
Oh cuánto anhelo ese día en el que mis ojos vean a mi Redentor ¿Esperas tú también con ansias ese día?
Y luego de este hermoso cuadro de esperanza y consolación… Llegamos al capítulo 20 y ya me estoy sintiendo como Job. ¡Qué amigos tan intensos e insensatos! Zofar prácticamente vuelve al mismo tema y en su descripción del impío dice que su prosperidad es breve. Se siente atacado e insultado (vv. 2,3), se sintió herido, y en su discurso incluye a Job en este grupo de impíos que acaba de describir. Ciertamente los malvados sufrirán gran dolor y angustia y todo se volverá contra él. Admiro la entereza de Job porque ya yo hubiera dejado la amistad hasta ahí. Pero es bueno que Dios nos deje estos recuentos en tan vívidos detalles para que podamos aprender y vivir una vida que glorifique a Dios.
Mañana continuaremos viendo que responde Job y entraremos en una tercera ronda de conversaciones. Cuéntame qué has aprendido hasta ahora del libro de Job.
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