Día 151 | Job 9 – 12
Es sorprendente las cosas que podemos encontrar en la Palabra de Dios con las que fácilmente podemos identificarnos, y el libro de Job nos ofrece una gran variedad de personajes y, si somos honestas, hemos estado en varias de esas posiciones. El día de ayer dejamos a Bildad diciéndole a Job que si él no había pecado, pues fueron sus hijos, ya que resultaba evidente que Dios lo estaba castigando, y también albergaba esperanzas de que Job confesara su maldad.
- ¿Cuántas veces nos llegamos a creer el Espíritu Santo de los demás e insistimos en que sabemos que es lo que el otro debe hacer?
Hoy en los capítulos 9 y 10 vemos a un Job que en su desesperación empieza a cuestionar en voz alta si podría o no ser escuchado por Dios y hace una serie de declaraciones muy importantes sobre algunos de los atributos de Dios:
- Nadie …
Es sorprendente las cosas que podemos encontrar en la Palabra de Dios con las que fácilmente podemos identificarnos, y el libro de Job nos ofrece una gran variedad de personajes y, si somos honestas, hemos estado en varias de esas posiciones. El día de ayer dejamos a Bildad diciéndole a Job que si él no había pecado, pues fueron sus hijos, ya que resultaba evidente que Dios lo estaba castigando, y también albergaba esperanzas de que Job confesara su maldad.
- ¿Cuántas veces nos llegamos a creer el Espíritu Santo de los demás e insistimos en que sabemos que es lo que el otro debe hacer?
Hoy en los capítulos 9 y 10 vemos a un Job que en su desesperación empieza a cuestionar en voz alta si podría o no ser escuchado por Dios y hace una serie de declaraciones muy importantes sobre algunos de los atributos de Dios:
- Nadie puede ser justo delante de Dios: En los versículos 2-3 habla sobre quién puede ser justo delante de Dios o siquiera discutir con Él. Esto me recuerda a lo que Pablo nos dice en Romanos 3:9; «Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se han desviado, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, No hay ni siquiera uno». PERO y así en mayúsculas, me alegra saber que a través de la obra de Cristo en la cruz hemos sido justificadas delante del Padre.
- La soberanía de Dios: v. 5 Dios es quien dispone y gobierna aún a la naturaleza. ¿Te da paz el saber que Dios es soberano? O ¿nos angustiamos llegando a dudar de su bondad para con nosotras aún en medio del dolor?
- Su poder: vv. 12.13, cuantas veces nos acercamos a Dios en medio de nuestras pruebas exigiendo y a veces pensando que podemos decirle a Dios como hacer las cosas, podemos «reconocer» su poder siempre y cuando funcione a mi favor, pero cuando no es así queremos torcerle el brazo a Dios.
- Su justicia: vv. 19 y 20, regresando a Romanos 3 ya sabemos que no podemos ser justos en nuestras propias fuerzas, una y otra vez la Palabra de Dios nos recuerda que solo Dios es justo, pero que maravilloso es recordar la cruz cuando leemos versos como estos, que bueno que gracias a ese nuevo pacto hoy puedo acercarme sin temor a mi Padre celestial.
Capítulo 11, entra Zofar en la conversación que pudiera ser el más atrevido de los 3, por su forma de hablar y las preguntas que formuló. Aquí vemos otros temas importantes que revelan:
- ¡Cuán insondables son tus caminos! vv. 7-8 , esto me lleva a conectar con Romanos 11:33; «¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son Sus juicios e inescrutables Sus caminos!».No podemos comprender ni mucho menos cambiar lo que Dios ya ha decretado, esto una vez más, debe traer paz a nuestros corazones.
- Las obras: es sorprendente que luego de tales declaraciones nos encontremos con los versículos 13-20, nuevamente vemos la ley de la retribución, donde si hacemos esto o aquellos lograremos el favor de Dios y sus bendiciones. También reduce la vida a lo temporal, a lo terrenal, es una perspectiva horizontal en lugar de la que debe ser que es vertical, con la mirada siempre puesta en lo eterno. El sufrimiento siempre estará presente en la vida del creyente, Jesús nos dijo en Juan 16:33;«Estas cosas les he hablado para que en Mí tengan paz. En el mundo tienen tribulación; pero confíen, Yo he vencido al mundo». Pon tu mirada en Cristo.
Llegando al capítulo 12 vemos una maravillosa declaración del poder y la soberanía de Dios, creo que en este punto los amigos de Job debieron sentirse frustrados porque Job insistía en su integridad, entendía lo que le decían, pero les recordó que ellos, él y sus amigos, tenían una sabiduría diferente a la de Dios. Luego de reconocer que era la burla de los demás empezamos viendo una declaración parecida a la de Asaf cuando quitando sus ojos del santuario empezó a ver cómo le iba bien a los impíos –v. 6– y de una manera magistral empieza a apuntar a todo lo creado para llevarnos a ver que solo en Dios está la sabiduría y el poder, que nadie puede contradecir sus designios, que es Él quien quita y quien pone, que saca los misterios de las tinieblas, allí en medio de su desesperación, en medio de tantos ataques Job logra no solamente abrir su corazón y su alma, sino que puede ver la mano de ese Dios, que aunque él no entiende lo que está pasando puede reconocer su control en medio de todo.
¿Es esa tu forma de reaccionar ante las dificultades de la vida? Cuéntanos aquí debajo.
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