Día 142 | Nehemías 1 – 4
Capítulo 1
Me encanta la canción «Hosanna» y especialmente la frase que dice: «quebranta mi corazón por lo que quebranta el tuyo». Y eso fue lo que Nehemías vivió. Su corazón se quebrantó por lo que quebrantaba el corazón de Dios. No era solo dolor por una situación personal que sucedía en su propia vida, sino por los muros de Jerusalén que habían sido derrumbados y por la ciudad que había quedado en ruinas. Dios odia el pecado. Hoy en día hay muchos pecados que se ven como algo común o normal, pero nosotras no podemos caer en ese error.
- ¿Podemos decir como Nehemías que estamos tristes y afligidas por el quebrantamiento que nos rodea?
- ¿A qué pecados te has vuelto insensible?
- ¿Qué significa tener un corazón quebrantado por lo que quebrante el corazón de Dios?
Nehemías se escapó (capítulo 2)
Salía de mi casa en las noches sin decirle …
Capítulo 1
Me encanta la canción «Hosanna» y especialmente la frase que dice: «quebranta mi corazón por lo que quebranta el tuyo». Y eso fue lo que Nehemías vivió. Su corazón se quebrantó por lo que quebrantaba el corazón de Dios. No era solo dolor por una situación personal que sucedía en su propia vida, sino por los muros de Jerusalén que habían sido derrumbados y por la ciudad que había quedado en ruinas. Dios odia el pecado. Hoy en día hay muchos pecados que se ven como algo común o normal, pero nosotras no podemos caer en ese error.
- ¿Podemos decir como Nehemías que estamos tristes y afligidas por el quebrantamiento que nos rodea?
- ¿A qué pecados te has vuelto insensible?
- ¿Qué significa tener un corazón quebrantado por lo que quebrante el corazón de Dios?
Nehemías se escapó (capítulo 2)
Salía de mi casa en las noches sin decirle a mis padres cuando era adolescente, pero definitivamente no era por las cosas de Dios. Dios parecía darle a Nehemías la visión de cuál sería su plan y cómo Nehemías estaría preparado para llevarlo a cabo. A veces necesitamos asegurarnos de tener la visión de Dios de cosas específicas en nuestra vida antes de saltar sin preparación e involucrar a otros en esta misión.
Me encantan los nombres de los lugares y puertas aquí mencionadas. Son tan simples y útiles que nos ayudan a saber a qué se refiere cada puerta. Me gusta imaginar la Fuente del Dragón (2:13) donde se bañaban los animales salvajes.
- ¿«Te escapas» para estar a solas con Jesús y para poder tener una visión más clara del trabajo que Él está haciendo y así entonces poder entender mejor antes de hacer cualquier cosa?
- ¿Cuáles son algunas cosas o lugares metafóricos en tu vida que se han destruido y necesitan ser reconstruidos?
Capítulo 3
Aquí hay otro capítulo que parece fácil de omitir debido a tantos nombres (especialmente los que son difíciles de pronunciar). ¡Pero no lo vamos a hacer!
¡Qué asombroso es ver todos los diferentes tipos de personas que están construyendo este muro! No son solamente los constructores o la gente de la «iglesia», sino gente de diversos oficios, muchos que no tienen nada que ver con el mundo de la construcción de muros. Hananías, por ejemplo, era un perfumista (3:8). Sin embargo, lo triste es que el único grupo de personas que se ve con malos ojos en este capítulo son los nobles (v.5).
«... pero sus nobles no apoyaron la obra de sus señores».
Es fácil decirnos a nosotros mismos que «no somos parte del equipo» o «no puedo» o «Dios realmente no puede usarme», pero ¡lo ha hecho y lo hace! ¡No usemos la excusa de falta de habilidad para no participar de la obra de Dios!
- ¿Has dejado alguna vez de participar en la obra de Dios por temor a no ser apta?
Usando ambas manos (capítulo 4)
Debido a las advertencias de ataque, el pueblo tuvo que estar preparado en todo momento para defenderse. Toma en cuenta que este miedo no les impidió seguir construyendo ni llevar a cabo su vida diaria, ni dejar de hacer el trabajo del Señor. Con qué frecuencia cuando hay algo de amenaza en nuestras vidas nos ocultamos, corremos, cambiamos nuestros planes. A veces es necesario, pero debemos temer solo a Dios y pedir discernimiento para saber cómo responder.
Me encanta la imagen que nos ilustra el capítulo cuatro de cómo funcionaban. Algunos eran guardias, mientras otros construían. Algunos con una mano construían y en la otra mano sostenía la espada para defenderse y luchar (4:17). En Efesios 6 leemos sobre la armadura de Dios, que la espada es la Palabra de Dios y que debemos usarla para defendernos y luchar. Tenerla siempre a mano (ya sea físicamente o en nuestras mentes) para defendernos de los ataques del enemigo. Al igual que los judíos que sabían que había enemigos por todas partes y que en algún momento estos enemigos los atacarían, también nosotros conocemos los planes de Satanás (2 Cor. 2:11) y que constantemente nos rodea buscando atacarnos en nuestras áreas débiles.
- ¿Estás preparada para luchar contra los ataques diarios a los que te enfrentaras?
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