Día 135 | 2 Crónicas 26 – 28
Al reflexionar sobre los años que Uzías y Jotam su hijo reinaron en Jerusalén y en las obras que hicieron durante este tiempo, viene a mi corazón como muchas de nosotras nos afanamos por saber o controlar la duración de nuestras vidas aquí en la tierra, olvidando que nuestros tiempos están en sus manos, descuidando lo que Dios sí nos ha entregado en nuestras manos para hacer.
Lo que sí sabemos es lo que Él nos ha revelado en su Palabra y es que hemos sido creadas en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.
Enfoquémonos y ocupémonos en:
- Buscar constantemente a nuestro Dios.
- Edificar nuestros hogares sobre la roca que es Cristo.
- Ser verdaderamente una ayuda idónea para nuestros esposos.
- Preparar el corazón de nuestros hijos para la eternidad.
- Como dice el libro de Tito, enseñar a …
Al reflexionar sobre los años que Uzías y Jotam su hijo reinaron en Jerusalén y en las obras que hicieron durante este tiempo, viene a mi corazón como muchas de nosotras nos afanamos por saber o controlar la duración de nuestras vidas aquí en la tierra, olvidando que nuestros tiempos están en sus manos, descuidando lo que Dios sí nos ha entregado en nuestras manos para hacer.
Lo que sí sabemos es lo que Él nos ha revelado en su Palabra y es que hemos sido creadas en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.
Enfoquémonos y ocupémonos en:
- Buscar constantemente a nuestro Dios.
- Edificar nuestros hogares sobre la roca que es Cristo.
- Ser verdaderamente una ayuda idónea para nuestros esposos.
- Preparar el corazón de nuestros hijos para la eternidad.
- Como dice el libro de Tito, enseñar a las más jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos
No mal usemos el tiempo que Dios nos ha regalado tratando de controlar lo que sólo Dios controla.
- Al reflexionar sobre el final de Uzías, tenemos que recordar que no solo es iniciar bien esta carrera de la fe, sino perseverar y finalizar guardando dicha fe, como dice Pablo en 2a a Timoteo 4:7 «He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe». El pecado nos envuelve fácilmente y obstaculiza nuestro progreso, recordemos despojarnos de él.
Estemos alerta y no comprometamos nuestra carrera de la fe por no querer despojarnos de nuestros pecados.
- Dios usó a los hijos de Israel (reino del Norte) para disciplinar a Judá (tribu del Sur) a causa de los pecados de Acaz, pero me impacta profundamente cuando Dios les llama la atención a los hijos de Israel a través del profeta Obed sobre la ira con la que ellos actuaron ante sus hermanos y es que, aunque nuestros familiares, padres, hijos o hermanos practiquen una vida de pecado y Dios nos use como instrumentos de disciplina, Él nos llama a no actuar con ira, sino con amor y respeto.
- «Y se levantaron los varones nombrados, y tomaron a los cautivos, y del despojo vistieron a los que de ellos estaban desnudos; los vistieron, los calzaron, y les dieron de comer y de beber, los ungieron, y condujeron en asnos a todos los débiles, y los llevaron hasta Jericó». –2 Crónicas 28:15
- ¿Cómo estás tratando a tus familiares que no conocen al Señor o que continúan en sus prácticas pecaminosas? ¿Le estás mostrando el evangelio en tus actos y forma de hablar?
- Aunque hayamos cometido y practicado muchos pecados u ofendido a Dios profundamente como lo hizo el rey Acaz, no tenemos por qué continuar en ese camino, pues Dios ha provisto a través de Jesucristo nuestra reconciliación con Él, y si confesamos nuestros pecados Él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda nuestra maldad.
Recordemos que Isaías dijo 53:5 «Más Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados».
El que vivas una vida de pecado no es excusa ni justificación para continuar en ella, pues Dios ha provisto para tu libertad.
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