Día 134 | 2 Crónicas 22 – 25
Cuidemos el corazón de nuestros hijos y esposos al cuidarlos de las clases de amistades de las cuales ellos reciben consejos. Recordemos lo que dice 1a Corintios 15:33 «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres». Y Proverbios 13:20; «el que anda con sabios será sabio, mas el compañero de los necios sufrirá daño».
- «Hizo lo malo ante los ojos del Señor, como lo había hecho la casa de Acab, porque después de la muerte de su padre ellos fueron sus consejeros para perdición suya».
Llama mi atención como Atalía, madre de Ocozías, después de la muerte de su hijo, se levantó y exterminó a toda su descendencia, para ella poder coronarse como reina. Me pregunto qué tanto podemos desear ocupar lugares prominentes en nuestros trabajos o iglesias que estamos dispuestas a sacrificar el tiempo de nuestra relación con el Señor y con nuestros esposos e hijos a cambio de estas …
Cuidemos el corazón de nuestros hijos y esposos al cuidarlos de las clases de amistades de las cuales ellos reciben consejos. Recordemos lo que dice 1a Corintios 15:33 «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres». Y Proverbios 13:20; «el que anda con sabios será sabio, mas el compañero de los necios sufrirá daño».
- «Hizo lo malo ante los ojos del Señor, como lo había hecho la casa de Acab, porque después de la muerte de su padre ellos fueron sus consejeros para perdición suya».
Llama mi atención como Atalía, madre de Ocozías, después de la muerte de su hijo, se levantó y exterminó a toda su descendencia, para ella poder coronarse como reina. Me pregunto qué tanto podemos desear ocupar lugares prominentes en nuestros trabajos o iglesias que estamos dispuestas a sacrificar el tiempo de nuestra relación con el Señor y con nuestros esposos e hijos a cambio de estas posiciones.
Reflexionando sobre cómo Joás fue protegido y escondido por su tía en la casa de Dios seis años, mientras Atalía reinaba en el país, trae a mi mente como nosotras también debemos de ser intencionales en llevar a nuestros sobrinos a la iglesia para que reciban la enseñanza de su palabra y así proteger sus mentes y corazones del príncipe de este mundo.
- El sacerdote Joiada cobró ánimo y equipó con armas de guerra a los levitas y a todos los capitanes del ejército, a cada hombre del pueblo con lanzas, escudos para que rodearan y protegieran al rey reconociendo el peligro que corría frente la reina Atalía. Nosotras debemos estar conscientes del peligro que corren nuestros esposos como líderes de nuestros hogares frente a tantas amenazas en esta guerra espiritual y es que nuestras armas no son carnales, son espirituales, poderosas en Dios, así como los levitas rodearon con sus armas al rey, rodeemos a nuestros esposos orando la palabra de Dios sobre sus vidas.
Joas solo hizo lo recto ante los ojos del Señor mientras el sacerdote Joiada vivía, es como si su lealtad y fidelidad fuera para el instrumento de Dios y no hacia el Dios que usaba ese instrumento. De hecho, inmediatamente Joiada murió, Joas le dio la espalda a Dios, adoró a falsos ídolos y mató al profeta de Zacarías, hijo de Joiada. Y sobre la actitud de este, reflexiono dos cosas:
- Aunque nuestros hijos vayan a la iglesia y tengan una buena relación con sus pastores y líderes, como madres, como hermanas procuremos que ellos tengan una verdadera relación personal con el Señor. Una relación no sustituye la otra.
- Aunque nuestros hijos «nazcan y se críen en el templo» no quiere decir que automáticamente sean salvos, seamos intencionales en orar por sus almas recordando que la Salvación es del Señor.
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