Día 127 | 1 Crónicas 28 – 29
Como hemos visto, David no solo tenía un corazón para Dios, sino que quería y buscaba intencionalmente que todos sus líderes, su pueblo y su familia también tuvieran un corazón para Dios. Por eso, levantó un reino cuyo arquitecto y constructor era Dios.
Veamos qué enseñanzas podemos nosotras también pasar a nuestros hijos y a nuestras familias mediante nuestras acciones y palabras:
No se aferró a los deseos de su corazón sino al de Dios:
- «Yo había pensado edificar una casa permanente para el arca del pacto del Señor y para estrado de nuestro Dios. Así que había hecho arreglos para edificarla. Pero Dios me dijo: “No edificarás casa a Mi nombre, porque eres hombre de guerra y has derramado mucha sangre”».
Es Dios quien elige, el hombre es su instrumento:
- «Sin embargo, el Señor, Dios de Israel, me escogió de toda la casa de mi padre para ser rey …
Como hemos visto, David no solo tenía un corazón para Dios, sino que quería y buscaba intencionalmente que todos sus líderes, su pueblo y su familia también tuvieran un corazón para Dios. Por eso, levantó un reino cuyo arquitecto y constructor era Dios.
Veamos qué enseñanzas podemos nosotras también pasar a nuestros hijos y a nuestras familias mediante nuestras acciones y palabras:
No se aferró a los deseos de su corazón sino al de Dios:
- «Yo había pensado edificar una casa permanente para el arca del pacto del Señor y para estrado de nuestro Dios. Así que había hecho arreglos para edificarla. Pero Dios me dijo: “No edificarás casa a Mi nombre, porque eres hombre de guerra y has derramado mucha sangre”».
Es Dios quien elige, el hombre es su instrumento:
- «Sin embargo, el Señor, Dios de Israel, me escogió de toda la casa de mi padre para ser rey de Israel para siempre».
- «Y entre los hijos de mi padre, Él se agradó de mí para hacerme rey sobre todo Israel».
- «Y entre los hijos de mi padre, Él se agradó de mí para hacerme rey sobre todo Israel».
La obediencia a Dios es el camino a la verdadera bendición:
- «Guarden y busquen todos los mandamientos del Señor su Dios para que posean la buena tierra».
Motivó a su hijo a valorar y a darle la debida importancia a su relación con Dios y a su misión:
- «En cuanto a ti, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele de todo corazón y con ánimo dispuesto».
- «Considera que el Señor te ha escogido para edificar una casa para el santuario; esfuérzate y hazla».
Preparó a su hijo con instrucciones sobre la obra que Dios le había encomendado:
- David le dio a Salomón los planos para el templo y sus alrededores.
- El rey también le dio a Salomón las instrucciones sobre el trabajo de las diferentes divisiones de sacerdotes y de levitas en el templo del Señor y dejó especificaciones para los artículos del templo.
- David también dio instrucciones referentes a cuánto oro y cuánta plata debía usarse para hacer los artículos.
David también preparó el corazón de su hijo con palabras acerca de la fidelidad de Dios:
- «Esfuérzate, sé valiente y haz la obra; no temas ni te acobardes, porque el Señor Dios, mi Dios, está contigo. Él no te fallará ni te abandonará».
Su verdadero tesoro era Dios:
- «Además, en mi amor por la casa de mi Dios, el tesoro que tengo de oro y de plata, lo doy a la casa de mi Dios».
Alababa y adoraba a Dios no solamente en privado:
- «Y David bendijo al Señor en presencia de toda la asamblea».
Reconocía que Dios era el dueño y Señor de todo:
- «Pero ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para que podamos ofrecer tan generosamente todo esto? Porque de Ti proceden todas las cosas, y de lo recibido de Tu mano te damos».
Reconocía su temporalidad:
- «Porque somos extranjeros y peregrinos delante de Ti, como lo fueron todos nuestros padres; como una sombra son nuestros días sobre la tierra, y no hay esperanza».
Clamaba por su pueblo y por sus hijos:
- «Oh Señor, Dios de nuestros padres Abraham, Isaac e Israel, preserva esto para siempre en las intenciones del corazón de Tu pueblo, y dirige su corazón hacia Ti. Dale a mi hijo Salomón un corazón perfecto para que guarde Tus mandamientos, Tus testimonios y Tus estatutos, para que los cumpla todos y edifique el templo».
Mis hermanas amadas, Dios ha entregado en nuestras manos un hogar para ser edificado donde la palabra de Dios sea el fundamento; donde nuestros hijos sean alimentados y fortalecidos con la leche pura, el Pan de Vida; y donde nosotras y nuestros esposos amemos a Dios no solo con palabras sino con acciones.
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