Día 123 | 1 Crónicas 17 – 19
Toca mi corazón las promesas dadas por Dios a David, y es que nuestro Dios es bueno, que se complace y se goza en bendecir a sus hijos, en caminar en intimidad con ellos, revelarse a sus corazones y en cumplir sus hermosos propósitos en nosotras.
Te invito a que no solo veamos sus promesas como bendiciones, sino que al leerlas podamos maravillarnos en la revelación de su carácter, de lo que Él es.
Dios es quien pone, quita y promueve, no nosotros.
- «Esto ha declarado el Señor de los Ejércitos Celestiales: te saqué de cuidar ovejas en los pastos y te elegí para que fueras el líder de mi pueblo Israel.Además, yo declaro que el Señor construirá una casa para ti, una dinastía de reyes». –1 Crónicas 17:7a, 10b (NTV)
Dios es fiel, de Él es la salvación y la victoria.
- «He estado contigo dondequiera que has ido y …
Toca mi corazón las promesas dadas por Dios a David, y es que nuestro Dios es bueno, que se complace y se goza en bendecir a sus hijos, en caminar en intimidad con ellos, revelarse a sus corazones y en cumplir sus hermosos propósitos en nosotras.
Te invito a que no solo veamos sus promesas como bendiciones, sino que al leerlas podamos maravillarnos en la revelación de su carácter, de lo que Él es.
Dios es quien pone, quita y promueve, no nosotros.
- «Esto ha declarado el Señor de los Ejércitos Celestiales: te saqué de cuidar ovejas en los pastos y te elegí para que fueras el líder de mi pueblo Israel.Además, yo declaro que el Señor construirá una casa para ti, una dinastía de reyes». –1 Crónicas 17:7a, 10b (NTV)
Dios es fiel, de Él es la salvación y la victoria.
- «He estado contigo dondequiera que has ido y destruí a todos tus enemigos frente a tus propios ojos». –1 Crónicas 17:8 (LBLA)
- «Luego puso varias guarniciones militaresen Damasco, la capital aramea, y los arameos se convirtieron en súbditos de David y le pagaban tributo. Así que el Señor le daba la victoria a David dondequiera que iba». –1 Crónicas 18:16 (NTV)
Dios es el verdadero escudo
- «Le daré una patria a mi pueblo Israel y lo estableceré en un lugar seguro donde nunca será molestado. Las naciones malvadas no lo oprimirán como lo hicieron en el pasado, cuando designé jueces para que gobernaran a mi pueblo Israel; y derrotaré a todos tus enemigos». –1 Crónicas 17:9 (NTV)
Al reflexionar sobre la reacción del corazón de David al escuchar estas promesas de Dios podemos aprender lo siguiente:
Nuestra pequeñez e insignificancia
- «Quién soy yo, oh Señor Dios, y qué es mi casa para que me hayas traído hasta aquí». –1 Crónicas 17:16 (LBLA)
Transparencia y sinceridad de corazón
- «¿Qué más te puede decir David en cuanto al honor concedido a tu siervo? Porque tú conoces a tu siervo». –1 Crónicas 17:18 (LBLA)
Reconocimiento del amor de Dios y de su grandeza
- «Oh Señor, por amor a tu siervo y según tu corazón, tú has hecho esta gran cosa para manifestar todas estas grandezas». –1 Crónicas 17:19 (LBLA)
Reconocimiento de que el Dios de Israel es el único y verdadero Dios
- «Oh Señor, no hay nadie como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos». –1 Crónicas 17:20 (LBLA)
Exaltación de nombre de Dios a través del cumplimiento de estas promesas
- «Y sea confirmado y engrandecido tu nombre para siempre, al decirse: “El Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, es Dios para Israel; y que la casa de tu siervo David sea establecida delante de ti”». –1 Crónicas 17:24 (LBLA)
¿Cómo está reaccionando tu corazón al escuchar las promesas de Dios para tu vida? ¿Las estás recibiendo con gozo y fe?
Se trata de Dios, de su Nombre.
Reflexionando sobre estos capítulos nos queda claro que toda la historia se trata de Dios, de su plan de redención.
Ni las victorias, ni las riquezas ocuparon el lugar de Dios en el corazón de David.
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