Día 119 | 1 Crónicas 6 – 7
Veamos algunas enseñanzas que nos deja la lectura de 1º Crónicas 6-7:
- En estos capítulos me llama la atención que cada tribu tenía una labor y un llamado asignado por Dios. Por ejemplo, la tribu de Leví era la encargada del servicio en el templo y dentro de ellos, a los descendientes de Aarón, les correspondía el sacerdocio; los de la tribu de Isacar eran parte de los guerreros; de los descendientes de Aser se dice que eran todos hombres escogidos, fuertes, valientes y jefes de príncipes. Por su parte, David también nombró a un grupo de hombres para dirigir la música en la casa del Señor. Esto nos señala que fuimos creados para hacer, aportar, contribuir, cultivar, cuidar y proteger la creación de Dios.
- En los primeros seis días de la creación Dios creó y dio forma a todo cuanto existe. Nosotros, como portadores de su imagen, fuimos diseñados …
Veamos algunas enseñanzas que nos deja la lectura de 1º Crónicas 6-7:
- En estos capítulos me llama la atención que cada tribu tenía una labor y un llamado asignado por Dios. Por ejemplo, la tribu de Leví era la encargada del servicio en el templo y dentro de ellos, a los descendientes de Aarón, les correspondía el sacerdocio; los de la tribu de Isacar eran parte de los guerreros; de los descendientes de Aser se dice que eran todos hombres escogidos, fuertes, valientes y jefes de príncipes. Por su parte, David también nombró a un grupo de hombres para dirigir la música en la casa del Señor. Esto nos señala que fuimos creados para hacer, aportar, contribuir, cultivar, cuidar y proteger la creación de Dios.
- En los primeros seis días de la creación Dios creó y dio forma a todo cuanto existe. Nosotros, como portadores de su imagen, fuimos diseñados para trabajar, esa es parte de nuestra naturaleza.
- Cada tarea que Dios te ha encomendado es importante porque fue asignada por Dios mismo; además, Él te ha capacitado con sus dones, habilidades y gracia para que le reflejes a Él de manera especial y única. No menosprecies tu llamado, tus tareas o tu posición, pues al hacerlo estás despreciando a Dios mismo.
- Cuando realizamos nuestro trabajo para el Señor, nuestro carácter es tallado y las personas a nuestro alrededor son bendecidas, pues reflejamos el amor de Dios, su gracia, su paciencia, su sabiduría, su excelencia, su bondad, su compasión y su pasión al traer verdadera gloria a su nombre.
- Apreciemos la hermosa y gran oportunidad que Dios nos ha dado y seamos buenas administradoras de estos dones, talentos y habilidades. Busquemos nuevas formas de ser de bendición a otros en nuestra áreas de trabajo o llamado.
Es en una vida de rendición a Dios, a su diseño y a su llamado, que podemos encontrar el verdadero gozo y propósito. Como dice Colosenses 3:24 – «Es a Cristo el Señor a quien sirven».
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