Día 112 | 2 Reyes 12 – 14
A continuación, te comparto algunas reflexiones sobre el pasaje de 2º Reyes 12-14:
- Joás hizo lo recto delante del Señor, pero no quitó los lugares altos; por eso, el pueblo continuó sus prácticas idólatras. Es bueno y agradable a Dios que nosotras caminemos en obediencia y sumisión, pero velemos para que nuestras familias lo hagan también. Eliminemos cualquier entretenimiento o práctica en nuestros hogares que lleven a nuestros hijos o esposos a ofender a Dios.
- Dios nos provee de recursos para que como buenos mayordomos lo administremos según las prioridades que Él nos ha dado. Con las ofrendas que entraban al templo, Joás reparó los daños que tenía la casa del Señor y le dio el debido seguimiento a esta obra, siendo diligente con lo que Dios había puesto en su corazón. ¿Estás administrando bien los recursos que Dios te ha entregado? ¿Lo estás haciendo según tus prioridades, o las …
A continuación, te comparto algunas reflexiones sobre el pasaje de 2º Reyes 12-14:
- Joás hizo lo recto delante del Señor, pero no quitó los lugares altos; por eso, el pueblo continuó sus prácticas idólatras. Es bueno y agradable a Dios que nosotras caminemos en obediencia y sumisión, pero velemos para que nuestras familias lo hagan también. Eliminemos cualquier entretenimiento o práctica en nuestros hogares que lleven a nuestros hijos o esposos a ofender a Dios.
- Dios nos provee de recursos para que como buenos mayordomos lo administremos según las prioridades que Él nos ha dado. Con las ofrendas que entraban al templo, Joás reparó los daños que tenía la casa del Señor y le dio el debido seguimiento a esta obra, siendo diligente con lo que Dios había puesto en su corazón. ¿Estás administrando bien los recursos que Dios te ha entregado? ¿Lo estás haciendo según tus prioridades, o las de Dios?
- Joacaz imploró el favor del Señor y Él lo oyó y los liberó. Sin embargo, «no se apartaron de los pecados con que la casa de Jeroboam hizo pecar a Israel» (2 Re. 13:6a). Hermanas, valoremos la disciplina de Dios en nuestras vidas, Él nos disciplina por amor, para que abandonemos nuestro pecado y volvamos a Él nuevamente. No pidamos a Dios que nos quite la disciplina hasta que Él no cumpla sus propósitos en nosotras.
- Ciertamente, Dios odia el pecado y expresa su ira santa al disciplinar a su pueblo. Esa misma misericordia y bondad también la manifiesta no queriendo que el pecador perezca, sino que venga al arrepentimiento. ¿Estamos valorando su bondad y misericordia al hacernos abandonar nuestro camino y volvernos al suyo?
- Me llama la atención que algunos de estos reyes empezaron a gobernar siendo muy jóvenes, esto nos recuerda que para Dios no existe ningún tipo de limitación cuando nos llama a cumplir determinadas funciones. Él llama, capacita y da la gracia, pero nosotras debemos ser intencionales en instruirnos en su Palabra y caminar en humilde obediencia.
- Aunque Jeroboam II «hizo lo malo a los ojos del Señor» (2 Re.14:24), Dios lo usó para salvar a su pueblo Israel. Dios puede usarnos para cumplir sus propósitos, y a la vez no estar complacido con nuestros corazones. Más que ser usadas, busquemos con toda nuestra mente y corazón agradar verdaderamente a Dios.
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