Día 107 | 1 Reyes 21 – 22
Hemos llegado al final del primer libro de Reyes. Acompáñame mientras profundizamos juntas en algunas enseñanzas de los capítulos 21 y 22:
- Acab y Jezabel se dejaron dominar por sus deseos egoístas y creyeron que por ser los reyes de Samaria eran los dueños absolutos de todo, esto los llevó a cometer homicidio y robo contra Nabot. Muchas veces, nosotras deseamos algún bien material o alguna otra cosa con tantas fuerzas que ponemos ese deseo por encima de Dios mismo, llegando a mentir y a manipular sutilmente. Recordemos que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta. Por eso, presenta en oración todos tus deseos y descansa en la providencia y la fidelidad de Dios.
- El hecho de que Dios permite las injusticias y las obras pecaminosas de los hombres, no quiere decir que queden impunes. Dios está en su trono y a cada uno le hará pagar por …
Hemos llegado al final del primer libro de Reyes. Acompáñame mientras profundizamos juntas en algunas enseñanzas de los capítulos 21 y 22:
- Acab y Jezabel se dejaron dominar por sus deseos egoístas y creyeron que por ser los reyes de Samaria eran los dueños absolutos de todo, esto los llevó a cometer homicidio y robo contra Nabot. Muchas veces, nosotras deseamos algún bien material o alguna otra cosa con tantas fuerzas que ponemos ese deseo por encima de Dios mismo, llegando a mentir y a manipular sutilmente. Recordemos que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta. Por eso, presenta en oración todos tus deseos y descansa en la providencia y la fidelidad de Dios.
- El hecho de que Dios permite las injusticias y las obras pecaminosas de los hombres, no quiere decir que queden impunes. Dios está en su trono y a cada uno le hará pagar por su iniquidad. Hermanas, Dios no puede ser burlado, lo que nosotras sembremos eso también cosecharemos. Huyamos del pecado, que lo único que trae a nuestras vidas, tarde o temprano, es muerte y destrucción.
- Cuando Acab se entristeció y ayunó por su pecado contra Dios y contra Nabot, Dios lo perdonó porque Él no desprecia un corazón contrito y humillado. Hermanas, no importa cuán grave o grande sea nuestro pecado, vengamos delante de su presencia clamando por convicción y por un genuino arrepentimiento. Pidámosle que nos permita ver el pecado como Él lo ve.
- Josafat quería ir a la guerra junto con el rey de Israel para reclamar unas tierras, pero quiso consultar primero la Palabra del Señor antes de hacerlo. Unos cuatrocientos profetas hablaron lo que el rey de Israel quería escuchar y no lo que Dios tenía que decir, pero Josafat insistió en escuchar otro profeta del Señor y ahí es cuando Micaías aparece y pronuncia el verdadero mensaje del Señor. Hermana, no te engañes a ti misma al querer escuchar y hacer lo que tu corazón desea. Busca de todo corazón conocer la voluntad de Dios que es revelada en las sagradas Escrituras, su voluntad prevalecerá.
Comparte con nosotras que te enseñó la Palabra de Dios en estos capítulos.
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