Día 82 | Josué 1 – 4
¡Qué alegría saber que has llegado hasta el libro de Josué en nuestro Reto «Mujer Verdadera 365 Cronológico»! Comencemos con una pequeña introducción de este libro para ponernos en contexto.
- El nombre de este libro se le atribuye a Josué, quien fue el sucesor de Moisés (Números 27:18-21). Él fue elegido por Dios para introducir al pueblo de Israel en la Tierra Prometida.
- Este libro es el testimonio de un Dios fiel a Sus promesas. Verás como el Señor estaba cumpliendo Su palabra dada a Abraham en Génesis 12:7, 15:12–21 y 17:7–8.
- Este libro enfatiza la confianza que el pueblo debía de tener en la Palabra de Dios y sobre la base de esa confianza responder en obediencia.
Josué 1
El libro inicia con la muerte de Moisés, siervo de Dios, a quien el Señor se dirigía para dar instrucción al pueblo de Israel. Después de su muerte, vemos en …
¡Qué alegría saber que has llegado hasta el libro de Josué en nuestro Reto «Mujer Verdadera 365 Cronológico»! Comencemos con una pequeña introducción de este libro para ponernos en contexto.
- El nombre de este libro se le atribuye a Josué, quien fue el sucesor de Moisés (Números 27:18-21). Él fue elegido por Dios para introducir al pueblo de Israel en la Tierra Prometida.
- Este libro es el testimonio de un Dios fiel a Sus promesas. Verás como el Señor estaba cumpliendo Su palabra dada a Abraham en Génesis 12:7, 15:12–21 y 17:7–8.
- Este libro enfatiza la confianza que el pueblo debía de tener en la Palabra de Dios y sobre la base de esa confianza responder en obediencia.
Josué 1
El libro inicia con la muerte de Moisés, siervo de Dios, a quien el Señor se dirigía para dar instrucción al pueblo de Israel. Después de su muerte, vemos en Josué 1:1 que ahora Dios habla a Josué para darle orden en cuanto a lo que acontecerá con Su pueblo.
Cuando Dios habla y comisiona a Josué para que vaya delante del pueblo, Dios le recuerda que Él ya les había entregado la Tierra Prometida, la victoria era suya (1:2–5). Por lo tanto, Josué es animado a ser fuerte y valiente y a cuidar de cumplir diligente y cuidadosamente toda la ley que Moisés les había dejado. Al hacerlo, Josué tendría éxito en todo (1:6–8). El Señor estaba por Josué, no lo abandonaría y estaría con él dondequiera que fuera (1:5b, 9).
Al Josué ser llamado a liderar al pueblo en fuerza y valentía, era exhortado a hacerlo de 4 maneras:
- Conociendo la Palabra de Dios: «Cuídate de cumplir toda la ley que Moisés Mi siervo te mandó. No te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda…» (1:7).
- Hablando la Palabra de Dios: «Este libro de la ley no se apartará de tu boca…» (1:8).
- Meditando en la Palabra de Dios: «…sino que meditarás en él día y noche…» (1:8).
- Obedeciendo la Palabra de Dios: «…para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito» (1:8).
El llamado que Dios hizo a Josué es igual para nosotras hoy. Debemos ser intencionales en conocer, hablar, meditar y obedecer lo que el Señor nos manda en Su Palabra. Así como Josué tenía un pueblo por dirigir, Dios puso personas a tu alrededor que reciben influencia directa tuya, personas para quienes eres de ejemplo o de tropiezo. ¡Conozcamos al Señor a través de Su Palabra y seamos fieles en caminar por el camino que Dios nos ha puesto por delante!
Capítulo 2
Cuando Dios hizo pacto con Abraham estando él en Canaán, Dios le dijo: «Cuando hayan pasado cuatro generaciones, tus descendientes regresarán aquí, a esta tierra, porque los pecados de los amorreos no ameritan aún su destrucción» (Gn. 15:16, NTV).
Después de 440 años de esta promesa, estamos en Josué 2 viendo la conversación de una prostituta con 2 espías. ¡La maldad de los amorreos había llegado a su colmo, era momento de su destrucción, Dios estaba cumpliendo Su promesa! Ante esta realidad, todos los habitantes del país se habían acobardado ante Israel (2:9, 24). Rahab, habiendo escuchado los actos portentosos de Dios a favor de su pueblo, decidió poner su fe en Aquel que ella profesaba que era «Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra» (2:11).
Vale la pena profundizar en un estudio sobre la vida de Rahab, por lo tanto, te animo a buscar en nuestro sitio web el libro de estudio titulado: «Rahab: Siguiendo el hilo de la redención» y también la serie titulada: «Rahab y el hilo de la redención» en nuestro pódcast Aviva Nuestros Corazones.
Capítulo 3
Los capítulos 3, 4 y 5 son la increíble narración del antes, durante y después de Israel en el Jordán. Este momento era uno sumamente esperado, pues finalmente el pueblo estaba por tomar posesión de la tierra que Dios había prometido 400 años atrás.
Algunas cosas que podemos resaltar y meditar de este capítulo:
- Josué no explicó al inicio al pueblo lo que iba a suceder para ellos poder cruzar el Jordán, solo les dio órdenes de lo que tenían que hacer y los llamó a consagrarse. ¿Cuántas veces nosotras no quisiéramos saber los planes de Dios a detalle para entonces cruzar el Jordán que tenemos delante? ¡Qué el Señor sea llenándonos más de Él, qué nosotras podamos conocerle más y estar confiadas en obedecer por fe la palabra que nos sea encomendada!
- El acto que ocurrió en el Jordán para que Israel pudiera cruzar fue milagroso. Era tiempo de cosecha, y el Jordán se desbordaba por todas sus riberas. Aunque a los sacerdotes los podía invadir el temor y la incertidumbre de si las aguas se detendrían o no cuando ellos pusieran sus pies en el agua, ellos fueron obedientes al mandato del Señor y al poner sus pies en las aguas, estas se cortaron como a unos 5 kilómetros de distancia arriba, dejando el resto del Jordán seco, y así los hombres de guerra pudieron cruzar.
Capítulo 4
Un dato curioso de este capítulo lo encontramos en los versículos 1 y 11. Notarás que en ambos versículos se usan las palabras «Cuando todo el pueblo acabó de pasar el Jordán», y de hecho, el capítulo 3 terminó con estas palabras. Sabemos que el pueblo no cruzó el Jordán 3 veces, entonces ¿cómo interpretamos esto? Bueno, una explicación es que los escritores bíblicos comúnmente usan la herramienta de «repetición» para dar un efecto de estar congelado en el tiempo, así ellos repiten nuevamente el evento, pero con un énfasis diferente.
En este capítulo encontramos un llamado al pueblo a recordar y obedecer. El Señor ordenó a Josué que dijera al pueblo que debían tomar 12 piedras de en medio del Jordán y llevarlas a donde iban a acampar una vez que hubieran cruzado el Jordán. ¿Cuál era el propósito? Sería una señal, cuando las siguientes generaciones preguntaran qué significaba esto, ellos responderían contando las maravillas que Dios hizo cuando tuvieron que cruzar el Jordán.
Así como para el pueblo de Israel era importante recordar lo que Dios había hecho, para nosotras también lo es. Necesitamos recordatorios constantes de que vivimos bajo la realidad de una nueva vida en Cristo. El Señor nos ha dado medios de gracia para ser recordadas de quién es Él y quiénes somos nosotras sin Él. Si no estamos siendo recordadas de lo que Dios ha hecho en nosotras al traernos de muerte a vida a través de los medios de gracia, sin duda seremos influenciadas por lo que el mundo nos diga en las redes sociales, la televisión, las series o películas que frecuentamos y los hábitos no piadosos que practiquemos.
Para reflexionar:
- ¿Te ha dado el Señor convicción y has entendido que no has sido intencional en conocer, hablar, meditar y obedecer lo que el Señor nos manda en Su Palabra? ¿Qué necesitas ajustar en tu rutina diaria para ser intencional en pasar tiempo con el Señor?
- Te invito a tomar una hoja y una pluma y ponerla en un lugar visible para ti, durante el día anota los motivos por los cuales estás agradecida con el Señor. Haz esto tan frecuentemente como puedas para recordar que vives bajo una nueva vida en Cristo.
«Sé fuerte y valiente, porque tú darás a este pueblo posesión de la tierra que juré a sus padres que les daría. Solamente sé fuerte y muy valiente. Cuídate de cumplir toda la ley que Moisés Mi siervo te mandó. No te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas». –Josué 1:6–7 (énfasis añadido)
«Sé fuerte y valiente, porque tú darás a este pueblo posesión de la tierra que juré a sus padres que les daría. Solamente sé fuerte y muy valiente. Cuídate de cumplir toda la ley que Moisés Mi siervo te mandó. No te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas». –Josué 1:6–7
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