Día 54 | Números 1 y 2
Hoy iniciamos nuestro estudio en el libro de Números. Si no te gustan las matemáticas, no te preocupes, a mí tampoco me agradan mucho. Pero, este libro, a pesar de su nombre tan particular, es mucho más que solo cifras, no te pierdas todo lo que vamos a aprender juntas.
Veremos en los siguientes capítulos un viaje impresionante del pueblo de Israel por el desierto, con historias, pruebas, dificultades, quejas, actos de obediencia y, tristemente, también de desobediencia. Sin embargo, por sobre todo esto, veremos algo aún más impresionante: la fidelidad de Dios con Su pueblo. No te pierdas este largo camino de sucesos.
El día de hoy vemos los capítulos 1 y 2. El primer capítulo de números se centra en el censo de los guerreros de Israel. El pueblo se encontraba en el desierto de Sinaí luego de ser liberados por Dios de manos de faraón en Egipto …
Hoy iniciamos nuestro estudio en el libro de Números. Si no te gustan las matemáticas, no te preocupes, a mí tampoco me agradan mucho. Pero, este libro, a pesar de su nombre tan particular, es mucho más que solo cifras, no te pierdas todo lo que vamos a aprender juntas.
Veremos en los siguientes capítulos un viaje impresionante del pueblo de Israel por el desierto, con historias, pruebas, dificultades, quejas, actos de obediencia y, tristemente, también de desobediencia. Sin embargo, por sobre todo esto, veremos algo aún más impresionante: la fidelidad de Dios con Su pueblo. No te pierdas este largo camino de sucesos.
El día de hoy vemos los capítulos 1 y 2. El primer capítulo de números se centra en el censo de los guerreros de Israel. El pueblo se encontraba en el desierto de Sinaí luego de ser liberados por Dios de manos de faraón en Egipto y Dios manda a Moisés a realizar un censo de todo el pueblo. Imagina cuántos días tardó Moisés en cumplir con esta tarea. El versículo 46 nos dice que había un grupo con un total de 603, 550 personas y esta cantidad solo hace referencia a los que podían ir a la guerra y eran mayores de 20 años. Algunos estudios dicen que, en total, el pueblo de Israel debía tener alrededor de 2.5 millones de personas. ¡Es algo impresionante!
Hay un grupo de personas que no fueron contados en este capítulo, los levitas. Ellos también tendrán un censo en los capítulos siguientes. Los levitas tenían un llamado especial de Dios, estaban encargados del tabernáculo del testimonio, acampaban alrededor de este para que no viniera la ira de Dios sobre la congregación de Israel.
«Pero los levitas acamparán alrededor del tabernáculo del testimonio, para que no venga la ira sobre la congregación de los israelitas. Los levitas, pues, tendrán a su cargo el tabernáculo del testimonio». -Números 1:53
Esto me hace dar tantas gracias a Dios por nuestro Salvador Cristo. Él llevó y cargó con todos nuestros pecados para que la ira de Dios no nos consumiera, y hoy tenemos libre acceso a Su santo templo. Su gracia nos ha alcanzado. Recordemos lo que dice 1 Tesalonicenses 5:9:
«Porque no nos ha destinado Dios para ira, sino para obtener salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo».
El capítulo 2 de Números nos hace referencia a los campamentos y jefes de las tribus. El pueblo acampaba por sus banderas y marchaban cada uno según su familia conforme a su casa paterna (v. 34).
Recordando nuestra lectura del día anterior en Levítico 26, vimos acerca de las bendiciones de la obediencia y de los resultados de la desobediencia. El pueblo conocía muy bien sobre esto, y algo que me llama la atención es como al entrar al libro de Números, en el capítulo 2, el pueblo de Israel eligió la obediencia. Mira lo que dice en el versículo 34a:
«Y los israelitas hicieron conforme a todo lo que el Señor había ordenado a Moisés».
Esto nos lleva a meditar en nuestra propia vida, ¿estamos haciendo las cosas conforme a todo aquello que agrada a nuestro Dios?
Para meditar:
- ¿Estoy dispuesta a obedecer y seguir la dirección de Dios en todas las áreas de mi vida, aun en medio del desierto, de pruebas y dificultades?
- ¿Confías en Él y lo demuestras con tu obediencia?
- Oremos que Dios nos ayude a tener esa actitud rendida a Él para gloria y honra de Su nombre.
«Y los israelitas hicieron conforme a todo lo que el Señor había ordenado a Moisés; así acamparon por sus banderas y así marcharon, cada uno según su familia, conforme a su casa paterna». -Números 2:34
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