Día 49 | Levítico 16 - 18
Luego de la muerte de los hijos de Aarón, el Señor manda que éste hiciera una ceremonia especial con el fin de ser consagrado para el oficio de ser el mediador entre Dios y los hombres. Este día de la expiación o Yom Kippur sigue siendo el día de celebración más importante para los judíos. Este era el único día en el año que Aarón podía entrar al Lugar Santísimo.
En la porción de hoy también vemos a Dios estableciendo límites para las relaciones intra-familiares. La piedad debe comenzar en el hogar. La familia es la base de la sociedad, por tanto, es fundamental mantenerla íntegra. Dios establece cómo deben ser las relaciones sexuales; toca el tema de la modestia y el pudor. Prohíbe el adulterio, la inmoralidad, el incesto, la homosexualidad y el bestialismo. Todas estas conductas son pecaminosas, antinaturales, y atentan contra la integridad de la unión matrimonial …
Luego de la muerte de los hijos de Aarón, el Señor manda que éste hiciera una ceremonia especial con el fin de ser consagrado para el oficio de ser el mediador entre Dios y los hombres. Este día de la expiación o Yom Kippur sigue siendo el día de celebración más importante para los judíos. Este era el único día en el año que Aarón podía entrar al Lugar Santísimo.
En la porción de hoy también vemos a Dios estableciendo límites para las relaciones intra-familiares. La piedad debe comenzar en el hogar. La familia es la base de la sociedad, por tanto, es fundamental mantenerla íntegra. Dios establece cómo deben ser las relaciones sexuales; toca el tema de la modestia y el pudor. Prohíbe el adulterio, la inmoralidad, el incesto, la homosexualidad y el bestialismo. Todas estas conductas son pecaminosas, antinaturales, y atentan contra la integridad de la unión matrimonial entre un hombre y una mujer.
Todas estas leyes y ceremonias nos recuerdan una y otra vez: Dios es santo y Él juzga el pecado. Necesitamos un mediador. De este lado de la historia damos gracias por Jesús, la ofrenda perfecta que expió nuestros pecados para siempre; los pasados, presentes y futuros. Tú y yo nos podemos acercar con confianza hoy con todos nuestros defectos, porque Jesús, el Cordero perfecto, se ofreció a Sí mismo en nuestro lugar y derramó Su sangre para lavarnos y limpiarnos de toda maldad.
Para meditar:
- Lee Hebreos 7:23-28 a la luz de la lectura de hoy.
- Piensa en tu vida, en tus pecados y transgresiones. ¿Has puesto tu confianza en la obra de Cristo para el perdón de tus pecados?
- ¡Corre a Cristo! Él es el Cordero que tomó sobre Sí el castigo que debió caer sobre ti y sobre mí. Él te ha dado vida en abundancia y eterna para vivir para Él y glorificarle en toda tu manera de vivir.
«Por tanto, guardarán Mis estatutos y Mis leyes, por los cuales el hombre vivirá si los cumple. Yo soy el Señor». -Levítico 18:5
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