Día 41 | Éxodo 33-35
En el capítulo 33 vemos a Moisés pedir a Dios que si Su presencia no iba con ellos, que no los sacará de donde estaban. ¿Alguna vez has orado así? Moisés entendía que esa era la señal de que ellos eran apartados de los demás pueblos de la tierra (v. 16).
Ante esta noticia de que sería un ángel, más no el Señor, el pueblo hizo duelo, fue en ese momento que entendieron la magnitud de su pecado y las consecuencias que tendrían; sin embargo, como el buen mediador que era Moisés, este vino delante del Señor y una vez más intercede y le pide a Dios que no los deje ir sin Su presencia, donde Dios al final le reitera Su apoyo y Su guía.
En el capítulo 34 Dios renueva su pacto con Israel. Dios permite que Moisés vea Su bondad—no podía ver Su rostro y vivir, pero …
En el capítulo 33 vemos a Moisés pedir a Dios que si Su presencia no iba con ellos, que no los sacará de donde estaban. ¿Alguna vez has orado así? Moisés entendía que esa era la señal de que ellos eran apartados de los demás pueblos de la tierra (v. 16).
Ante esta noticia de que sería un ángel, más no el Señor, el pueblo hizo duelo, fue en ese momento que entendieron la magnitud de su pecado y las consecuencias que tendrían; sin embargo, como el buen mediador que era Moisés, este vino delante del Señor y una vez más intercede y le pide a Dios que no los deje ir sin Su presencia, donde Dios al final le reitera Su apoyo y Su guía.
En el capítulo 34 Dios renueva su pacto con Israel. Dios permite que Moisés vea Su bondad—no podía ver Su rostro y vivir, pero permite que Moisés vea Sus espaldas, y al pasar exclama:
«El Señor, el Señor, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y verdad». –Éxodo 34:6
Una vez más vemos a Dios revelando más de Su carácter para darse a conocer a Su pueblo de manera que puedan aprender a amarlo más. Luego de ese evento, Moisés cubre Su rostro al regresar al pueblo, ya que Su propio rostro resplandecía.
Cuando una persona pasa tiempo de intimidad con Dios, en Su Palabra, esto se hace evidente a los demás. No podemos estar delante de Dios, conocerle, conocer Su palabra y seguir luciendo y viviendo de la misma forma que antes.
«Pero todos nosotros, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu». –2 Corintios 3:18
Capítulo 35
En la lectura de hoy vemos a Moisés descender y reunir al pueblo y decirles lo que Dios le había mandado y lo que ellos debían hacer. Fue interesante ver que empieza por el día de reposo. Cuando comparo esto con la sociedad en la que vivimos, veo que valoramos poco el reposo, el tomar tiempo para simplemente descansar. El reposo hoy es algo contracultural porque se valora la «productividad» sobre el descanso, aun eso vaya en detrimento de la familia, y aun hasta de congregarnos. No es poco común ver personas que trabajan los domingos, dando prioridad a «tener una mejor posición económica» que a su crecimiento espiritual. Que Dios nos ayude a poder poner las cosas en su justa medida y no sacrificar lo que realmente importa.
Para meditar:
- ¿Qué ven las personas que están a tu alrededor? ¿Ven un cambio? ¿Ven la obra de Dios en tu vida?
- Pasa tiempo en oración. Pide a Dios que te transforme de adentro hacia afuera y que puedas reflejarlo en cada área de tu vida.
- ¿Estás viviendo tu vida de forma que los demás notan que has sido redimida y apartada para Dios?
«“Mi presencia irá contigo, y Yo te daré descanso”, le contestó el Señor». - Éxodo 33:14
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