Día 4 | Job capítulos 1-5
El diluvio acaba de pasar, hemos visto la historia de Noé y de cómo era la sociedad en ese momento. El tema del sufrimiento es sin lugar a dudas algo que ha estado ligado a la raza humana desde siempre. Estamos en el día 4 y ya nos encontramos de frente con las consecuencias del pecado y de la caída.
En estos días estaremos viendo la historia de un hombre que, por razones bastante infundadas, ha sido relacionado con varias palabras como: sufrimiento, pruebas, problemas… y pudiera seguir la lista. La vida de este hombre nos pone en contexto con lo que realmente sucedió en el momento en que el pecado entra al mundo. Este hombre es Job.
Hay dos cosas que podemos ver en este libro que se conectan de una manera maravillosa: el sufrimiento de los justos y la soberanía de Dios. El tema que nos ofrece …
El diluvio acaba de pasar, hemos visto la historia de Noé y de cómo era la sociedad en ese momento. El tema del sufrimiento es sin lugar a dudas algo que ha estado ligado a la raza humana desde siempre. Estamos en el día 4 y ya nos encontramos de frente con las consecuencias del pecado y de la caída.
En estos días estaremos viendo la historia de un hombre que, por razones bastante infundadas, ha sido relacionado con varias palabras como: sufrimiento, pruebas, problemas… y pudiera seguir la lista. La vida de este hombre nos pone en contexto con lo que realmente sucedió en el momento en que el pecado entra al mundo. Este hombre es Job.
Hay dos cosas que podemos ver en este libro que se conectan de una manera maravillosa: el sufrimiento de los justos y la soberanía de Dios. El tema que nos ofrece el libro es atemporal y para todas las culturas, precisamente porque todos podemos identificarnos con el sufrimiento. Empecemos viendo los personajes de esta historia en estos capítulos.
Capítulo 1
- Job. Se nos dice que antes que cualquier otra cosa era un hombre «intachable, recto, temeroso de Dios y apartado del mal»(1:1). A mí me impresiona esa descripción porque, sin lugar a dudas, habla de su carácter más que cualquier otra cosa. Delante de los ojos de Dios lo que es de alta estima es precisamente el carácter, tu relación con Él y no necesariamente tus obras o tus posesiones. Otra cosa interesante es ver que era un padre involucrado y preocupado con sus hijos (v. 5)
- Los hijos de Dios. Aquí, entre todos ellos, vemos un personaje que ya conocimos en el huerto del Jardín en Génesis 3: Satanás. Lo que vemos aquí es un diálogo que se desarrolla en los versículos 6–12; donde hay un escrutinio sobre el carácter y la vida de Job y donde Dios es quien le da, no solo el permiso, sino también pone el límite a Satanás para su prueba a Job. Es necesario notar que Job no tiene idea de esta conversación y está muy lejos de saber lo que le sucederá. Esta situación me lleva a pensar en la epístola de Pedro que nos recuerda que el enemigo anda como león rugiente buscando a quién devorar.
- Dios. Es el mismo Dios quien permite las pruebas en la vida de Job, así como también en nuestras vidas. No podemos dejar de reconocer la mano amorosa de nuestro Padre celestial en medio de nuestras pruebas. ¡No olvidemos eso!
Este capítulo 1 termina con una hermosa declaración de Job al ver todas las pruebas que le habían sobrevenido y una impactante declaración sobre su carácter: alabó al Señor (v. 21) y no pecó ni culpó a Dios (v. 22)
Capítulos 2-3
- Satanás. Vemos nuevamente a Satanás teniendo una segunda conversación con Dios (vv. 1-6), insistiendo y tratando de desvirtuar el carácter de Job, acusando todo el tiempo a los hijos de Dios.
- Dios. Una vez más le da permiso y establece su límite.
- Esposa de Job. Su consejo no es el más sabio que pudo haber dado. No quiero hacer un juicio de valor sobre ella, pero su actitud me lleva a cuestionarme y pensar en cuántas veces quizás de mi boca no han salido las palabras más sabias debido a que me enfoco en lo terrenal y no en lo celestial. ¿Te ha sucedido?
- Los 3 amigos. Aquí llegan a escena los 3 amigos: Elifaz, Bildad y Zofar. Sorprendentemente llegaron con buenas intenciones: consolarlo y condolerse. No habían hablado todavía. En realidad es bueno tener en cuenta esas dos palabras a la hora que tengamos la oportunidad de ir a consolar algún amigo o familiar cuando se encuentre en pruebas, pero ya veremos cómo cambia esta situación más adelante.
En el capítulo 3 nos encontramos con el lamento de Job, un monólogo. Vemos a un hombre abrir su corazón delante de sus amigos, un hombre que se queja de su suerte, hasta llegar a preguntarse por qué nació, pero a la vez lo vemos teniendo cuidado de no pecar contra Dios en medio de su lamento.
Capítulo 4
A partir de este capítulo se da un giro y pasamos de monólogos a una serie de diálogos con sus amigos. Por la forma en que se dan las conversaciones, se estima que estos 3 amigos representan la sabiduría antigua de la ley de la retribución: básicamente significa que Dios bendice al justo y maldice al malvado; entonces, si Job sufre, debe ser un pecador y necesita arrepentirse. Esto es lo que vemos que su amigo Elifaz le deja claro en los versículos 7-8:
«Recuerda ahora, ¿quién siendo inocente ha perecido jamás? ¿O dónde han sido destruidos los rectos? Por lo que yo he visto, los que aran iniquidad y los que siembran aflicción, eso siegan».
Elifaz hace una descripción exhaustiva de sus razonamientos de que, definitivamente, basado en su experiencia y lo que él ha visto, Job es el culpable. No vemos respuesta de Job todavía, sino a un amigo que intenta llevarlo a entender o a revisar en su corazón si hay pecado oculto o algo malo hizo que hubiera hecho para que le esté pasando todo lo que le está sucediendo.
Capítulo 5
En el capítulo 5, Elifaz sigue con su monólogo, exponiendo razones a Job de lo que le acontece. Y las palabras que dan inicio a este capítulo son, a mi entender, lapidarias. En sus palabras no hay gracia, no hay amor, no hay aliento; sin embargo, encontramos atisbos de esperanza en los versículos subsiguientes donde apunta a Dios en medio de toda esta calamidad (vv. 8-27).
Una cosa que he aprendido, y lo veo reforzado en este capítulo 5, es pensar antes de hablar. Debemos ser sabias, prudentes, no decir lo primero que nos llegue a la cabeza y, sobre todo, no ponerme como estándar moral para aconsejar al otro. Elifaz utilizó su experiencia, reprochó y no aconsejó, y se basó en lo que había visto; pero esto no necesariamente era lo que Dios estaba orquestando. Recuerden que así como todos ellos, incluyendo Job, no sabían lo que Dios había hablado ni dispuesto, así mismo nosotras no sabemos lo que Dios está haciendo en la vida de otra persona. Que Dios nos guarde de creernos que tenemos todo el cuadro completo cuando alguien está sufriendo o en pruebas.
¿Cuál es tu reacción al momento de enfrentar la prueba? Que Dios nos ayude a tener un corazón humilde y rendido a Él para que al momento que nos toque sufrir podamos sufrir de una manera que traiga gloria a Su Nombre.
Para meditar:
- ¿Cuál es nuestra reacción inmediata al enfrentar una prueba o una mala noticia? ¿Cómo normalmente nos lamentamos? ¿Nuestros amigos pueden, al escucharnos, ver cómo nos quejamos o pueden ver al Dios que servimos?
- Cuando alguien cercano a ti sufre, ¿reaccionas como Elifaz trayendo reproches, agregando más culpa y dolor? O ¿Animas a esa persona a humillarse como hizo Job al momento de iniciar la prueba y mirar a su Dios?
y dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre Y desnudo volveré allá. El Señor dio y el Señor quitó; Bendito sea el nombre del Señor».- Job 1:21
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