Día 39 | Éxodo 28-29
Capítulo 28
No podemos olvidar que Moisés está en el monte con el Señor mientras todas estas instrucciones de una manera muy detalladas están siendo dadas directamente de parte de Dios. En este capítulo en particular, Dios se toma el tiempo para detallar las vestiduras de aquellos quienes serían los que vendrían delante de Su presencia a presentar las ofrendas. Este no es cualquier trabajo, esto es algo que debe hacerse con temor y reverencia, y es lo que busca Dios comunicar a través de lo que leemos aquí.
Dios inicia revelando quiénes serían los escogidos para tal alto honor, su hermano Aarón y su descendencia; y dice que sus vestiduras serán «para la gloria y hermosura» (v. 2), no precisamente de ellos, sino de Aquel a quien servirán. También dice algo importante: «Hablarás a los artífices a quienes yo he llenado de espíritu de sabiduría» (v. 3) para hacer …
Capítulo 28
No podemos olvidar que Moisés está en el monte con el Señor mientras todas estas instrucciones de una manera muy detalladas están siendo dadas directamente de parte de Dios. En este capítulo en particular, Dios se toma el tiempo para detallar las vestiduras de aquellos quienes serían los que vendrían delante de Su presencia a presentar las ofrendas. Este no es cualquier trabajo, esto es algo que debe hacerse con temor y reverencia, y es lo que busca Dios comunicar a través de lo que leemos aquí.
Dios inicia revelando quiénes serían los escogidos para tal alto honor, su hermano Aarón y su descendencia; y dice que sus vestiduras serán «para la gloria y hermosura» (v. 2), no precisamente de ellos, sino de Aquel a quien servirán. También dice algo importante: «Hablarás a los artífices a quienes yo he llenado de espíritu de sabiduría» (v. 3) para hacer dichas vestiduras. Dios le está comunicando que Él es quien estará al tanto del más mínimo detalle de todo lo que se hará allí porque el propósito era apuntar a la gloria y hermosura de Su nombre. ¡Ese es nuestro Dios! Por lo tanto, todo lo que hacemos debe apuntar a manifestar la gloria de Su nombre, así como lo debían hacer las vestimentas del sumo sacerdote, nuestras vidas deben reflejar a Aquel a quien servimos. Así como nos dice 1 Pedro 2:9:
«Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable».
Que recordemos siempre a quién servimos y quién debe ser el foco.
Capítulo 29
Luego de dejar claro quiénes serían los sumos sacerdotes, de cómo luciría su vestimenta, viene la parte de la consagración. Y allí vemos en detalle cómo luciría ya todo el proceso culminado, como una película donde vemos todas las piezas encajar. Es maravilloso poder leer estas cosas y ver cómo el pueblo de Dios debía observarlas y vivirlas en el día a día con el fin último que encontramos en los siguientes versículos:
«Será holocausto continuo por las generaciones de ustedes a la entrada de la tienda de reunión, delante del Señor, donde Yo me encontraré con ustedes, para hablar allí contigo» (v. 42).
«Habitaré entre los israelitas, y seré su Dios. Y conocerán que Yo soy el Señor su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto para morar Yo en medio de ellos. Yo soy el Señor su Dios» (vv. 45-46).
Para meditar:
- ¿Sabes que de igual manera Dios te ha dado dones y talentos que Él quiere que uses para llevar a cabo Su obra en esta tierra? Dios equipa a Sus obreros para cumplir Sus propósitos.
«Y conocerán que Yo soy el Señor su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto para morar Yo en medio de ellos. Yo soy el Señor su Dios». - Éxodo 29:46
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
Únete a la conversación